Capítulo treinta y dos

406 23 1
                                    

Miraba tranquila la ventana de mi oficina,lo que había quedado de mi fin de semana lo había ocupado pensando y tratando de no pensar,paradójico ¿no?

-Lali,permiso,la señorita Julia necesita de ti ¿te podrías acercar a su oficina?

-Claro - Le dediqué una sonrisa falsa a mi secretaria y me dirigí al despacho de mi tía

Como siempre ella lucia hermosa,y con veinte años menos,dentro de su vestido apretado sus curvas resaltaban notoriamente y su cabello negro caía lacio por toda su espalda.

- Tía,¿necesitabas hablar conmigo?

-Claro linda,siéntate por favor

Me senté en unos de sus sillones de piel sintética y crucé mis piernas,una arriba de la otra,para evitar que se hiciera visible cualquier cosa indeseada.

-Quería informarte que se te ha presentado un nuevo caso,algo simple,un grupo de hermanos que necesita una división justa de los bienes de progenitores. Me pareció que tu podrías manejarlo perfectamente.

-Claro,daré lo mejor de mi,y si tengo suerte no llegaremos a juicio ni nada por el estilo

-Si mi niña,lo doy por echo. Por otra parte quería recordarte que este fin de semana haremos la fiesta de bienvenida de Alai

-Si,lo recordaba

No,definitivamente no

-Eso era todo,no quiero robarte mas tiempo

Nos despedimos y seguí mi jornada de trabajo.

(...)

Tuve suerte de llegar seca a mi casa cuando terminé mi trabajo,ya que se habían acumulado una horrendas nubes en cielo que mas adelante dejaron caer gigantes gotas de agua. Llegué a casa y lo primero que vi fue a Mery haciéndole un adorable peinado a Maia. Hablé un poco con ella,tratando de sacarle información sobre el avancé de sus clases,pero no, sus respuestas eran cortas y frías,como si realmente no estuviera prestando atención a la conversación,harta de esa situación solo me encerré en cuarto por el resto de la tarde.

En un momento de silencio (como lo habían sido todos) mi teléfono vibro en la mesa de la computadora.

De Peter :

-¿Lali?

pensé unos segundos. Y no respondí. Bajé mi vista al libro que tenia sobre mi regazo,tratando de ignorar el mensaje,segundos mas tarde,la habitación se ilumino y el móvil comenzó a sonar y vibrar,avisándome que había una llamada entrante y esta vez si conteste.

-¿Hola?

-Hola - mi voz sonó grave.

-¿Aun estás molesta?

-No,yo,solo necesito un poco mas de tiempo

-¿Para qué?

-Veràs,todo lo que me haz confesado no es realmente una historia tan fácil de digerir - Dije un poco molesta.

-Bien,entiendo eso Lali,ni yo aun la puedo procesar del todo,y espero que no me juzgues por eso -Sonó triste mientras pronunciaba esas palabras

-ya veo,y sabes que nunca lo haría

-Gracias,pero,aun así,te extraño y quiero verte

-Y yo,pero no me siento lista,mejor otro día

Colgué.















In the other side Donde viven las historias. Descúbrelo ahora