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En el interior de una oficina en penumbras, Huxley estaba sentado detrás de un amplio escritorio de madera oscura. La habitación, iluminada solo por la luz de una lámpara de mesa, parecía diseñada para intimidar. Las sombras se extendían en cada rincón, y el silencio era interrumpido únicamente por el leve sonido del ventilador de techo girando lentamente. Frente a él estaba Taehyung, quien se sentía fuera de lugar, pero no dejaba que eso se notara en su postura. Huxley, con una sonrisa enigmática y mirada afilada, lo observaba como un depredador estudiando a su presa.
—Mmm… así que tú eres Taehyung. —Huxley habló finalmente, rompiendo el silencio con un tono casi casual, como si estuviera charlando con un viejo amigo—. He oído que eres un joven muy perspicaz. Alguien con ambición.
Taehyung, ligeramente incómodo, levantó una ceja. No sabía qué pensar del hombre frente a él. Había escuchado rumores sobre Huxley, sobre las cosas turbias relacionadas con la Fundación Eternum, pero no tenía un cuadro claro. Solo sabía que este hombre tenía poder, y que tal vez podía usarlo a su favor.
—¿Y qué si lo soy? —respondió Taehyung, tratando de sonar indiferente mientras cruzaba los brazos—. No veo por qué a alguien como usted le interesaría.
Huxley se rió suavemente, un sonido que hizo que la piel de Taehyung se erizara.
—Muchacho, cuando uno trabaja en este mundo, aprende a reconocer el talento en otros. —Huxley se inclinó hacia adelante, apoyando sus manos en el escritorio—. Y tú… tienes algo especial. Veo el fuego en tus ojos. Ese deseo de destacar. De no ser uno más del montón. ¿Me equivoco?
Taehyung no respondió de inmediato. Sus labios formaron una línea tensa mientras analizaba las palabras de Huxley. Sabía que estaba siendo halagado, manipulado, pero había algo en la voz de ese hombre que lo hacía querer escuchar más.
—No me gusta ser uno más —admitió finalmente Taehyung, bajando un poco la guardia, aunque no del todo—. Pero no entiendo por qué estoy aquí. ¿Qué quiere de mí?
Huxley se reclinó en su silla, como si esa fuera la pregunta que había estado esperando.
—Quiero conocerte mejor, Taehyung. —Su tono era suave, casi paternal, pero con un matiz que sugería un propósito oculto—. Sé que has tenido tus diferencias con cierto… individuo. Alguien llamado Jungkook, ¿no?
El nombre de Jungkook hizo que Taehyung tensara la mandíbula.
—¿Y qué si las he tenido? —respondió, tratando de sonar despreocupado, pero su tono traicionó un leve rastro de resentimiento.
Huxley sonrió, satisfecho.
—Es natural. Jungkook es… un chico talentoso, pero también arrogante, ¿no crees? Siempre actuando como si fuera mejor que los demás, como si pudiera enfrentarse al mundo solo.
Taehyung soltó una risa amarga.
—Exacto. Es un idiota. Se cree intocable.
—Ah, pero nadie lo es, Taehyung. Nadie es intocable. —Huxley bajó la voz, haciéndola casi un susurro conspirativo—. Te diré algo: las personas como él siempre tienen un punto débil. Algo que les importa tanto que se convierte en su mayor vulnerabilidad.
Taehyung frunció el ceño, intrigado, pero no dijo nada. Huxley aprovechó el silencio para inclinarse nuevamente hacia adelante.
—Tú has estado cerca de él, ¿verdad? —preguntó, mirándolo directamente a los ojos—. Sabes cosas que yo no sé. Cosas que podrían ser… útiles.
—¿Útiles para qué? —preguntó Taehyung, desconfiado.
—Para hacerle entender que no es el centro del universo. Que no puede salirse con la suya siempre.
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VENOM EN EL ALMA | KOOKMIN
DiversosJungkook es un dedicado estudiante de medicina, cuyo único objetivo es salvar vidas. Pero una noche, mientras la sala de emergencias era llenada un misterio hombre llego desfalleciendo llevando con el algo aterrador, una criatura oscura y desconocid...