Vientos de Abril 🤎 Completa ✅

Extra San Valentín 🤎

Hola hola!! Gracias por el apoyo luego de finalizar el libro!! Este extra es para ustedes 🤎

¿Qué mejor que ver a Nico y Kim trabajando en la oficina?

Kim Harrison

Estaba ansiosa por recibir mi primer pago, pero nunca llegó. Con lo único que llegué a casa fue con un gorro de la empresa.

Nico me lo regaló por mi primer mes en el hotel y bueno, al menos me servía cuando me tocaba ir por el lado del sol en el autobús.

Supuse que a mi jefecito en pañales se le había olvidado, así que después de una lloradita por no querer ir a trabajar, salí de casa y esperé el transporte para ir al Hotel Meyer.

Nicolás Meyer

Ver... películas... online... gratis.

Bufé cuando sonó el teléfono y tuve que poner la película en pausa. Qué gente más odiosa.

—Hola, Nicolás, jamás me enviaste el correo con las transacciones y los pagos. 

—¿Quién eres?

—¡Soy Laura de contabilidad!

—Oye, Laura de contabilidad, te lo envié antes de ayer.

—Nicolás, no me has enviado nada.

—Te lo envió Kim, mi nueva secretaria.

—Pues tu secretaria está peor que tú.

—Claro que no, tiene un currículum intachable.

Yo defendiendo lo indefendible.

—Solo preocúpense de mandar el correo a medio día sino tendremos problemas con los pagos. ¿Te acordarás?

Le dije que por supuesto que sí y colgué. Puse los pies arriba del escritorio y le di play a la película. Estar en el trabajo me parecía aburrido, más cuando tenías cosas más entretenidas que hacer, como entrenar para el tenis o hacer deporte en general.

Salí de mi estupor cuando me pareció oír una carcajada. Abrí la persiana con los dedos para divisar qué significaba ese desorden frente a mi autoridad.

La respuesta era que había llegado la hormiguita colorada.

Ahora el trabajo se puso entretenido.

Kim se había puesto a parlotear con la chica que reponía el dispensador de agua. Hablaban como si estuvieran contándose un chisme. Admito que me dio risa porque siempre decía que estaba estresada y ahora dele que risotadas.

A la escena se sumó el prevencionista de riesgos. Afirmó el codo en el dispensador frente a Kim y le sonrió coquetamente.

Qué.

Abrí la boca, indignado.

Lo presencié todo frente a mis ojos, ¡todo! y aunque Kim le conversaba relajadamente, conocía esa miradita del muy descarado. ¿¿Acaso no teme en coquetearle a la novia del jefe??