Jay, nuestro protector | Omegaverse Harem

Capítulo 66

Sunoo y Jungwon quedaron mudos en la sala del hospital, no solo ellos, todos en general.

Ni-Ki dio a luz finalmente, su panza estaba por estallar de lo grande que se veía cargando a los gemelos.

Jay no sabía cómo sentirse ante la llegada de sus cachorros, su corazón pulsaba de una manera un tanto extraña, en parte contradictoria, en parte confundida.

Todos en la sala se miraron entre sí, estaba la familia entera y extendida dentro, con Ni-Ki cargando a sus dos hijos en cada brazo aún en la camilla del hospital, no había pasado ni 5 horas de que habían nacido sus bebés.

"Felicidades, Sr Jongseong, su omega ha dado a luz a dos niñas perfectamente sanas" Lo felicitó el Dr.

Jay lo ignoró brevemente y se acercó a su omega, acercando su nariz a este para verificar que nada estuviese fuera de lugar y su salud estuviese plena.

Ni-Ki inclinó un poco su cuello para dar espacio al alfa, soltando unas risitas nerviosas por el comportamiento natural del otro.

"Estoy tan feliz, no puedo creer que me hayas dado dos niñas hermosas" Ronroneó Jay cerca del cachete ajeno.

Aún así, la nariz del alfa se movía inquieta de rato a rato.
Este fue evidente al no poder contenerse y agacharse a olfatear a las recién nacidas.

No pasó nada fuera de lo normal con la primer niña, sin embargo la tensión fue abrumante al momento de pasar a la segunda.

Las pupilas de Jay se dilataron en medio segundo y sus colmillos se elongaron hasta su límite, el gruñido que surgía directo de su pecho se pudo sentir en toda la habitación por el vibrar que generaba.

Como antes se mencionó, estaban todos ahí. Eso incluían a los padres de Ni-Ki y a los padres de Jay también.

"No te atrevas, mocoso" Gruñó Sehun.

Jaebum fue el primero en ir tras Jay y estironearlo con fuerza del brazo para alejarlo de su hijo y nietas a la vez.

"¿Qué mierdas estás pensando?" Escupió el padre de Ni-Ki con las pupilas en alerta ahora.

Rápidamente fue secundado por Sehun quien tomó a Jay del cuello y lo pegó a la pared con un fuerte retumbar del concreto.

"No puedo creer que seas de mi sangre, enano" Habló su padre.

Jay respiraba agitado, con el pecho subiendo y bajando, el color de sus ojos se volvieron dorados, apenas visibles como un anillo de oro en cada lado.

La vista era dramática a más no poder, los omegas podían incluso imaginar la espuma saliendo por la boca de Jay, cosa que en realidad no estaba ocurriendo por suerte.

"Huele-a-otro" Exhaló entre dientes Jay, tratando de recuperar la compostura.

"¿Crees que esa es suficiente razón para hacerle daño?" Chistó Luhan con los nervios de punta.

"Estás loco si crees que te fui infiel" Se defendió Ni-Ki.

"Ni tú ni yo o nuestros padres tienen el pelo negro" Replicó el alfa.

"Estás imbécil, mi papá tiene el pelo negro" Contraatacó Ni-Ki.

"No huele a mí" Insistió el alfa quien seguía sostenido por Sehun, aquel que tampoco reducía la presión de su agarre en ningún momento.

"Eres estúpido Jay, es imposible que una sea tuya y la otra no" Razonó Sunoo como si fuese algo obvio.

"No me traten de loco" Gruñó de nuevo.

"Y yo que pensaba que eras más inteligente de lo que creía" Habló por primera vez un muy callado Hanse que se hallaba al fondo de todo.

"No es momento para tus insultos de siempre" La rabia de Jay iba bajando con cada segundo, el shock de encontrar otro aroma en su hija siendo cada vez más lejano.

"Es mío, pedazo de energúmeno" Hanse se cruzó de brazos esperando la siguiente respuesta del rubio con ansias.

Algo pareció caer sobre la cabeza de Jay en ese momento, otra ola de pensamientos contradictorios y un sentido extraño de alivio mezclado con celos y posesividad.

La mezcla de emociones en el alfa fue tal que su aroma comenzó a apestar en la sala, todos siendo afectados por su aroma a carne podrida.

"Sáquenlo antes de que mis hijas empiecen a llorar porque su papá apesta" Un muy enfurruñado Ni-Ki exigía mientras acogía con más fuerza a sus bebés bajo su pecho.

Jaebum y Sehun utilizaron sus fuerzas para arrastrar a Jay muy a su contra, aunque este no luchaba, no se veía muy contento de abandonar a su pareja nada más dar a luz.

Una vez fueron todos echados al pasillo, la tensión se liberó un poco. Lo único remanente siendo la vergüenza ajena instalada segundos después de la revelación.

Jay y Hanse no se miraban, cada uno dándose la espalda con brazos cruzados. Hanse enojado con Jay por no considerarlo una posibilidad y Jay por ser básicamente avergonzado frente a todos.

"Hiciste una re escenita" Tiró Hanse con veneno.

"Se llaman instintos, no son controlables" Se defendió con rapidez el pelirubio.

"Casi matas a tu hija" Gruñó.

"No lo iba a hacer ni en un millón de años"

"Ah, solo ibas a acariciar su cuello con tus garras" Arrugó el ceño.

Jungwon y Sunoo se miraban entre sí, Jungwon cargando a su bebé quien no reaccionó en ningún momento y seguía como si nada.

"Si me preguntan a mí, yo tampoco sabía que era posible" Comentó Sunoo en medio de la competencia de miradas entre los alfas.

"Se llama superfetación, no se me ocurrió avisarles, pero yo sí lo pensé al oír que Ni-Ki tendría gemelos..." Habló Jungwon.

Hanse y Jay voltearon sus miradas hacia ellos, ya libres de toda expresión airada.

"En fin, yo creo que deberíamos celebrar!" Exclamó el alfa de la nada.

"¡¿Planeas dejarlo pasar nomás?!" Un irritado Hanse reclamaba.

"Shh, no grites, hay bebés acá" Murmuró Jay agarrando a su hijo de los brazos de Jungwon.

"No pienses escudarle con el niño" Dijo Hanse con la voz un poco más baja para no perturbar al bebé.

"No sé de qué hablas" Respondió Jay antes de dejarle un besito a su bebé en la frente.