capítulo treinta y nueve parte 2

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El sol golpeaba mi cara fuertemente, asi que me levanté para cerrar las cortinas de mi cuarto.
¿ Qué hora era? Miré i teléfono en la mesa de luz que marcaba las nueve y cuarto de la mañana. Desvié mi mirada a mi cama y vi e adorable rosto de Peter mientras dormía, parecía un niño pequeño durmiendo lo mejor posible antes de que el reloj lo enviara a la escuela.
Hablando de niños, ¿Maia? ¿ No había llorado en toda la noche?
Corrí demasiado asustada hasta su cuarto para verla. Dormía tranquilamente, su pañal se veía inchado asi que aunque se vieran tan linda dormida debía levantarla y arreglarla.
Me sorprendía que no haya llorado en toda la noche y hubiera estado tan tranquila. Y qué irresponsable de mi parte no notarlo, el mundo de los bebé era algo desconicido aún para mi.
Una vez que estuvo limpia, me senté en la mecedora de su cuarto para alimentarla. Sorpresa ¿por qué estaba tan quieta? No es que fuera de las niñas lloronas y molestas pero su actitud era distinta, tal vez ella simplemente entendía todo lo que ocurría con su mamá.
La paz de la habitación fue alterada por un Peter desnudo y alterado que vino corriendo desde el cuarto.

- Lali, lo siento

-¿ Qué te pasa Peter?

- Llamaron del hospital a tu telefono, es Mery

Mi mundo se detuvo, qué, no, ella estaba bien, estaba estable, mañana le darían de alta y ella volvería a casa conmigo y su hija.

- Habla Peter, no me asustes

Sostuve a Maia fuerte

- Ella está grave Lali

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