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CAPITULO 126 - 130

126: atascado

Al oír la voz de la persona que estaba afuera de la puerta, Shi Man levantó la mano y cerró la puerta con llave. Sin decir palabra, volvió a meterse en la bañera para bañarse.

Fuera de la puerta, Yi Zheng escuchó el alboroto que había en el interior y sacudió la cabeza divertido. Cuando su mirada se cruzó con la de Shi Mu, que estaba asomando la cabeza desde la habitación contigua, sus ojos sonrientes se volvieron fríos y afilados de inmediato.

—¿Quién te pidió que subieras? —Shi Mu lo miró con tristeza. Sus fosas nasales estaban ligeramente levantadas, como si no tomara en serio a Yi Zheng.

Naturalmente, Yi Zheng no se enojó con él. Se volvió para mirarlo con elegancia. "La tía Shen te pidió que bajes a cenar".

—Oh —al oír que era su madre, Shi Mu cerró la boca con resentimiento, pero sus ojos seguían mirando a Yi Zheng con cautela—. Llevaré a mi hermana abajo. Puedes irte primero.

—Muy bien, gracias —Yi Zheng sonrió significativamente y se dio la vuelta para bajar las escaleras.

Shi Mu frunció los labios y salió de la habitación. Justo cuando estaba a punto de llamar a la puerta de Shi Man, de repente se dio cuenta de algo y pisoteó la figura que se alejaba de Yi Zheng. Dijo enojado: "Estoy derribando a mi propia hermana. ¿Qué quieres decir con agradecerme? ¿Qué tiene que ver contigo?"

Antes de que pudiera terminar de exasperarse, Shi Man de repente abrió la puerta y lo miró sin expresión. "Hermano, vámonos".

—Ah, está bien. —Shi Mu dejó de hablar rápidamente y siguió a Shi Man escaleras abajo, avergonzado. Maldijo a Yi Zheng innumerables veces en su corazón.

En la mesa del comedor, Yi Zheng tomó la iniciativa de ayudar a Shen Xian a preparar los platos. Dejando de lado el hecho de que no le gustaba Shi Man en el pasado, Yi Zheng siempre había sido un joven modelo frente a sus mayores.

Después de que Shi Mu siguió a Shi Man y se sentó en la silla desanimado, comenzó a mirar fijamente a Yi Zheng.

No podía creer que ese tipo pudiera seguir fingiendo. ¡Seguiría mirándolo y esperando a que se delatara!

"¿Qué estás mirando? ¿No vas a ayudar con algún trabajo?" La educación de Shen Xian fue muy estricta. Por lo general, les pedía a sus hijos que hicieran todo lo posible para evitar que se volvieran perezosos.

Aparte de Shi Man, sus otros hermanos habían hecho más o menos muchas tareas domésticas en casa.

Shi Mu asintió y se dirigió lentamente a la cocina. Tomó un plato del sirviente y lo colocó especialmente frente a su hermana. La persuadió con cuidado: "Hermana, te gusta este plato. Tienes que comer más después".

Shen Xian observó con satisfacción cómo Shi Mu cuidaba inconscientemente de su hermana. No pudo evitar darle una palmadita en el hombro y elogiarlo: "No está mal, Xiao Mu. Creo que realmente has crecido mucho ahora. Ya no solo haces tonterías como cuando eras joven".

Shi Mu inmediatamente levantó la cabeza con orgullo y miró a Yi Zheng con desdén. "Por supuesto. Pase lo que pase, adoraré a mi hermana y la amaré, a diferencia de algunas personas que solo saben lo que es el arrepentimiento ahora".

Yi Zheng se rió entre dientes y se sentó a la mesa del comedor. Tomó el pañuelo empapado y se lo entregó a Shi Man. "Primero límpiate las manos. Podemos comer pronto".

Shi Man lo miró sin expresión y de repente sonrió con frialdad, como si quisiera ver qué más tenía bajo la manga. Levantó la mano y tomó su pañuelo. "Está bien, te escucharé".