Llaman al timbre y me acerco a abrir. El más esperado está frente a mí.
- ¿Debería dejarte pasar a mi casa?
- No te lo tomes tan a pecho.
Resoplé. Tenía claro que las pocas fuerzas que me quedaban de tanto lamentarme no las usaría para discutir.
Le dejé pasar y cerré cuidadosamente la puerta.
- Bueno, pues toma, machote -dije dándole los papeles del juicio- que te vaya bien en la vida y, te combiene que busques a otra abogada.
- ¿¡Que!? A ver, espera, ¿te estás despidiendo tú solita?
- Nadie me lo impide
- Perdona pero YO te lo impido, a parte de hacerlo por ésta tontería con explicación también hay un juicio pendiente.
- Al que irás con un nuevo abogado. Y, la explicación a todo esto es que vas a casarte, cierto. Pensaba que me querías, señor Oviedo.
A Daniel se le notaba la expresión de sorpresa y tristeza a la vez al saber que yo sabía ésa noticia.
- Necesito explicártelo.
Negué con la cabeza.
- Almenos terminame los papeles, que también acudí a tí por eso.
- Ya te he solucionado ese problema. Ahora marchate y hasta nunca.
- Clara, joder, yo te quiero.
Me impresioné al oir esas palabras salir de su boca. De la boca del empresario más jóven y multimillonario de España.
- Vete.
- ¡No! joder...
- Daniel, ya te he conseguido solucionar el problema por el cual acudistes a mí, ahora márchate.- dije abriendo la puerta
- Sabes que yo....
- Sabes que tú sólo eras mi cliente- le interrumpí mientras miles de lágrimas recorrían mis mejillas.
- Pero Clara, tú....
- Yo te odio, imbécil- le interrumpí cerrándole la puerta en las narices y él se marchó.
Deslicé lentamente mi cuerpo por la puerta hasta quedarme sentada. Escondí mi cabeza en las rodillas y comencé a llorar más fuerte.
+25 coments +25 votos y sigo.
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©His Lawyer | Gemeliers
Fanfiction- Daniel, ya he conseguido solucionar el problema por el cual acudistes a mí, ahora márchate.- dije abriendo la puerta - Sabes que yo.... - Sabes que tú sólo eras mi cliente- le interrumpí mientras miles de lágrimas recorrían mis mejillas. - Pero C...