CAP 55, Kagami

208 42 5
                                    

𝕆𝕞𝕟𝕚𝕤𝕔𝕚𝕖𝕟𝕥𝕖

La noche termino perfectamente, o incluso mejor que eso.

Cloe se tiró a la cama boca abajo chillando de emoción. Después de ser perdonada y recuperar la amistad tanto de Adrien como de María (aunque ahora quería algo más de la chica) se la avía pasado genial, concluyendo esa bella noche con un baile lento de ella y María (sin mencionar que dos chicos también tuvieron dicho baile y ahora tenía muchas fotos jugosas).

No podia ser más perfecto.

Cloe: ¡Jean, eres asombroso! -lo alabo apenas entro con su recado, un montón de dulces- ¡Tienes un aumento..! No... ¡Dos aumentos! ¡Vacaciones también! ¡Yo lo pago todo!

Jean: no es necesario señorita, me agradó inmensamente ayudarla. Aunque un aumento no está mal.

Cloe: ¡Dalo por echo, es tuyo! -volvio a chillar después de volverse a tirar a la cama- fue tan perfecto~

Jean: jeje, me alegra verla feliz nuevamente madam, me retiraré si no me necesita más.

Cloe ni lo escucho, pues seguia metida en su ensoñación.

ههههههههههههههه

Las clases de esgrima del día de hoy eran especiales, hoy abría un nuevo cupo para estar en las clases y por supuesto, la de coletas no se lo iba a perder.

Maria: ¿Me recuerdas porque estoy aquí? -miró a Cris-

Cris: pues si quieres tener todas las "armas" necesitas la disciplina y el entrenamiento, no solo los conocimientos en química y la fuerza bruta son necesarios para usarla. El esgrima te ayudará.

Adrien: estoy seguro de que lo lograrás -le sonrió a la morena, quien seguía quejándose-

El maestro los llamo y luego de dar indicaciones las pruebas iniciaron.

Maria por su lado se puso en guardia y el duelo inicio.

Los movimientos de la chica eran poco refinados y no seguían las reglas al pie de la letra de lo que era el esgrima, pero era fuerte y muy rápida, lo que le daba algunos puntos.

Las pruebas avanzaron y María agarraba cada ves más práctica, tomando las riendas del duelo y ganado por varios puntos a su oponente.

Argencourt estaba impresionado, no sabía si era de lo mal que lo hacía la morena al no seguir las reglas o del hecho de que aún siendo mala fuera tan buena y de paso ganará, tenía demaciado potencial, como un diamante en bruto... Más bruto que diamante pero bueno.

Argencourt estaba considerando seriemente el ponerla en sus clases, no solo porque la chica torpe tenía un gran potencial que anciana sacar a la luz, sino que también sería un reto, y el ama los retos.

_¡Oye tú! ¿Eres Argencourt el mejor maestro de esgrima? Quiero unirme a tu equipo_ -sentencio desde la entrada, usando un peculiar traje de esgrima rojo. Muy llamativo claro-

Maria: ¿Y él quien es? -se quito la carilla mirando confundida a la persona que acababa de llegar-

Argencourt: solo aceptamos a los mejores, no a cualquier delincuente.

un nuevo inicio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora