Capítulo 111

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BEATRICE'S POV

—Santiago... —mi madre insistió con la voz firme.

Él suspiró pesadamente, como si estuviera considerando no responder, pero al final lo hizo, mirándome fijamente.—Llamaron y hablé con ellos. Querían hablar contigo, pero no vi necesario pasarte la llamada.

—¿No viste necesario...? —repetí, incrédula.

—Ellos no tienen derecho a exigir nada, Beatrice. Y mucho menos después de todo lo que tú has pasado.

Mi madre se llevó una mano a la frente, claramente frustrada.—Santiago, por favor. Eso no te corresponde a ti.

—¿Y a quién le corresponde? ¿A ellos, que ahora de repente quieren jugar a ser los abuelos perfectos?

Respiré hondo, tratando de contener mi enojo.—Papá, entiendo que quieras protegernos, pero no te corresponde decidir por mí. Si querían hablar conmigo, al menos debiste avisarme.

—¿Para qué? ¿Para que te manipulen? —respondió él, con un tono lleno de desaprobación.

—No son ellos quienes me manipulan, papá, y tampoco tú deberías intentarlo.

Su expresión cambió ligeramente, como si mis palabras lo hubieran golpeado, pero no dijo nada más.

—Santiago, necesitas entender que esta no es tu decisión. Beatrice es adulta, y si quiere hablar con los padres de Joe, es asunto suyo. —intervino mi mamá.

—Gracias, mamá. —Le dirigí una mirada agradecida antes de volverme hacia mi padre. —Necesito que confíes en mí. Sé lo que estoy haciendo, y quiero que Kate tenga la oportunidad de conocer a toda su familia, si es posible.

—¿De conocer a Jim? ¿El hombre que dijo que Kate no serviría para su estúpido legado familiar? ¿A Robin? ¿Una mujer que insinuó que te aprovechabas del dinero de su hijo? ¿Eso quieres para Kate? ¿Crees que se perderá de algo importante si no conoce a esas personas? Está mejor sin ellos, Beatrice.

—¿Cómo sabes eso, papá? —Mi tono fue seco, directo, porque sabía que yo nunca le había dicho esas cosas.

Mi padre apretó los labios y desvió la mirada por un momento antes de responder.

—No importa cómo lo supe...

—Claro que importa. Yo nunca te conté, jamás les mencioné lo que me había dicho Joe... —insistí, mi voz subiendo ligeramente.

—¿Por qué no? —interrumpió él, con un tono acusador. —¿Para protegerlo, verdad? Siempre estás buscando cuidar la imagen de ese hombre, aunque no lo merezca.

—Ese no es el punto, papá. —Intenté mantener la calma, pero sentí el peso de sus palabras cargando sobre mí.

—¿Bea, es verdad? —La voz de mi mamá interrumpió el intercambio, suave pero cargada de preocupación. Me miró con una mezcla de incredulidad y tristeza. —Beatrice...

Sentí mi garganta cerrarse por un momento. Sabía que no podía evadir la verdad, aunque no quería revivir esos recuerdos.

—Sí, mamá. —Finalmente respondí, con la voz apenas un susurro.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Mi mamá se sentó lentamente, como si las piernas le fallaran.

—¿Por qué nunca nos dijiste nada? —preguntó ella, su tono dolido.

—Porque... porque no quería que lo odiaran más de lo que ya lo hacen. —Admití, sintiendo cómo mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. —Joe me contó esas cosas porque quería que supiera lo que había pasado, pero también porque... porque él estaba tratando de arreglarlo, de manejar la situación. No quería que se convirtiera en otro motivo para que lo juzgaran.

we can't be friends | Joe BurrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora