Don't hurt me | Peter Pan |

Capítulo 8 | ¿Porqué no puedo escuchar la flauta?

•Skylar Jackson•

Faltaban dos semanas para mi cumpleaños, si, seguro se preguntarán ¿no estás emocionada? Pues si, si lo estoy y mucho ¿el problema? Pues cuando cumpliera 16 mi ADN se activaría y sin nadie quien me ayude a controlarlo, los resultados pueden ser fatales y no, no exagero, es por esa razón por la que necesito regresar con urgencia a Storybook, con mi madre, ya que de ella lo herede.

-1...2...3...4...5...6...7...8...9...Y...
10 ¡Allá voy!- gritó Luke -¡Te encontre!-

-¡Maldición!- exclamé, fingiendo estar enojada, el día había estado aburridísimo y Pan había ido a No-Se-Donde, así que supusimos que teníamos el día libre, los niños perdidos y yo habíamos estado jugando al escondite toda la mañana, ya que los más pequeños lo habían sugerido y no podíamos decir que no, ésta era como la cuarta vez que me dejaba encontrar, por qué Luke, él es el que contaba y buscaba, me dejaba encontrar por que cuando lo hacía soltaba una palabrota y los niños, incluido Félix, se partían en carcajadas, facilitando así, el trabajo a Luke.

-Eres malísima jugando al escondite- dijo Luke guiñándome un ojo yo le regresé el gesto, en realidad si soy muy mala para ese juego y para muchos otros, pero no lo iba a admitir, no quería ser la burla del campamento.

[...]

Llegamos al campamento entre risas y bromas, las cuales fueron interrumpidas por un furioso Pan.

-¡¿Dónde estaban?!- exclamó él ¿dije furioso? Perdón, quise decir cabreadísimo.

-Estábamos divirtiendonos, pasando la bien, jugando o como quieras llamarle- expliqué con sarcasmo, él arqueo una ceja con incredulidad.

-Escucha, preciosa, los niños perdidos no están aquí para divertirse y mucho menos jugar, están aquí para seguir mis ordenes y para proteger el campamento, ¿Te quedó claro?

-No. No me quedó claro- me crucé de brazos y arqueé una ceja, Pan hizo un ademán con la mano y los niños se fueron, excepto Félix, Luke se acercó a mí, me arrodillé para quedar a su altura y me abrazó.

-Gracias, por el mejor día de mi vida... te quiero, Sky- dijo con su voz suave y tierna, una felicidad me inundó y juro que estuve a punto de soltarme a llorar, le dí un sonoro beso en su cálida mejilla y está se puso colorada inmediatamente, me soltó y se echó a correr para alcanzar a los demás ¡Dios! Este niño derrocha ternura ¡Lo juro!

-Sígueme- ordenó el idiota asqueado, rodeé los ojos.

-Ridículo- pensé.

Lo seguí hasta llegar a una parte del bosque donde había un enorme círculo de arena que está rodeado de árboles, aquí, Pan me entrenaba desde que llegué, me había enseñado a usar el arco, la espada, el hacha, las cuchillas y el combate cuerpo a cuerpo, todos los días mas o menos como a las 5:30 a.m. me levantaba, y no de una forma bonita, me ponía a correr dos kilómetros desde el campamento ida y regreso lo que los hacían 4 kilómetros y aunque me dijera que no me detuviera, no obedecía y como castigo me dejaba sin comer y cenar, si el bastardo de Pan es un maldito abusador, enserio ese idiota no tiene piedad, aunque cuando me contaron la historia de como Pan había secuestrado a Henry, Harold me contó que con desear algo éste aparecía y bueno así es como saciaba mi apetito boráz y el muy ingenuo no se daba cuenta. Punto para mi.

[...]

-¡Ni se te ocurra detenerte!- gritó muy cerca de mi oído.

-¡No me grites! ¡Estoy cerca de ti y te escucho perfectamente sin la necesidad de gritar! ¡Idiota!- y... me detuve, como siempre.

-¡¿Pero qué te he dicho?!- dijo aterrizando frente a mí, si el Señor No-te-detengas, había estado volando todo este tiempo, mientras yo usaba mis pobres piernas para correr y seguro por los gritos de Pan había quedado sorda de mi oído derecho ¡Maldito!
Lo escuché suspirar con pesadez mientras masajeaba su cien, lo había molestado. Tengo un don para eso, aunque creo lo que ya lo notaron y también por qué ya lo había dicho. -Regresemos... ya veré luego tu castigo- dijo murmurando lo último, pero aún así logré escucharlo.

[...]

Estaba cenando alrededor de una fogata, mientras los niños bailaban eufóricos y Pan tocaba una flauta hecha de bambú, la misma de el día en que llegué y seguía sin escuchar absolutamente nada. Nunca, en éstas dos semanas aquí en Neverland, le había tomado importancia y aún no me importa, pero no voy a negar que si me pica la curiosidad de saber el por qué no la escucho, me levante del tronco en el que estaba sentada y me dirigí a la cabaña de Pan, ya que ahí había estado durmiendo todo este tiempo, muy, muy a mi pesar.

Una vez en el cuarto, me quité mis adorados Converse y me metí bajo las sábanas, minutos después escuché la puerta abrir y cerrarse, dos golpes secos de zapatos, para finalmente sentir como el lado izquierdo de la cama se hundía, yo le daba la espalda y una pregunta inundaba mi mente ¿Porque no puedo escuchar la flauta? pasados unos segundos y con ese pensamiento caí ante Morfeo.

Espero que disfruten el Cap.

⚡DaughterOfZeus⚡

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