Capítulo 24.

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Por fin he acabado los papeles del divorcio de Daniel.

Decido llevárselos y a los 5 minutos ya estoy camino a su casa. Me bajo, me arreglo un poco la ropa antes de llamar y toco el timbre. Me abre una criada.

- Busco a el señor Oviedo. -digo

- Lo siento señorita, ahora mismo no puede atenderle, está en su hora de gimnasio.

- ¿Quién pregunta? -preguntó otra criada viniendo hacia nosotras.

- La señorita Dawson. -dije y se quedaron un poco sorprendidas.

- Ah en ese caso pase, disculpe las molestias. -dijo la primera criada dejándome pasar.

Es un poco extraño.

Una de ellas me acompañó hasta un pequeño gimnasio que había en la casa, donde pude ver a Daniel haciendo abdominales.

- Daniel -dije para llamar su atención.

Me miró, sonrió, se levantó y se dirigió hacia mí con una toalla y dando un trago de su botella.

Me apoyé en el marco de la puerta.

- Toma, los papeles del divorcio.

Se los entregué y les echó un vistazo.

- Están genial -dijo sonriendo- eres un crack -dijo y me dió un sonoro beso en la mejilla.

Pude notar cómo se me subían los colores.

Bajé un poco la mirada y vi que iba sin camiseta y una fina capa de sudor cubría su torso.

Y me puse aún más roja.

Él soltó una carcajada al verme así.

- ¿Te quedas a cenar?

Me encogi de hombros.

- Ah, osea que odias que la gente haga ese gesto y vas tu y lo haces. -dijo burlón-

- Pues será un sí por hoy -dije tratando de imitar a Daniel cuando se quedó en mi casa a comer.

Soltamos unas carcajadas y le seguí hasta su habitación.

- Sientate si quieres, voy a ducharme, enseguida salgo.

Entró a un baño que había en la habitación mientras yo me senté en la gran cama de matrimonio, a espaldas de la puerta del baño.

Saqué el móvil de mi bolsillo y comencé a mirar twitter. Un twitt me llamó la atención.

"El famoso empresario @DanieloviedoM se separa de Patricia, por problemas en la relación"

Sonreí al ver esa noticia.

¿Que por qué sonrío?

Porque si te digo la verdad me alegro de que se hayan separado.

Me gusta Daniel.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al notar mi brazo mojado. Daniel me lo había mojado.

- El agua está helada -admití dándome la vuelta. Una toalla envolvía su cintura pero por lo demás, estaba semidesnudo.

- O tú estas muy caliente -dijo y ya noté como mis coloretes enrojecían- Por eso crees que el agua está fría. Por el cambio de temperatura.

Los cojones; piensa que estoy caliente, y no lo puede negar.

*Carita de violador*

- ¿Enserio, Daniel?

Él se encogió de hombros.

- ¡Odio que hagas eso! -grité dándole un pequeño golpe en el hombro.

- Y yo odio que te pongas roja cada vez que te mando indirectas y luego las continuo con algo lógico y tu apenas de das cuenta pero sí. Te elogio. -dijo acercándose más a mí-

Me fijé en sus ojos; brillaban por la luz de la luna y su pelo, su pero estaba mojado y despeinado y le hacía más guapo aún de lo que ya era.

Él aún seguía mojado.

Me agarró de la cintura, me pegó a él y me besó.

Le agarré del cuello, me puse de puntillas para llegar mejor a su boca y me pegué más a él.

Hicimos más intenso el beso cuando le dejé paso a mi boca y....

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