Vientos de Abril 🤎 Completa ✅

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Lo subí re tarde, lo sé, tenía que corregirlo :))
Pero lo principal aquí es... Déjenle un corazoncito a Fernanda Samantha! 🤎👨‍👩‍👦

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UN TAL 4 DE ABRIL...

A Kim se le iba a reventar la panza.

Desde que nos enteramos de que Fernanda venía a bordo, arreglamos el segundo piso y al fin logramos decorarle el cuarto. Kim me sujetó la escalera para poner los cascabeles en el techo. Finalmente el hilo quedó colgando cerca de la cuna de nuestra bebé.

Apenas bajé de la escalera, le di un beso en los labios mientras ella acariciaba su vientre. Había estado algo cansada y de mal humor días atrás; incluso discutimos porque decía que yo derrochaba el dinero, y ahora que íbamos a tener una hija, teníamos que asegurar nuestra estabilidad. Le insistía que tenía un trabajo estable, propiedades..., y que se dejara de creer que no merecía tanto lujo. La cosa es que, al verla llorar antes de acostarnos, suspiré, le pasé un brazo por el hombro y ella se incorporó afirmando su cabeza en mi pecho.

Naturalmente la entendía, fue criada para ahorrar por si el día de mañana faltaba. Incluso la encontré guardando dinero bajo el colchón y me limité a sonreír. ¿Acaso no era consciente de cuánto tenía en mis tarjetas, verdad?

Muchos millones.

—Y bien, Fernanda —me incliné hacia su barriga—, tu mami y yo ya te hicimos tu habitación, estamos seguros de que te va a encantar. Te estamos esperando con ansias y...

Fui interrumpido porque Kim ya estaba llorando, de nuevo, por tercera vez en la mañana.

—¿Pasó... algo?

—¡Es que te ves tan lindo hablándole así a nuestra bebé, pero... p-ero te tengo que interrumpir porque ya quiero ir de nuevo a o-orinar!

Contuve la risa mirando para otro lado, pero se dio cuenta y me alzó la ceja asesina.

—Es normal, Kim.

—¡Vivo con el culo pegado al inodoro, Nicolás!

—Vale, me siento celoso.

—¡No traumes a la niña que aún ni nace! —exclamó.

—Estoy seguro de que no se da ni cuenta de lo que pasa, Ana María.

—Pues comienza a patear cuando ponemos a Michael Jackson, así que ya es fan.

—¿Crees que hace el pasito para atrás en tu panza?

—Supongo que nunca lo sabremos —asintió, reflexiva.

Me mordí el labio inferior y le apreté las mejillas con la mano para darle un beso corto a mi linda.

—Ve a prepararte, tenemos clases de maternidad hoy —dije.

Dicho y hecho, se fue al baño a maquillarse y yo me tomé una ducha para quitarme un poco la tensión del embarazo. Necesitaba esa agua caliente deslizándose por mi cuello. Ver a Kim vomitando o sufriendo por el dolor de espalda me ponía nervioso. A veces pasábamos noches sin dormir y se ponía a llorar.

Sin embargo, no era siempre y la mayor parte del tiempo disfrutábamos del proceso. Cada mes le tomaba una foto y me alegraba de ver cómo su pancita se ponía más redondita con el tiempo.

Cuando finalmente corté el agua, salí hasta la habitación con la toalla envuelta en las caderas. Me detuve cuando vi a Kim sentada en la cama mirándome como un angelito coqueto.