Capítulo 54

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Jay utilizó ambas manos para alzar al omega, lo suficiente para alinearlo a su hombría después de hacer a un lado su colita de ocelote.

"Ahora siéntate, pero lento" Aconsejó el alfa dejando besitos a lo largo del cuello del omega.

Este le hizo caso, no tenía de otra tampoco. Bajó lentamente por el falo de su alfa, un gemido queriendo traicionarlo cada vez que un centímetro más lo penetraba.

Esta vez con más paciencia, Jay dejó que Niki se tome su tiempo, aunque a medio camino mandó todo a la mierda y de un sentón le sacó un gruñido al alfa, este apretando sus dedos en la cintura del omega hasta dejar marcas.

"Aprietas demasiado bebé, relaja un poco" Gruñó Jay cerca de su oído.
Estuvo cerca de venirse justo en ese momento, suerte tenía buen autocontrol.

Pronto el omega comenzó a moverse, suspirando fuertemente mientras iba de adelante atrás y en círculos, tratando de acostumbrarse.

Una vez sintió las manos de Jay apretarse alrededor suyo sabía que debía apurarse, este lu ayudó a levantarse hasta que solo la punta permanecía en su culo.

Suspiró una última vez antes de dejarse caer de lleno, y así lo mantuvo el alfa.
Haciéndolo subir y bajar bruscamente, cada vez que descendía era una puntada de placer para el omega.
"Oh, hyung, no puedo" Lloriqueaba Niki.

"Vamos bebé, yo sé que sí~" Lo halagaba el alfa con cada caricia en su cuerpo, hasta que ambos hallaron un ritmo satisfactorio para los dos.

"Dios, h-hyung!" Niki tenía sus manos bien puestas en la espalda del alfa, con sus garras afuera, sin importarle la posibilidad de clavarle a su pareja.

Jay movía sus caderas erráticamente, buscando coincidir con cada bajada del culo de su omega, sacando a este de sus casillas por cada abrupta intromisión.

Niki tiró cabeza hacia atrás, tratando de mantenerse consciente con cada descarga de placer que atravesaba su cuerpo. "Agh~ por dios Jay, necesito que te vengas dentro mío de nuevo"

A este punto Niki subía y bajaba con un ritmo descomunal, le dolía un infierno ya el culo y no podía esperar a ser llenado una vez más por su alfa.
Pero este estaba pensando totalmente en otra cosa.

Jungwon y Sunoo podían jurar que veían algo rojo en los ojos del alfa, ambos sabiendo lo que se venía.

Niki seguía saltando sobre el pene del alfa, perdido en el placer, buscando su propia liberación con los ojos blancos.
Hasta que alineó su mirada de nuevo con la de su pareja, siendo atrapado inmediatamente por esos rojos ojos.
Con el culo bien sentado en el regazo de su alfa sintió estremecerse.
Y no era por el nudo del alfa que ya lo tenía atascado.

Nadie pudo advertir el momento en que Jay clavó de lleno sus colmillos en el cuello del menor, sacándole un lastimero alarido a la vez que eyaculaba en medio de sus abdómenes y clavaba sus garras en la espalda ajena.

Tanto Sunoo como Jungwon y Hanse sintieron una corriente pasar por sus vértebras, sus pupilas se dilataron por completo cuando sintieron la conexión del omega a través del lazo concretarse.

Jay se separó después de unos segundos del cuello del omega, lamiendo la herida con su áspera lengua para sacar todo el exceso de sangre.

Una explosión de aromas ahogó la habitación, producto de la felicidad de todos.
Hasta alguien kilómetros podría adivinar lo que estaba ocurriendo en esa casa.

Hanse lentamente se acercó por detrás de Niki, inmediamente recibiendo un gruñido celoso por parte de Jay.

"Shh, cálmate rubia que sólo soy yo" Chistó el delta antes de pasar sus labios por la marca recién hecha del omega, asegurándose que no se venía ningún peligro.

Dejó un besito en el cachete de su debilitado omega, dejando entrever todo su cariño y amor por este.
Niki solo soltó un balbuceo incoherente, abrumado por todas las emociones que sentía en ese momento.

Con cuidado Jay lo acostó consigo mismo, alzando una pierna del omega sobre su cadera, así no le dolería tanto si su pene se movía.

Hanse solo miraba desde arriba, luego utilizó sus dedos para mover el cabello de Niki detrás de su oreja, liberando un poco su rostro y dejando ver lo cansado que estaba.

Jungwon y Sunoo se acercaron por detrás, agarrándose de cada brazo de Hanse para mirar la escena.

No tuvieron que esperar mucho tiempo para ver como Jay sacaba su grueso falo del agujero del omega, dejando un obvio residuo de su semilla escapar por sus nalgas.

Sunoo y Jungwon se miraron entre sí, tensionados, desde su lugar podía ver como el alfa los miraba con esos ojos dorados llenos de deseo aún.
No entendían cómo podía tener tantas energías.

Este se levantó lentamente sin interrumpir el descanso de Niki quien soltó un lloriqueo ante la pérdida de los brazos de su alfa, pero fue rápidamente remplazado por Sunoo quien se acurrucó con el omega y lo llenó de besos en medio de un abrazo.

Jungwon se encontró solo, totalmente solo.
Con dos miradas totalmente puestas encima suyo, Hanse y Jay lo miraban con unos ojos que no dejaban nada a la especulación. Sabía exactamente lo que ambos querían.

Jungwon quiso encogerse aún más si era posible, sentía hasta la respiración de ambos alfas en su cuello, ser el más bajo entre los tres no ayudaba en nada.

Sintió el duro miembro de Jay pegándose a un costado suyo mientras este pasaba sus manos por su cuerpo, y no tardó en sentir lo mismo del otro lado por parte de Hanse.

A pesar de lo asustado que estaba el omega, su cuerpo indicaba todo lo contrario, por como sus pezones se erizaban y sus nalgas se cubrían con más lubricantes.

"Estoy seguro que a tu hyung no le molestaría compartir... O sí?" Preguntó Hanse con sus labios pasando por el cuello de Jungwon, provocándolo.

"A mí no me molestaría, y a ti bebé?" Preguntó Jay pasando su lengua encima de la marca que portaba Jungwon cerca de su hombro.

El omega estaba suspirando, con su pecho subiendo y bajando de anticipación.
Con varias manos recorriendo su pequeño cuerpo, una de ellas encargándose de acariciar su pene y otra yendo directo a la fuente de todos sus placeres, incertando un dedo en su interior.

"Yo creo que ya está más que preparado para recibirnos..." Habló Jay, ahora con dos dedos en el interior de su omega.

"Para r-recibirlos?" Balbuceó Jungwon mirando a los dos.

"Exacto, a ambos..." Confirmó Hanse acariciando las orejas de conejo qué aparecieron entre sus cabellos hace ya momentos atrás.

Sin responder más dudas, Hanse pasó a sentarse contra la cabecera donde antes estaba el alfa.
Estirando de su mano al omega, Hanse lo ayudó a sentarse sobre su regazo.
Pronto el omega entendió a donde iba todo.

Jay, nuestro protector | Omegaverse HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora