Capítulo 7

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Cuando me levanto escucho gritos por el piso de abajo, me visto (multimedia) y bajo a el salón para encontrárme a Damon y a Stefan quienes están discutiendo.

-Oye.- Digo pero ni caso.-Hey.- Mi paciencia se esta esfumando.-HEY PAR DE IMBÉCILES.-Ahora ellos me miran y yo suspiro.- ¿Qué pasa ahora?-Pregunto mientras me bebo un vaso de sangre.

-Han secuestrado a Elena, sabemos donde esta gracias a Bonnie y vamos a ir a por ella.-Dice Stefan y yo asiento.

-Pues vamos, se nos hará tarde.-Digo y ellos me miran preocupados.-Jeremy es mi amigo y no voy a dejar que se quede sin su hermana, vamos.-Explico mientras camino hacia la salida y me monto en el coche de Damon.

Cuando llegamos hay un vampiro dentro, no queremos llamar su atención, cogo el brazo de Elena y la pongo junto a mi haciéndole una seña para que se calle, ella asiente y Damon le ataca, joder ¿quien es el chupa sangres ese? Miro a Rose quien me mira con ojos llorosos, Rose y yo nos conocemos de hablar dos o tres veces nada más, ella susurra un nombre pero estoy tan distraída que no me doy cuenta de que nombre a dicho.

-Chicas!-Grita mi hermano Damon, yo salgo y miro en la puerta el vampiro que está clavado, abro mucho los ojos y me pongo pálida, al instante todo se vuelve negro, era Elijah.

Cuando despierto todo esta un poco borroso pero miro a mi alrededor y veo como todos me miran, con todos me refiero a Caroline, Bonnie, Damon, Stefan, Alaric, Elena, Jeremy y Rose.

-Mi cabeza.-Suspiro y recuerdo a Elijah, cierro los ojos con fuerza.

-Zoe ¿quien era el de la casa?-Pregunta Stefan y se que se refiere a Elijah, yo sonrío ante la idea de él en el año 1862 era perfecto.

-Un original.-Respondo y todos estaba sentados mirándome mientras yo paseo por el salón.- Elijah Mikaelson, el mayor de los hermanos Mikaelson. Elijah y Klaus siempre estaban muy pendientes de mi, yo estaba con Elijah, pero Klaus no paraba de pedirme que estuviera con él, Rebekah era mi mejor amiga y era la única chica Mikaelson, se su historia pero no soy nadie para contárosla. Me duele ver que Elijah esta incrustado en una puerta, pero se que cuando se levante nos podemos preparar.-Termino de decir y Damon se extraña.- A un original solo se le puede matar con una estaca del roble blanco.-Explico y ellos abren mucho los.ojos, sí, están jodidos.

Cuando al día siguiente estoy haciendo los deberes en casa de Jeremy la puerta suena, pero Jenna va a abrir.

-Elijah no te esperaba, ¿Vamos?-Pregunta Jenna y yo aprieto el bolígrafo tanto que este se rompe manchando mi camiseta con tinta. Me levanto y veo al hombre parado en la puerta, nuestros ojos se encuentran y los de él brillan mientras una sonrisa adorna su rostro, me mira de arriba a bajo y se sonroja.

-Zoe tu libro.-Me dice Jeremy y me lo pasa, le sonrío y paso al lado de Elijah, mis hermanos y Elena están parados en la acera mirándonos.

-señorita Salvatore. -Dice Elijah y besa el dorso de mi mano salpicada con algunas gotitas de tinta azul, sonrío y sujeto con más fuerza su mano. A todo esto, Jenna a ido a prepararse.-Déjame hacer que recuerdes.-Dice y roza nuestros labios, sin unirlos, pongo mi mano en su pecho y la cierro cogiendo en ella un pedazos de camisa de Elijah.

-Recuerdo todo Elijah.-Me separo y le pego tal bofetada que su cara gira y él se lleva una mano a su cara.- ERES UN MALDITO CAPULLO.- Le grito y las lágrimas resbalan por mis mejillas.-Yo confiaba en ti, fuiste mi primer amor.-Me giro y bajo las escaleras ignorando las llamadas de mis hermanos y de mi ex novio, corro calle abajo y llego al Grill, me siento en la barra y pido lo más fuerte que tengan, genial, a beber hasta desmayarse.

Cuando entro a casa me tropiezo con mis propios pies, ya es de noche, oigo voces en el salón así que camino con mis zapatos en la mano para encontrarme a Elijah, Damon y Rick, los tres se giran y yo levanto la mano.

-Pero mirar bebiendo sin mi.-Niego divertida.-Un bourbon por favor.-Digo sonriendo pero los tres frunzen el ceño.

-¿Estás borracha?-Pregunta Damon y yo asiento.

-Muy muy borracha debo decir.- Camino hacia la mesa de las botellas de alcohol y cogo una de vodka.-Me voy a mi habitación guapos.-Miro a Elijah y beso su mejilla.-Mi dulce Elijah.-Susurro mientras lo miro.-Cuantas chicas en tu lista Mikaelson.-Digo al ver sus recuerdos, él pone una mueca de arrepentimiento pero yo me giro y moviendome al ritmo de la música que suena en mi cabeza camino hacia mi habitación. Cuando tengo mi pijama puesto y la música lo más alto que puedo me muevo al ritmo de la música, la botella esta vacía en una esquina de la habitación y en mi mano ahora descansa un vaso de sangre, la puerta se abre y Klaus aparece en mi habitación ¿qué cojones?

-¡Nik!- Lo nombro pero entonces la mirada se me nubla y me caigo al suelo, os lo dije bebí hasta desmayarme.

Al día siguiente me muerdo el labio por el dolor de cabeza, joder tengo que pensar en las consecuencias. Me visto con una camisa de Kol que siempre e guardado, todavía tiene su colonia, la cual llena mis fosas nasales, Kol y yo éramos como hermanos, cuando los mios me dejaron por Pierce él fue mi mayor apollo, él y Rebekah. Bajo las escaleras hasta la cocina y me apoyo en la barra mientras me masajeo las sienes, ¿dios mio no podrías a verle puesto al alcohol otro inconveniente? Suspiro cuando Bonnie y Jeremy entran muy acaramelados a la cocina, ¿Qué me perdí? Ellos me miran y me sonrien.

-La chica del día ¿qué tal?-Pregunta Bonnie mientras me pasa un ibuprofeno, yo pongo una mueca.

-No hay necesidad de gritar Bonnie, ¿y Elijah?-Pregunto mientras noto el efecto de la pastilla y me acabo el vaso de sangre.

-En el sótano, con una daga clavada.-Responde una voz detrás de mi.-¿Por qué el ineterés?-Pregunta la voz.

-Porque es importante para mi Damon, por si no te acuerdas él fue mi novio y...claro que no te acuerdas, Kathetin no te dejaba acercarte a mi.-Digo con enfado y me bajo de la silla para prepararme para ir a la escuela.
Subo y me pongo una camisa blanca que me queda un poco grande, era de Nik, sonrío mientras paso mi mano por la tela negra, me pongo unos shorts de tiro alto blancos y rotos y unas vans negras, me pinto la raya y me pongo brillo para luego coger mis cosas e ir al instituto.

Alaric entra por la puerta un poco nervioso, ¿qué le pasa a este? Intento meterme en su cabeza pero no puedo. Me encogo en mi asiento, últimamente me he estado en la última fila donde Alaric no puede ver cuando bebo sangre a escondidas.

-Vale, ¿qué vamos a ver hoy?-Abre el libro y yo levanto la mano.-¿Si?

-Pronto será el baile de los 60 podríamos hablar de eso.-Digo y sus ojos se encuentran con los mios, ladeo un poco mi cabeza y sonrío Rick está nervioso y solo quiero ayudarlo.

-Sí señorita Salvatore, eso es lo que haremos. ¿Qué opina usted de los 60?- Pregunta y se sienta en su escritorio, yo sonrío.

-Mucha marihuana y los derechos de las mujeres, además de muchos hippies.-Digo riendo y Alaric sonríe y asiente.

-Los derechos de la mujer hablemos sobre eso.-Dijo Rick y así transcurrió la clase, cuando el timbre sonó me levanté y espere para que todos salieran, cuando lo hicieron cerré la puerta y me senté en el pupitre de Rick.

-¿Problemas con Jenna?-Pregunto con una sonrisa burlona y él me mira y niega riendo.

-No Zoe todo bien, ¿y esa camisa?-Pregunta, vale eso no me lo esperaba.

-Era de Klaus, ¿sabias lo de Elijah?-Pregunto y él asiente.-Bueno me tengo que ir tengo cálculo, adiós Rick y no te comas la cabeza.-Beso su mejilla y salgo para ir a la siguiente clase, luego tendremos el baile de los 60 pero tengo tal vagancia que no voy a ir. Salgo al aparcamiento y me monto en mi coche, luego emprendo el camino hacia casa donde tiro al sofá mi mochila y mis pantalones, abro la camisa, es mi casa puedo hacer lo que quiera joder. Cogo un vaso de sangre y le doy un sorbo.

Se hace de noche y yo sigo igual solo que ahora estoy bailando por toda la casa mientras canto "One more night" de Maroon 5 y muevo mis caderas al ritmo de la música, la puerta se abre dejando entrar a Elena, Stefan y Damon, me abrocho la camisa y sonrío con inocencia mientras quito la música.

-¿Qué a pasado?-Pregunto viendo las lágrimas secas en la cara de Elena, le paso una manta y un café que me había echo para luego y ella se sienta en el sofá mientras me da las gracias.

-Klaus a vuelto.-Dice Stefan y aunque parece malo pego un grito de entusiasmo mientras sonrío.

𝐋𝐀 𝐓𝐄𝐑𝐂𝐄𝐑𝐀 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora