♡ Epílogo ♡

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22 de agosto, 2024
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La habitación se mantiene en un relativo silencio, interrumpido únicamente por los pequeños sollozos del chico sentado frente a Seungmin. Seungmin mantiene una postura relajada pero al mismo tiempo profesional, sin dejar que los sentimientos ajenos lo perturben. Le ofrece un pañuelo desechable cuando lo ve calmarse y comenzar a limpiarse el rostro con la manga de su suéter.

–Gracias –dice el joven con voz débil.

Seungmin se pone de pie y rodea su escritorio hasta recargarse sobre el, quedando frente al otro. Comienza a hablarle, con voz suave pero segura. El joven escucha atento, responde algunas preguntas que le hacen y agrega un par de cosas que cree lo suficientemente importantes para compartir. Logra tranquilizarse visiblemente conforme pasa el tiempo y Seungmin se felicita internamente al notar la disposición del otro de seguir hablando. Cuando la hora termina Seungmin no lo apresura, lo deja hablar hasta que es él mismo quien nota que ya no le queda tiempo.

–Lo siento –murmura apenado.

–No lo hagas, de todas maneras eres mi última cita del día.

El chico sonríe tímidamente y se pone de pie. Hace una corta reverencia y comienza a despedirse.

–Entonces –dice aclarandose la garganta.

–La próxima semana –termina Seungmin mientras lo acompaña a la puerta–. Ten en cuenta todo lo que hemos hablado hoy y no te olvides de los ejercicios que te he encargado.

–No lo haré –confirma haciendo una nueva reverencia cuando sale de la habitación–. Hasta la próxima semana, doctor Kim.

Seungmin suspira mientras se acomoda en el mueble doble de su consultorio, ha sido un largo día y aún no pasan de las 4. Recarga la cabeza sobre el apoyabrazos y deja las piernas colgando del otro lado. Se cubre el rostro con un brazo y siente que comienza a quedarse dormido cuando el sonido de su teléfono le llama la atención. Lo saca del bolsillo de su pantalón y ni siquiera mira la pantalla antes de responder.

–¿Hola?

¿Has terminado? –pregunta una voz conocida al otro lado, Seungmin tararea en confirmación– Acabo de llegar, ¿quieres que suba o...

–No hace falta, amor. Bajo en un minuto.

De acuerdo, te amo.

–Te amo.

Se levanta aprisa del mueble y entra a su baño privado para arreglarse un poco el cabello y refrescarse el rostro. Cruza las puertas y se despide de su asistente cuando la observa guardar sus cosas dentro de su bolso.

–Hasta mañana, doctor Kim –pronuncia la chica con una sonrisa en el rostro.

–Hasta mañana –le dedica una sonrisa amable y camina hacia el ascensor.

Se encuentra a Minho esperando por él frente a las puertas del edificio y no oculta su sonrisa mientras camina hacia sus brazos abiertos.

–Hola, guapo –lo saluda Minho con un beso y Seungmin rueda los ojos de manera cariñosa.

–¿Ha ido bien el trabajo? –pregunta Seungmin mientras caminan tomados de las manos hasta el auto del mayor. Minho tararea en confirmación.

–Papá sigue hablando sobre su jubilación e insistiendo en que tome su lugar lo más pronto –dice en medio de un suspiro.

–Eso es bueno, ¿no? De todas maneras has estado trabajando ahí desde hace un par de años, se que ya conoces la empresa de pies a cabeza.

–Lo sé, y si, es bueno. Es solo que siento que eso me dejará menos tiempo para visitar el restaurante, apenas he podido hacerlo últimamente.

–Se que amas el restaurante, amor, pero tampoco puedes ocultar lo emocionado que has estado desde que comenzaste a trabajar con tu padre.

–Debería dejar de quejarme, ¿eh?

–Por supuesto que no, ¿no se supone que para eso están los esposos? ¿Para quejarse juntos de lo que sea?

–Claro que si, mi amor –Minho besa suavemente los labios de Seungmin antes de abrir la puerta de su auto para dejarlo subir–. ¿Cuando estará listo tu auto?

–Probablemente en un par de días.

–Te dije que deberíamos cambiarlo pronto, ¿No te ha estado dando demasiadas molestias últimamente?

–No quiero cambiarlo, es el primer auto que conseguí por mi propia cuenta, ¿cómo puedo simplemente dejarlo sin mirar atrás? –se queja Seungmin cuando Minho comienza a conducir.

–De acuerdo, ya no voy a insistir más. Ahora, deberíamos llegar pronto al restaurante. Hannah me ha amenazado con entrar por la noche a nuestro departamento y secuestrar a los gatos –la risa de Minho contagia a Seungmin–. Se ha vuelto demasiado insolente desde que abrió su galería.

El viaje en auto es agradable, comparten pequeños detalles de su día y no pierden el tiempo en tocarse cada vez que tienen la oportunidad. Hablan un poco sobre sus amigos a quienes no han visto en un tiempo, todos demasiado ocupados con sus propias vidas. Hablan de la galería de Hannah, de la nueva exposición que tendrá pronto y de la manera en que Jeongin se ha convertido en su representante. De lo mucho que Jeongin se ha demorado en pedirle que se case con él, bromeando con el hecho de que probablemente sea la chica quien termine haciendo la propuesta cuando ya no soporte la espera. Hablan de lo bien que Changbin se ha hecho cargo del restaurante cuando los padres de Hannah al fin le cedieron los derechos del lugar, con Félix siempre a su lado como si fueran una sola persona. Se burlan un poco de lo mucho que el pecoso había llorado en los brazos de Seungmin cuando Changbin le pidió matrimonio hace algunos años, Minho no menciona que Seungmin había llorado incluso más cuando él se lo propuso 2 años después de mudarse juntos.

Llegan al restaurante unos minutos después y Seungmin se encuentra abrazando a Félix en cuanto el pecoso lo saluda. Changbin envuelve a Minho en un fuerte abrazo mientras los guía hacia la mesa que han preparado para ellos, el restaurante está prácticamente lleno pero el ambiente se siente cálido. Hannah luce radiante en los brazos de Jeongin, saludándolos animadamente mientras se acomodan en sus asientos. Platican entre sonrisas, poniéndose al día sobre lo mucho que se habían perdido.

Hannah hace un brindis casi al final de la noche. Es una fecha importante para todos. Seungmin recuerda brevemente a sus amigos en este mismo restaurante hace 10 años, los rostros descompuestos y las lágrimas rodando libremente por las mejillas. Ahora no hay lágrimas, solo sonrisas y rostros emocionados. Un pensamiento se filtra en su mente sin poderlo evitar. Una agradable plática dentro de un auto plateado. Un chico agradable con sonrisa de hoyuelos. Una frase que Seungmin no había creído que fuera tan real como ahora. El chico tenía razón, Minho realmente es el mejor.

Seungmin sonríe mientras continúa mirando a sus amigos y sostiene la mano de su esposo.

A true love for MinnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora