- ¡Espera!, ¿por qué quedaremos como "Clara" y "Daniel" y no como socios?
- Nos vemos.- colgó.
Marqué el número de Alba mientras me mordía las uñas nerviosa.
- ¿Alba? ¿Puedes venir?
- Claro, ya voy.- colgó.
Hoy la gente está muy sosa.
A los 10 minutos ya tenia a Alba tocando mi puerta.
- Bueno, dime.- preguntó ella entrando.
- Creo que tengo una cita con Daniel- solté deprisa
- ¿Qué? ¿Es enserio?- dijo esbozando una sonrisa.
Asentí.
- ¡Wow! Te voy a poner como una princesa, o más guapa aún.
Sonreí y nos dirijimos al único dormitorio que tenia mi piso, mi habitación.
Mi piso, la verdad, es muy cutre.
Osea.
Yo gano bastante dinero, me vale para pagar el alquiler, pero si veo que cada mes me sobra dinero procuro enviarlo a Francia, a mi madre y a mi hermano, James.
James se pronuncia "Yeims", no "James". Es que tengo un primo que se pronuncia de la segunda manera.
- Clara- dijo Alba dándome un pequeño golpe sacándome de mis pensamientos.- ¿Estas bien?
- S-Si..
- Bueno, ponte ésto.
Me dio un vestido rojo con el cuello de pico y la falda un poco abultada, preciosa, que ni sabía que tenía ese vestido.
La espalda estaba al descubierto y unos tacones hacían que agachase un poco la vista para mirar a Alba.
- Perfecta.- dijo sonriendo.
En ese momento llamaron a la puerta.
- Ya está aquí tu príncipe- dijo sonriendo pícara.
Le pegué un empujoncito.
- Es mi cliente- dije burlandome.
Abrí la puerta y pude verle. Y no estaba sonriendo, como siempre.
Estaba mirando al suelo embobado.
- ¿Hola? Tierra llamando a Oviedo.
- Perdón- dijo ya levantando la vista y ahora si que sonrió.
Raro.
Pero lo hizo.
Y luego me examinó.
Y volvió a sonreír.
- ¿Vamos?- pregunté y él asintió.
En el último capítulo no llegamos a los comentarios y he sido demasiado buena subiendo uno el día de mi cumpleaños. Ojalá tenga mi recompensa ¿no? Osquierodemasiado.
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©His Lawyer | Gemeliers
Fanfiction- Daniel, ya he conseguido solucionar el problema por el cual acudistes a mí, ahora márchate.- dije abriendo la puerta - Sabes que yo.... - Sabes que tú sólo eras mi cliente- le interrumpí mientras miles de lágrimas recorrían mis mejillas. - Pero C...