𝕭𝖆𝖉 𝖌𝖎𝖗𝖑 / / 𝕯𝖆𝖛𝖊 𝕸𝖚𝖘𝖙𝖆𝖎𝖓𝖊

12

El mal sabor de boca que me dejó la escena pasada no se comparó a cómo se sentía el ver a esta rubia bonita enredando sus manos en Dave. Él lucía incómodo, pero demasiado ebrio como para que le molestase. Junior reía acerca de algo que la chica le contaba, y yo volví a la barra a tomar varios shots de whisky.

Regresé a la mesa poco tiempo después, con cinco caballitos de whisky recorriendo mi sistema. Me pesaban los pies e iba pensando en mil insultos distintos a la misma vez. Dave ya estaba luchando por seguir despierto, en la mesa habían fácilmente más de quince botellas de cerveza y varios caballitos desparramados sin orden por todo el lugar. No pude ver a Junior, pero de cualquier forma mi vista no era de fiar en ese momento. Una cosa de la que sí estaba segura, es de que la chica aún seguía ahí. En ese momento me estaba dando la espalda ya que se estaba concentrando en intentar besar a Dave, quien a pesar de no estar en sus cinco sentidos sabía que era una mala idea.

De haber estado sobria quizás no hubiese reaccionado de esta forma...

Le jalé del cabello, despegándola de Dave en menos de un santiamén y mandándola directo a azotar contra el piso. Obviamente la chica gritó mientras eso sucedía. Dave se quedó quieto, sin mover un solo dedo, analizando la escena con la nula sobriedad que tenía en la cabeza.

La chica se recompuso y me observó confusa.

--¿¡Qué mierdas te pasa!? --al parecer su fuerte acento se engrosaba más con el enojo. Se acomodó el cabello y creo que quedó más revuelto de lo que estaba.

--¡Quita tus manos resbalosas de mi novio, pedazo de zorra! --incluso yo me asombré al no enredarme con las palabras. Me concentraba en mantener la guardia firme, pero mi equilibrio estaba jodido.

--Pues en ningún momento mencionó tener novia, e incluso ya le di mi número, ¿estás segura de ser su novia, perra estúpida? --habló engreídamente.

--¡Sólo mira al pobre cabrón, no se puede ni parar! ¡Mañana ni siquiera se acordará de ti, amorcito! Anda, mejor ve a tirarte a tus compañeros de banda, que de seguro así conseguiste tu lugar --ahora las personas adyacentes a nosotras tenían su atención puesta en la pelea.

--No, no fue así --vi cómo el coraje se le acumulaba, de seguro no tardaría mucho en golpearme--, ¿tú qué mierdas sabes si ni siquiera tienes banda, hija de las mil mierdas?

--Para tu información, claro que la tengo, perra sarnosa. Y somos mejores que tu banda de mariconas.

--Ah, ¿entonces quieres una batalla de bandas?

--Te gano cuando quiera, puta resbalosa.

--Nos vemos aquí, en dos semanas para una batalla de bandas --solté un risa egocéntrica. Podría derrotarla incluso con los ojos cerrados.

--¿Y qué me ganaré cuando te rompa el culo con mis canciones?

--Nuestro contrato con una disquera.

--¡Doro, cállate la puta boca ya! --escuché a un chico gritándole, quien se acercaba desde lejos, era el tipo que tocaba el bajo en la banda.

--Es más fácil que me lo des de una puñetera vez, sería menos humillante para ti y tu banda mediocre de puta mierda --sonreí victoriosamente, la chica volvió su mirada a mí, y apretó la mandíbula. Dave se puso alerta, pero él sabía que ya no había forma de detenerme, una vez que iniciaba una pelea hacía de todo para terminarla, justamente cómo él lo haría.

En eso, la rubia se abalanzó hacia mí, y fuimos a dar a otra mesa donde estaban unos chicos tomando tragos. Impacté contra la mesa la cual colapsó al instante y en menos de dos segundos ya estábamos peleando en el suelo, jalándonos del cabello, rasguñándonos las caras, maldiciéndonos mutuamente... En fin, peleándonos como un par de gatas por Dave y el contrato. Joder, las locuras que llegué a hacer por él.