𝕭𝖆𝖉 𝖌𝖎𝖗𝖑 / / 𝕯𝖆𝖛𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖙𝖆𝖎𝖓𝖊

7

Después de aquella noche insistí en pretender que Dave Mustaine y yo jamás tuvimos contacto alguno, quise aparentar que todo estaba bien, pero cada noche me ahogaba entre botellas de alcohol y lágrimas. Sola. No quise contactar a Metallica, eso sería dejarme en ridículo a mí misma. Me estaba derrumbando por dentro aunque cada día y cada noche tuviera que aparentar que todo me importaba una mierda.

Eventualmente, gracias a un esfuerzo sobrehumano y con la ayuda del tiempo, lo logré.

Todo dejó de doler un par de meses después, dejé de sentir una gran mayoría de sentimientos. Seguido llevaba chicos mayores que yo al apartamento, con las esperanzas de sentir algo más que solamente lujuria. Algo parecido al amor.

Pero eso ya no existía para mí. Esa parte mía había muerto tiempo atrás.

El veintiocho de octubre de 1983 salió 《Kill 'em All》 al mercado. Se preguntarán: ¿qué rayos es eso? Bueno, 《Kill 'em All》era el nombre del primer disco de estudio de Metallica. Justo como me lo esperaba, utilizaron todas las canciones de Dave, otorgándole el mínimo crédito por las canciones creadas únicamente por él.

La radio estaba llena de canciones suyas, MTV pasaba montones de entrevistas a ellos diariamente. Todos los amaban, les iba de maravilla. El mundo se abría frente a sus propios ojos. Nadie recordaba al primer guitarrista; Dave Mustaine, ni siquiera yo.

El alcohol ya no era una opción, era una más bien una tradición obligatoria en la banda, y a nadie parecía molestarle en lo absoluto. La dependencia a la cocaína comenzó a ponerse seria cuando noté que Jodie se ponía nerviosa a cada rato, las manos le temblaban y perdía peso continuamente. No hacía falta pesarla, se le notaba incluso en la cara, pero ella nunca decía nada. Todas sospechábamos que tenía un pasado oscuro aunque nadie se animaba a preguntarle. Angie desaprobaba el uso de la cocaína muy a menudo, nos advertía justo cuando teníamos la jugosa línea frente a nuestros propios ojos disponible y para nosotras solas. Ella hablaba y hablaba de los peligros hasta que finalmente Jodie abría los ojos como si en cualquier momento fuese a pegarle una hostia en la boca. A pesar de las numerosas advertencias, Jodie, Scarlett y yo esnifábamos la sustancia sin arrepentimiento alguno.

El alcohol y la cocaína se convirtieron en una especie de escape para mí. No tenía nada claro, no sabía a dónde quería llegar, ni siquiera sabía qué sería de mí al día siguiente. Vivía al día. Tanto me había advertido Marianne acerca de todo esto... Pero eso ya no importaba, probablemente yo ya estaba muerta para ella desde hacía meses atrás.

Respecto al rumbo de la banda, conocíamos personas por todos sitios... dueños de bares, cantineros e incluso meseros. Básicamente pasábamos las noches recorriendo las calles de Los Ángeles, brincando de bar en bar, negociando con los dueños. Generalmente, la velada se desenvolvía dependiendo del resultado que las negociaciones dieran. Si nos aceptaban, bebíamos. Si un rechazo ocurría, bebíamos. Podrán sonar ambas cosas completamente iguales, pero el motivo y nuestras actitudes, naturalmente, serían infinitamente distintas en cada situación. Adam nos había mandado a tomar por culo un par de noches atrás, resultó que nosotras éramos "incontrolables", pero la única verdad es que Adam no tenía ni puta idea de cómo manejar una banda. Entonces comenzamos a ocuparnos de nosotras mismas.

Aquella noche no era nada diferente a las demás. Estábamos bastante lejos del apartamento y usualmente nos movíamos en el transporte público. Teníamos la camioneta del hermano de Angie a nuestra disposición siempre, pero la gasolina no te la regala nadie. Así que normalmente andábamos en el transporte y nos ahorrábamos el dinero de la gasolina que luego compraría alcohol y pagaría parte de la renta. El bar de esa noche se hacía llamar "Devil's Mouth", lograr conversar con el jefe fue bastante complicado, ya que se trataba de Al White, un viejo estirado con pocos años restantes, y montones de dinero en los bolsillos, junto a una mala reputación de maltratar a la gente en general. El negocio estaba a punto de caer en manos de su hijo mayor; Gary, por lo que el viejo Al no quería saber más nada del bar.