17 Yo soy tuya y tú eres mía

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Capítulo 17

Yo soy tuya y tú eres mía

- Yo te amo. Espero que eso lo comprendas. Yo soy tuya y tú eres mía. Juliana tomó la cintura de la rubia y le hizo un lazo con sus dos brazos. Imposibilitada para escapar. - Te amo Val. Te amo mucho. Eres la mujer de mi vida. Valentina sonrió y tomó los labios de la castaña. Metiendo sus manos por la cabellera de la castaña y está presionado sus manos en la espalda baja de la rubia.

- Vamos adentro. Te necesito. Se separó la rubia y tomó la mano de Juliana para así entrar en el departamento.

La desesperación por tenerse hizo que junto con entrar fueran de beso en beso por los pasillos y quitándose toda la ropa a su paso. Lanzando a su paso la ropa. Besos en la boca, besos en el cuello. Gemidos incontrolables. Llegaron a la cama Juliana giró a Valentina estando aún de pie. Besaba. Su cuello, su lóbulo y con su mano izquierda acariciaba su mentón, mientras que la otra mano bajaba por sus pechos y delicadamente bajaba por su abdomen.

- Me encantas Val. Estás rica. Bajo con su mano por el centro húmedo de Valentina.

- Ummm. Juls. Valentina gemía mientras la castaña la tomaba. Está con su mano sostenía su mano izquierda el cuello de Juliana y la derecha ayudaba a Juliana a acariciar su centro. - Que rico bebé. Me encanta como me tomas. Me encanta como lo haces. Juls soy tuya. Solo tuya mi amor. Eres el amor de mi vida. Tómame.

- ¿Te gusta así?

- Así. Sí. Sí. Decía Valentina mientras Juliana penetraba con sus dedos dentro de Valentina, sentía la humedad, sentía como sus posaderas estaban rosando el centro de Juliana.

- Ummm Val estás demasiado. Me pones a mil.

- Ha. Ha. Ha. Juliana tomaba más y más a Valentina. Metía y sacaba sus dedos. - Juls. Ha. Ummm. JULS. Sacó los dedos Juls rápidamente.

- ¿Te hice daño?

- No te detenga mi amor. Juliana sonrió y la giró para meter a su rubia en la cama. Extendida en la cama Juliana se subió en la cama y arrodillada extendiendo su cuerpo pasó sus labios por sus pechos. Lamiendo poco a poco el pezón de Valentina. Tomó en su boca; chupo y halo el pezón sacando un gemido de la rubia.

- Ummm. Gemía la mujer. Mientras Juliana daba una pequeña mordida. - Ha. Juls. Me encantas. Juliana se subió encima de ella. Abriendo las piernas de la rubia se metió en ella y al movimiento del compás de sus cuerpos, el rose de sus centros, sentían cómo podían llegar al clímax.

- Ha. Ha. Que rica estás Val. Ha. Gritaba Juliana.

- Sí. Juls. Ha. Ha. Moría de amor y de placer la rubia. Sentía a su mujer.

Ambas mujeres llegaron al más espléndido orgasmo. Donde no fue uno, tampoco dos. Fueron varios esa noche donde sentían que sus cuerpos hacían una declaración de amor.

Al amanecer podía ver una rubia a su castaña dormida y pegada a su cuerpo. No quería que amaneciera. Esa sensación de querer que dure toda la noche para no separarte de esa persona que amas. El amanecer es muy bonito, pero es difícil cuando significa que la mujer de tu vida debe irse a trabajar.

Un movimiento de caricia por el rostro de Juliana hizo que esta despertara. Entre abierto sus ojos lograron visualizar a su rubia de ojos azules, su princesa. Valentina se le acercó susurrándole.

- Yo soy tuya y tú eres mía.

Flashback

- ¿Cómo te sientes? Preguntaba Juliana quien tenía en sus brazos a la rubia después de su primera noche de intimidad. Con una gran sonrisa y con su cabeza metida en el cuello de la castaña respondió.

Hazme el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora