Capítulo 12 | Regalo inesperado.

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Skylar Jackson

-Anda, Peter, di que si- supliqué, hice mi mejor cara de perrito abandonado, él sólo rodó los ojos.

-Ven, que no te he dado tu regalo de cumpleaños- dijo ignorando mis suplicas. Llevaba unas horas rogándole a Peter que me dejara comunicarme con mi madre, a lo que su repuesta, al principio, era; ¿Para qué quieres comunicarte con ella? No ha venido a por ti ¿Crees que le importas?
Tengo que admitir que me dolió que me dijera eso, pero actúe como si no lo hubiese escuchado. A lo que yo seguí insistiendo y él dejó de decir eso y solo respondía un simple y seco; No.

Peter caminó unos pasos, al darse cuenta de que no lo seguía, giró medio cuerpo y me hizo un seña para que lo siguiera, y de mala gana me posicioné a su lado y juntos nos internamos al bosque.

[...]

-¿Ya llegamos?- solté con impaciencia, Peter me miró con frustración, pero me hice la tonta y me volteé hacia otro lado. De repente choqué con algo, la espalda de Peter.

-Espera aquí- dijo y se adentro en los arbustos, luego de unos segundos, regresó -¡Listo! Ten-

Observé mi mano, donde Peter había depositado un objeto, era un espejo. Lo miré confundida.

-¿Sky?- dijo una voz que, conocía como la palma de mi mano, bajé mi vista al espejo, el reflejo de Henry se encontraba en este -¡Sky!

-¡Henry!- miré a Peter con una enorme sonrisa plasmada en mi rostro, él me guiñó un ojo, sonrió y me dio un corto abrazo.

-Te espero en el campamento- susurró en mi oído, yo asentí frenéticamente, él rió y se fue.

-¿Quién está contigo?- preguntó curioso.

-Luego te explico, por cierto...- compartimos miradas cómplices.

-¡Feliz cumpleaños!- exclamamos al unísono. Reímos, después de haber hablado con Harold, me pasó a mi madre, quien le dio una buena regañada por no haberme pasado con ella desde un principio, lo cual me hizo mucha gracia, pero a Henry no.

-Hija, Sky ¿Estas bien? ¿No te hicieron daño? ¿Has comido bien? ¿No te has... transformado?... Feliz cumpleaños.

Reí ante la histeria de mi madre, ella me fulminó con la mirada y me callé.

-Perdón- Sonreí con inocencia -Y contestando tus preguntas...estoy bien, no, si, no y gracias.

-Me alegra oír eso- guardó silencio unos segundos -Hija, tienes que alejarte unos días del campamento y de... cualquier persona, la transformación es peligrosa, sin nadie supervisándote, los resultados pueden ser fatales.

Asentí, pensando como podría escapar del campamento por unos días, sin que nadie me encontrase. Pero lo veía muy difícil.

-Iremos a por ti, te lo prometo- sus ojos se llenaron de lágrimas, sonrió con tristeza, mis ojos se aguaron y sentí un nudo en la garganta -Te amo, hija.

-Yo también te amo, mamá- pronuncié con la voz quebrada. La imagen de mi madre se desvaneció dejando ver mi rostro lleno de lágrimas, con los labios fruncidos para evitar sollozar, guardé el espejo en el bolsillo trasero de mis vaqueros, limpie mis lágrimas, respiré hondo y comencé mi caminata rumbo al campamento.

Cuando llegué abracé a Peter, él, sorprendido, me correspondió.

-Gracias- susurré aún con mi voz quebrada, de verdad que le agradecía lo que hizo por mi, ese fue un gesto de lo más lindo y no se como podría pagárselo, haber escuchado la voz de mi madre había sido reconfortante, jamas había estado alejada de ella durante tanto tiempo, pensarán que estoy exagerando, pero no, desde siempre ella ha estado conmigo, yo la consolé cuando ella lloraba en las noches por el idiota que se hace llamar mi padre y ella me consoló a mí cuando tuve mi primera decepción amorosa, ella ha sido mi única y verdadera mejor amiga y es el primer cumpleaños que estamos separadas y no me gusta, siento un horrible dolor agudo en el pecho y un sentimiento de culpa me invade al pensar lo mal que la debe estar pasando, desde lo de mi padre, ella ha sido muy inestable.

-¿Porqué estas llorando?-
Me separé un poco de Peter, miré hacia otro lado, evitando su penetrante mirada, mientras limpiaba mis lágrimas.

-No es nada- Sentí unos dedos en mi mentón, obligándome a levantar la mirada, mis ojos marrones se encontraron con los verde esmeralda de Peter.

-Uno no llora por nada- me miraba de una forma que no sabía explicar, mi labio inferior tembló, y sin poder evitarlo me volví a derrumbar, Peter me abrazó aun mas fuerte que el anterior y yo sin dudarlo le correspondí.

-Es sólo que...- respiré hondo para que mi voz no temblara -...extraño a mi mamá.

Peter se separó abruptamente de mi, su rostro no expresaba ninguna emoción, y sin decir nada se fue.

[...]

Extrañamente lo que restaba del día había estado lloviendo, pero no me molestaba, al contrario, yo amo los días lluviosos, era algo que Storybook no tenía. Los chicos me felicitaron, e incluso Luke me regaló una pequeña flor azul que había encontrado por ahí.
Solté un suspiro. Félix me había dicho que no saliera de la cabaña por que podía pescar un resfriado por la lluvia y el frío que hacían, estaba en la cama como con diez mantas, de verdad que hacía frío, pero el aburrimiento era más. De pronto el cuarto estaba caliente, por mi frente corría sudor, me sentía mareada, igual que ayer, un calor abrazador bajo por mi espina dorsal, sentía como si un fuego me quemara lentamente por dentro, desde mis pies a mi cabeza, algo bloqueo mi mente y me nubló la vista, cada movimiento que realizaba era como si me golpearan con un bate de metal recién salido del horno, escuchaba mi corazón latir tan rápido que casi golpeaba mis costillas, y también podía sentir mi sangre hervir corriendo por mis venas y después...



•Peter Pan•

Estaba dándole a los niños perdidos y a Félix, órdenes y estrategias para que protegieran el campamento, por si mi hijo y los demás volvían. Cuando de repente, un ruido proveniente de mi cabaña, me interrumpió, se escuchó como un cristal rompiéndose y después un grito desgarrador que me erizó los vellos de mi nuca Félix y yo compartimos miradas.
Rápidamente aparecí en mi cabaña, escuché varios ruidos extraños desde mi habitación, un nombre vino a mi cabeza, Skylar, había olvidado por completo que ella se encontraba ahí, rápidamente entre y me sorprendió lo que vi, había un enorme lobo, llegaba casi a mis hombros, de un brillante pelaje blanco, las patas negras, como si fueran botas, unos grandes y centelleantes ojos azules, se le veía perdido, confundido y asustado, no vi a Skylar por ningún lado y eso me preocupó, el lobo miró a todos lados aterrado, para finalmente saltar por la ventana, corrí hacia esta y me incliné, el lobo estaba de pie y en perfectas condiciones, se echó a correr al bosque pero antes de adentrarse a este, giró su cabeza en mi dirección y me miro, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, y finalmente desapareció en los arbustos.




DaughterOfZeus



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Don't hurt me | Peter Pan |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora