In the other side

capítulo veinte

Decidimos no hablar de lo ocurrido en la mañana y simplemente dedicarnos a comer lo que Peter había encargado. Tampoco era que teníamos mucho de que hablar, solo nos habíamos dejado llevar por la pasión y el deseo que ambos sentimos en ese momento,nada más, no es que fuéramos una pareja de enamorados que acababan de hacer el amor,sólo deseo y atracción, nada de sentimientos de por medio,o eso era lo que yo quería creer.
Cuando el sol estaba a punto de ocultarse cruce por pasillo y volví a mi cuarto,no tenía apetito y sólo me dediqué a dormir porqué al día siguiente iniciaríamos con nuestro trabajo,nada complicado,sólo mostrar un power point interminable sobre los avances de la empresa de Argentina y hablar sobre el tema. Era la primera vez que yo participaba de este tipo de congresos pero lo había practicado tanto en mi casa que estaba segura que todo saldría a la perfección  y nada más me quedaba esperar que las palabras salieran bien pronunciadas de mis labios y mis manos no suden tanto al punto de tirar la computadora y los proyectores. La torpeza era una de mis características más comunes desde que tengo uso de memoria, a los siete años recuerdo haber enredado mi pies sobre la tela que yacía sobre la mesa y haber tirado todos los trabajos sobre hormigas de mis compañeros en la feria de ciencias del colegio y también la vez que por accidente se me callo un vaso de coca-cola en la pecera de mi abuela y toda el agua se tiñó de marrón, como dije,totalmente torpe,otro don que había heredado de mi madre.

A la mañana siguiente me vestí con un precioso vestido negro de encaje que se ajustaba a mi figura,algo formal,perfecto para mi trabajo,hasta las rodillas, y un par de tacones también negros y todo combinado con un maquillaje suave y un peinado recogido.
Me encontré con Peter en el lobby y sin decir una palabra partimos para la sala de reuniones del hotel.

Nos tocó ser los segundos en dar nuestra presentación, por suerte mi torpeza no arruinó las cosas. Hable sobre el gran avance de Espósito Enterprise durante los últimos cuatro años,los casos más especiales y que más ayudaron en el avance de la empresa,la mayoría de las palabras las pronuncié yo,pero Peter hizo lo suyo a la hora de tener que explicar los gráficos y salió muchísimo mejor de lo que me imaginé.
Después de terminar y escuchar los aplausos de todos en la sala tuvimos que esperar toda la mañana a que los demás países se presentaran, lo bueno fue que luego lo recompensaron con un delicioso almuerzo de mariscos. Lamentablemente tuvimos que aguantar de igual manera el resto de la tarde hasta casi la noche.
Antes de que todos nos fuéramos a nuestros respectivos cuartos a descansar de un día agotador de arduo trabajo nos repartieron unas tarjetas de una “fiesta de despedida" que era prácticamente una obligación, si no fuera porque debía asistir no iría, pienso que es sólo una fiesta para que los hombres puedan emborracharse y conocer una aventura de una noche más que una fiesta de despedida de un congreso, no se,yo creía eso.

No salí de de mi cuarto durante todo el día siguiente hasta que llegó la hora de la maldita fiesta, escogí un vestido blanco corto y zapatos de igual tono,algo simple,pero tampoco tenía pensado quedarme mucho tiempo,sólo bebería un par de copas, trataría de quitar los ojos de mi jefe y volvería a mi cuarto a dormir para al día siguiente levantarme temprano y subirme a un avión de regreso a casa. Y yodo habría sido perfecto si no fuera por que diez minutos antes de que me bajara al salón Peter tocó mi puerta vestido con un precioso traje informal y pidiendo mi mano para bajar juntos,asentí y fui a buscar un abrigo con una sonrisa en mi rostro,trate de ocultarla pero fue en vano.

El salón era tan lujoso como el resto del hotel,parejas bailando por todo el lugar al ritmo de una banda que tocaba música clásica,mozos que te ofrecían el champagne más caro,era sin duda un fiesta de la alta sociedad, yo trate de quedarme la mayoría del tiempo conversando o bebiendo alguna copa.
En un momento dado sentí unos brazos sujetando mi cintura y una mano extendida hacia mi.

-¿Bailamos?

Mire con cautela los hermosos ojos de Peter.

-Claro

Me guió por entre la gente hasta llegar a un costado de la pista. Sujetó con firmeza mi cadera y yo puse mis brazos alrededor de sus hombros,comenzamos a moverlos al compás de la canción mientras nuestras miradas se enviaban corrientes eléctricas,de un momento a otro nuestros labios se vieron danzando de manera sincronizada y nuestras lenguas peleaban a muerte.