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aviso: este capitulo van a contar los tres cambios principales de la vida de Yuki.


Paz, esa palabra que tanto anhelaba, finalmente había llegado a su vida.

Si decía que su vida había mejorado en todos los aspectos posibles, muchos podrían pensar que exageraba, pero era completamente cierto. Sus visitas a los Grandes Premios donde corría su papá habían comenzado a ser mucho más tranquilas, y por primera vez en mucho tiempo podía disfrutar de las carreras sin esa constante sensación de ansiedad o preocupación.

Uno de los momentos más inesperados ocurrió en el Gran Premio posterior al juicio de Jos. Liam se había acercado tímidamente al área donde estaban Sergio y Yuki. Con una expresión que mezclaba vergüenza y arrepentimiento, pidió hablar a solas con el joven japonés. Aunque al principio la idea lo incomodó, Yuki decidió escuchar.

Liam explicó que aquella tarde, cuando lo arrastró a la sala donde Jos lo agredió, no sabía realmente lo que iba a suceder. Según él, Jos le había asegurado que solo lo intimidaría con palabras para "darle una lección". Sin embargo, cuando escuchó el primer golpe, supo que todo había ido demasiado lejos. Presa del pánico y la culpa, corrió a buscar a Max y Sergio, aunque nunca tuvo el valor de enfrentarse a Jos directamente.

—Sé que mis decisiones fueron cobardes, Yuki, pero no quería que las cosas llegaran a ese punto —confesó Liam con la voz temblorosa—. No tengo excusas, solo puedo pedirte perdón.

Por un momento, Yuki no supo qué decir. Recordar lo que ocurrió ese día seguía siendo doloroso, pero también entendía el peso de las circunstancias.

—Acepto tus disculpas —dijo finalmente, con un tono calmado—. Entiendo que estabas desesperado por asegurarte un asiento mejor, y sé lo que es sentir que tienes que hacer cosas que no quieres para avanzar. Solo... no vuelvas a poner a alguien en una situación como esa.

Liam asintió, aliviado. Aunque la conversación no borró todo lo sucedido, marcó un cierre importante para ambos.

Después de ese Gran Premio, Liam dejó la Fórmula 1. La FIA decidió retirarle la superlicencia, considerando que su implicación, aunque involuntaria, fue una falta grave. Para el resto del año, Liam se despidió de la categoría reina del automovilismo.

Otro cambio sucedió en la relación entre Yuki y Pierre que comenzó a tomar un rumbo diferente, aunque ninguno de los dos lo había planeado de esa forma. Desde el inicio del nuevo ciclo escolar, Pierre se mostraba más atento con Yuki, aprovechando cualquier momento para estar a su lado. Aunque ambos iban a la misma secundaria, la diferencia de un año entre ellos hacía que sus horarios no siempre coincidieran, pero el francés encontraba formas creativas para acompañar al menor en sus tiempos libres.

Yuki, por su parte, estaba aprendiendo a confiar más en Pierre. Tras el caos de los últimos meses, Pierre se había convertido en un apoyo constante, alguien con quien podía hablar sin miedo a ser juzgado. A menudo, se encontraban en la biblioteca después de clases, donde Pierre revisaba sus apuntes mientras Yuki intentaba concentrarse en sus tareas. A veces, el francés hacía comentarios sarcásticos sobre los errores de Yuki solo para verlo sonreír y quejarse.

Un día, mientras ambos estaban estudiando juntos, Pierre decidió ser más directo:

—Yuki, ¿alguna vez te preguntaste por qué siempre estoy aquí contigo? —preguntó Pierre, con un tono que mezclaba diversión y seriedad.

El japonés lo miró, algo desconcertado.

—Porque eres una buena persona y te preocupas por mí... supongo —respondió, sin saber exactamente qué más decir.

¡Yuki!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora