capitulo nueve

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Me ponía bastante nerviosa trabajar con Peter,no paraba de lanzarme miradas intimidantes y cada vez que tenía oportunidad hacia,de alguna forma,que nuestros cuerpos se rozen,lo que provocaba que mi piel se erize y mis pelos se pongan de punta.
¿Qué le ocurre a este tipo? Primero me trataba como si esto fuera la época de los reyes y reinas y yo fuera nada más que una simple sirvienta a la que debía mandar al calabozo si dejaba una mancha de jabón en los pisos,pero ¿y ahora? Ahora se comportaba como si se tratara de un adolescente queriendo conquistar a lo que sería su primer amor. O así lo veía yo.

Contradictorio. Ese sería el mejor adjetivo para calificar a Peter Lanzani.

Y apuesto. Ese también.

Cada vez que yo trataba de hablar sobre lo que estábamos trabajando el me miraba con esos ojos verdosos y cambiaba de tema como si fuéramos amigos de hace años. Me contó sobre un par de mascotas que el había tenido cuando era un niño y por un momento me lo imagine a él,siendo un pequeño de nueve años,con esos ojos,esa boca y ese extraño lunar que tenía en la mejilla izquierda, tan adorable,tan lindo jugando con un cachorro. Pero rápidamente volví de mis raros pensamientos cuando el decidió ponerse en serio con el trabajo,sólo que esta vez era yo la que quería hablar.

-Peter,la chica rubia -plástica- con la que fuiste a la fiesta la otra noche ¿es tu novia?

Me miró serio.

-No Lali,yo no tengo novias,nunca. Támara es sólo una vieja amiga

Si una amiga con la que se le veía muy divertido.

-¿no novias? ¿Nunca saliste con nadie? - no lo creo.

- no,no desde.. -se quedó mudo- mi adolescencia. Sólo chicas para pasar el rato.

Supe en ese momento que era mejor no meterme más en ese terreno prohibido que al parecer incomodaba a mi compañero ¿acaso le habían roto el corazón al magnate Peter Lanzani?

-¿que hay de ti Lali? ¿Tienes pareja?

-no,no desde que cumplí veinte

- ¿cuantos años tienes?

-veinticuatro.

Silencio.

- ¿y usted señor Lanzani?¿cuantos?

-averígualo.

Y se fue,así sin más dejándome con la palabra en la boca,aturdida y con una pila de papeles para leer.

Me gustaba este Peter,misterioso y liberal.

Termine de sellar,leer y apilar y dejé todo en la oficina de Julia. No volví a cruzarme con él en lo que restaba de la mañana. Su comportamiento había sido muy extraño,pasar de maltratarme a intentar bombardeárme con temas para hablar,no se,me parecía raro.

Salí del edificio y me dirigí hacia mi auto,ya era mediodía y había quedado con mi mama en tener un almuerzo familiar en algún restaurante en donde papá pueda pedir carne asada. Ya quedaban pocos días para que ellos volvieran a la que antes fue mi casa,no querían que se fueran,más allá de mi máscara de niña ruda que huyo de su hogar por rebeldía y capricho para liberarse del aburrimiento de mi pueblo natal,quería a mi familia conmigo,cerca.

Lo que más me tenía preocupada era el tema de mi hermana,ella no podía cuidarse sola aún necesitaba de alguien que la controle y la acompañe al medico,ella todavía no estaba lista y recién tenía apenas dos semanas de tratamiento. Creo que llegó la hora de decirle la verdad a mamá, esto no podía seguir así, Ema necesita ayuda y yo debo liberarme de la culpa por mentirle a mamá.

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-¡no puedo creerlo! ¡¿Como se atrevieron a Mentirme con algo tan importante como la salud de mi hija?! Realmente no me esperaba esto de ti Lali,se supone que eres la hermana mayor

-Mam..

-¡No! No te atrevas a interrumpir en esto Lali eres la adulta aquí tienes que actuar como tal.

La comida familiar empezó bien. Apenas vi a Ema le dije que hoy hablaríamos con mamá sobre su problema y ella lo tomó bien y estuvo meditándolo mientras almorzábamos, al parecer yo no era la única que pensaba que era una locura seguir mintiéndole a Corina sobre algo tan importante.

Como a nadie le gustó el postre que nos ofrecieron (y a Mery se le antojaba helado de menta) nos fuimos a casa. Papá, mi hermano y mi amiga se fueron a comprarlo y yo y Ema nos quedamos en casa con mamá para hablar con ella,pero como era de esperarse no se lo estaba tomando nada bien.

-Ema ¿porqué no vas a mi cuarto a buscar los análisis que hicimos la otra vez? Vamos a mostrarle a mamá, creó que los deje en el cajón de mi ropero.

-claro

Se fue y por fin tuve un rato a solas con Corina.

-Mamá tenés razón, te lo tendría que haber dicho,pero yo me entere hace poco y no supe como actuar. Ella no quería que te dijera nada y me dio terror saber que si Ema pensaba que yo la traicione nunca más me cuente algo tan importante como esto ¿que hubiera pasado si se molestaba y al volver a casa todo empeoraba? No supe que hacer.

-No Lali,hiciste bien en llevarla al médico de inmediato,pero ¿Mentirme a mi?

-si,lo siento

-Anoréxica, mi bebé..

No pudo terminar la frase por que las lágrimas invadieron sus mejillas,yo me acerque y la abrace fuerte.

-¿Hace cuanto que...?

-Hace un año y medio- interrumpí

Le mostramos los análisis y el llanto la atacó de nuevo al ver la gravedad del problema, mi hermanita había estado al borde de la muerte y nadie se había dado cuenta de nada.
Se abrazo a Ema y tuvieron una emotiva charla, mamá le prometió que apenas llegaran a su casa en unos días visitarían un médico y harían todo para que mi hermana mejore.
Mamá quedó muy sensible después de eso,ni siquiera probó el helado que nos trajeron, chocolate y menta, yo en su lugar también tendría mucha culpa por no haberme dado cuenta antes.

In the other side Donde viven las historias. Descúbrelo ahora