Pollo.

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(Kumi POV)

Llegué a ver cómo Kobalt se iba con un portazo. Nos miramos extrañados con Alex, cuando un golpe sordo resonó en una de las habitaciones cercanas no pudimos evitar apresurarnos e ir hasta allí. Al entrar Mi y Jason se encontraban cabizbajos, cada uno mirando para un costado distinto. Mi hermano le dio un golpe a la pared; la furia se reflejaba en sus ojos.

-¿Qué pasó? - pregunté consternada.

-Nada.

El tono cortante de Master me indicó que algo no iba bien. Puse una mano sobre su hombro sonriendo levemente. Usé mi típica frase, bueno, la típica frase; "puedes contarme lo que sea". Mi reflejo tan solo apartó bruscamente mi extremidad luego de haber chasqueado la lengua. Inusualmente enojado se retiró del blanco cuarto. Miré a mis amigos expectante. Tras un triste suspiro, mi mejor amiga se dignó a hablar.

-Se han peleado fuertemente con Kobalt.

Eso me tomó por sorpresa. Sabía que discutían, pero nunca había sido tan fuerte como para generar tales reacciones. La gran pregunta ahora era por qué. Sin aguardar mucho emití mi duda.

-Por ti.

-¿Por mí?

Jason exhaló fuertemente, se rascó la nuca incómodo y tomó la palabra.

-Pues no exactamente por ti. Master te aprecia mucho, y no está muy feliz de que andes por ahí con Alex. Luego de lo que te hizo, podría decirse que nunca más lo perdonó. Kobalt, por otra parte, está a favor de su amistad. Dijo que debía dejar que cometieses tus propios errores, que estaba bien que quisiera protegerte, pero que debe dejarte tu aire. Master se puso como loco y lo mandó a freír churros diciéndole que no es parte de su familia y que no se meta. Al enano le dolió. Con ese sufrimiento no solo le contó un par de verdades, sino que también le aclaró qué es la familia. Además le dijo que... que se olvidase de él.

-" No seré parte de su familia por lazos sanguíneos, pero soy su amigo y tu novio. Soy parte de tu familia, al igual que tú eres parte de la mía. Todos nosotros somos una gran familia. Nos protegemos, pero sabemos cuándo debemos dejar que el otro aprenda de sus propios errores. Si no eres capaz de entender eso pues simplemente esperaré a que recapacites. Hasta entonces, olvídate de mí." Algo así dijo - agregó la pelirroja.

Dichas palabras me llegaron al corazón. Con ellas un oleaje de malestar se aposentó en mi pecho. Tan solo los observé tristemente. No podría creer que se hubiesen peleado por mi culpa. Bueno, no soy exactamente la causante del problema, pero estoy incluida en él. Les pedí disculpas a todos de parte de mi hermano y me retiré del lugar con el rubio siguiéndome.

Lo único que deseaba era llegar a casa para poder poner a Master en su lugar. A decir verdad, estaba del lado del enano. Por un lado estaba agradecida de que Kobalt me hubiese defendido hasta el punto de pelearse con su novio, pero por el otro estaba apenada de las consecuencias que conllevó. Como tercer sentimiento respecto a la situación, tenía la ira ¿Cómo podía mi gemelo ser tan Australopitecos como para pelearse por algo así?

Apretando los puños aceleré el paso. Escuché al Neanderthal quejarse por mi velocidad, pero a este punto me valía un pepino lo quisiese decirme. Tenía que hacer a mi hermano recapacitar antes de que fuese demasiado tarde y esta disputa durase para siempre.

Un agarre me frenó por completo. Antes de que pudiese estamparle un puñetazo a quien fuese que me estaba sujetando, éste me aprisionó contra su pecho. El aroma que emitía Alex se infiltró a través de mis fosas nasales. Intenté resistirme a su fuerte agarre, mas el rubio no parecía querer dejarme ir. Sus dedos se mezclaban entre mis cabellos, acariciándolos.

Co. 59 27Donde viven las historias. Descúbrelo ahora