Capítulo 41

2.8K 154 30
                                    

Clara.


No pensaré en nada sobre eso. Quizás ayer Daniel tuvo un mal día.



- ¿Más café? -le pregunto a Alberto.



- No, gracias.



Vuelve a su compostura anterior y toma un sorbo del café. Le he invitado a desayunar para agradecerle lo que hizo por Daniel y a la vez por mí y, para saber si sabe algo sobre lo que le pasó ayer a Daniel. Él ayer no estaba bien, lo sé.



- ¿Ayer tu tío llegó a negociar algo con Daniel? -pregunto removiendo el azúcar en el café.



- Qué va -dice- estuve con él todo el día. Sólo negoció con el charcutero porque no quería propina -cofiesa- es una buena persona -añande.



- Lo sé, nos hizo un gran favor -digo.



- ¿A que se debía?



- Ayer noté raro a Daniel. Quizás me esté volviendo loca debido a ver tantos casos en los tribunales.



- Tranquila, le pasa a cualquiera.



No estoy muy convencida de ser yo.



(...)



- Soy yo, Clara.



- Ah, pase -me contesta una criada.



Paso y veo a Daniel tumbado en el sofá durmiendo con Alex encima, ¡vaya par!


- Daniel -lo llamo sacudiéndole- levanta dormilón.



Y antes de seguir sacudiéndole se levanta Alex y se me sube a los hombros. Vaya vitalidad.



- ¡¡Clara!! -grita el pequeño.



- ¡Enano! -grito subiéndole más y dejándolo al fin en otro sofá.



- Hola Clara -dice Daniel incorporándose. Tiene los ojos rojos e inchados, ¿sera por mí? ¿he hecho algo malo?




- Tenemos que hablar.




(...)




Me siento en la cama mientras observo cómo se cama de camiseta. No sé como empezaré a hablar.



- Daniel, ¿que te ocurre? -pregunto al fin.



- ¿A mí? Nada.



- No te conozco tanto pero es obvio que has llorado, ¿es por mí? ¿he hecho algo mal? Daniel se que me ocultas algo.



Suspira y comienza a hablar: - Cuando crees que todo va en línea recta siempre hay un desvío que lo destroza todo. Siempre hay alguien más -dice mirándome a los ojos- fue Patricia -confiesa- me chantajeó, ¿vale? Me acosté con ella por no perder mi relación contigo -dice con los ojos empapados.



- ¡¿QUÉ!? ¡¿PORQUÉ!?



- Le tiré los cejos a mi secretaria. Soy un puto gilipollas tío -dice tapándose la cara intentando controlar todas las lágrimas que salen de sus ojos- no quería que lo supieses porque quería que todo volviese a estar como antes intentado disimular una pequeña sonrisa pero te juro que no puedo. Te puedes marchar si quieres, no haré nada.



Te juro que no puedo verle así.



- Quizás me llamen gilipollas por hacer esto pero mi orgullo hoy me le he dejado en casa a si que... Daniel, te juré que iba a estar en las buenas y en las malas. Además, ¿no recuerdas que sólo somos amigos? ¿Me duele? ¡Porsupuesto! ¡No sabes cuanto! Pero más me duele verte mal, cuando lo has hecho para proteger nuestra relación.



- Joder Clara -dice abrazandome- no te vayas nunca de mi vida porfavor. Mira -dice sacando una hoja de un cajón- lo ha hecho Alex. Somos nosotros.



Es un dibujo de una pareja dada la mano y un corazón alrededor.



- ¿Te gusta? -dice limpiándose las lágrimas- me gustaría que te pudiese llamar tía.





+ 30 comentarios y sigo.

©His Lawyer | GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora