capitulo cuarenta y tres

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Habían pasado cinco días desde que mi mejor amiga ya no estaba.
Apenas iba casi una semana y ya parecia una eternidad, todo estaba siendo cuesta arriba para mi.
Después de dejar a mi amiga para siempre, me traje a maia a la casa de Peter.
Él se ofrecio a que nos quedaramos con él, y yo no me lo pensé dos veces.
No era capaz de volver al lugar que compartí con Mery y criar a su hija allí.
Su bebé estaba demasiado inquieta y llorisqueando. Yo sabía como manejarme con ella, después de todo ayudo  con su cuidado desde siempre. Pero estos días fue lo peor para ella. No sabe dónde está su mamá. Y no puede hablar, pero si pudiera estoy segura que estaría tan desconsolada y enojada con la muerte como yo.
Espero que no recuerde toda esta maldita etapa.

Los abuelos de Maia llegaban hoy desde nuestro pueblo. Yo sabía que la niña no estaba sóla en el mundo, tenía a sus abuelos. Asique no me ilusioné con la idea de quedármela. Peter creo que sí.

Cuando llegaron, alrededor del mediodía me sorprendí de ver sólo al papá de Mery. Tal vez esta situación era demasiado para su esposa.
- Hola Lali - Me saludó serio el padre de mi amiga. Se nota el profundo dolor en su rostro. Y sus ojeras y cansansio eran inconfundibles.
-Lo lamento tantísimo
Dije eso y no me aguanté las lágrimas
Los dos nos abrazamos y eso pareció eterno.
-Acabo de despedirme de ella en el cementerio, lamento que hayas tenido que ocuparte de todo esto tu sola.
-Yo haría mucho más- le dije ya más calmada.
-¿ Mi nieta?- preguntó
Lo llevé a estar con Maia y los ojitos de ella se iluminaron, reconoció a su abuelo definitivamente.

-¿ Y Angelica?

Pregunté por su esposa después de todo.

-Lali- me miró serio mientras Maia se mecía en sus piernas.
-Angélica está enferma, su cancer regresó en el último año.

No quise entender eso. Mery jamás me lo mencionó, ¿ en serio? Tal vez por eso los abuelos de la bebé nunca venían. Ella los visitó una vez en el verano y eso fue todo.

-Yo no sabía nada de eso, cómo lo lleva? - pregunté

- Está grave desde hace varios meses ya, mis cuidados con ella deben ser permanentes Lali.

Me lamenté muchísimo por ese hombre. Perdió a su hija y estaba perdiendo a su esposa ahora.

Pero un pensamiento vino a mi mente y no lo dudé dos veces.

-Déjame tener a Maia- dije

-Lali es en serio? Mi visita aquí no ha sido para deshacerme de mi nieta, no quiero que pienses eso

-No pienso eso. Amo a esa niña como mi hija. La criamos juntas con Mery, y creo que puedo hacer algo bueno con ella.

- No dudo en que sea la mejor idea Lali, yo ya tengo a cargo a Angelica, y no podriamos darle una buena vida, dudo que pudieramos llevarla a la escuela si quiera, no puedo despegarme de mi esposa enferma.

-Dejémela, le prometo que seré la mejor opción de madre para ella.

- Correcto Lali.

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