¿Qué onda gente? :D Omg estoy al principio (?) Bueno, bueno, me calmo D: ¡En fin! Solo venía a recordarles que el siguiente capítulo no sigue el hilo principal de la historia :3 Y nada, ¡Feliz navidad hermosuras! :DD <3
------------------------------------------------------------
(Kobalt POV)
Abrí la puerta de casa aún con el pequeño Ryuuta en mis brazos. Master me seguía cargando todos los regalos que le habían hecho a nuestro hijo adoptivo. Hacía apenas un año que se había unido a nuestra familia, mas ahora no podríamos imaginarlo de otra manera. Al niño lo adoptamos cuando cumplió cinco años. Costó lograr que se abriese con nosotros cuando lo íbamos a visitar al orfanato, mas luego de un par de visitas mostró su verdadera naturaleza. Un dulce muchachito llenaba ahora de risas nuestro hogar.
Dejé al bello durmiente en su respectiva cama antes de volver con mi esposo y desplomarme a su lado en el sillón de la sala de estar. Bostecé agotado. Había pasado toda la noche jugando con nuestro hijo y las de Kumi. Ambas eran un amor y andaban particularmente contentas, ya que, al parecer, tendrían un hermanito. Los tuve que entretener hasta que "llegase Papá Noel". Me resultaba placentero corretear por ahí junto a ellos, aunque era algo agotador. Prácticamente no había tenido tiempo para hablar con el resto de los invitados.
Como en todas las navidades nos habíamos sorteado en dónde se festejaría. Este año había salido la casa de mi madre (en otras palabras, donde vivía cuando era joven). Allí nos juntábamos Lisa, Master, su hermana, el esposo de ésta, nuestros respectivos hijos y yo. Usualmente la castaña y su familia venía el veinticuatro a la noche y el veinticinco se iba a lo de su suegra. Se había encariñado tanto con mi progenitora y conmigo que venían todos los años sin importar qué. Siempre resultaban divertidas las reuniones.
Sentí un brazo pasarse sobre mis hombros. Me tiré hacia la izquierda, sabiendo que aquél hombre con el que salí durante tantos años estaba ahí dejándome usarlo como puff. Instintivamente cerré los ojos, enfocándome únicamente en tres cosas: su calidez, su aroma y su tacto. Claro que salté cuando sentí su mano tocar mi entrepierna.
-¿Q-Qué cre-crees que haces, idiota? - tartamudeé sonrojado.
------
(Master POV)
Coloqué la palma sobre su bulto antes de comenzar a delinearlo con un solo dedo.
-¿Sabes? Hace como cuatro meses que no tenemos sexo -susurré contra su roja oreja.
Sentí como mi pequeño (el original) se estremecía bajo mis caricias. Mordí su lóbulo intentando convencerlo. Mi peliceleste soltó una pequeña exclamación. Dispuesto a continuar con mi labor lo acosté en el sillón y poniéndome enseguida sobre él para que no pudiese escapar. Lo besé, sabiendo que no podría resistirse. Al separarme y ver que continuaba con los ojos cerrados sonreí; lo tenía a mi merced.
Pasé mi lengua con suavidad sobre su cuello. Era cierto que antes cogíamos cual conejos y ahora ya no, pero creo que no perdí mi toque. Mordí su piel como tantas otras veces. Esperaba un gemido de su parte, pero lo único que recibí fue un ronquido. Levanté la cabeza extrañado.
Ahí estaba él, durmiendo plácidamente mientras que yo quería darle duro. Suspiré resignado; para la otra vez sería. Aún recordaba las Navidades anteriores. Ah, cómo "nos divertíamos" hasta el amanecer. Esbocé una dulce sonrisa.
-La edad nos está afectando, ¿no crees, Co? - susurré antes de cargarlo.
Estaría más viejo, pero aún conservaba la fuerza como para llevar a mi princeso hasta sus aposentos, donde me tiraría con él hasta que Ryu nos despertase al día siguiente.
ESTÁS LEYENDO
Co. 59 27
Novela JuvenilChico nuevo, año nuevo, chicas babosas nuevas, gente nueva, típico. Lo único que no se esperaba Kobalt era a aquél chico de bufanda roja y ojos verdes. No era como el resto, eso era claro. Según le contaban era alguien amable, tierno y que siempre a...