Capítulo 22.

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Daniel

- Debo confesarte algo -dije mirándole a sus preciosos ojos verdes.- Me has cambiado.

Ella arqueó una ceja.

- Especifica -dijo

- Yo solía ser frío, lo sabes, me gustaban los documentales, vestir elegante para ir a todas partes y, ya nada es lo mismo desde que aparecistes en mi vida. He cambiado, ¿sabes por qué?

Clara se encogió de hombros y siguió agarrada a mis hombros.

- Por amor. -dije y la miré. Se estaba moriendo el labio ruborizada y me lanzé y la besé como a nadie.

Abrió la boca para dejarme paso a más y continuamos el beso mientras la pegaba más a mí, aunque creo que ya era imposible.

En ese momento llaman al timbre.

Joder.

No había otro momento, no.

Clara se levantó rápidamente seguida de mi y abrí la puerta.

- ¡Hermano! -grité

- ¡Dana!

- No me llames así -susurré- ¿Que tal, Alex? -pregunté acariciando la mejilla de mi sobrino.

- Bien -dijo sonriendome y luego subiéndose a mis hombros.

- Hola, Marta -saludé sonriente a mi cuñada- entrad.

Entraron y vi como Clara venia hacia nosotros.

- Hola, soy Clara -dijo sonriente

- Encantada, soy Marta -saludó y se dieron dos besos.

- Clara, éste es Jesús, mi hermano.

- La conozco -dijo Jesús- es la abogada, ¿no?

Asentí.

- Pero, ¿el juicio no fué la semana pasada?

El puto listo de mi hermano, sin ofender..

- Ya, esque, también somos amigos -solté- Y me va a llevar el caso de mi divorcio.

- Ahh

- Mira Clara, éste es mi sobrino, Alex.

(...)

Clara

Me encontraba en el parque que había al lado de mi urbanización.

Tenia una libreta en la mano para ir apuntando datos de los casos.

Cuando voy al parque pienso mejor porque me relajo.

- Clara

- Que quieres, mamá..

- ¿Ese no es Daniel?

Miré hacia donde su mirada dirigía y efectivamente, era él dirigiéndose hacia nuestro banco.

- Ayer se me olvidó comentarte que es muy guapo -me susurró mi madre con cara de pilla.

Le iba a contestar cuando ya estaba Daniel parado frente a nosotras.

- Hola -dijo- Vengo de tu casa y un chico me ha dicho que te encontraría aquí.

- Sí -nos dimos dos besos y seguidamente a mi madre- ¿querías algo?

- Verte -dijo todo normal- quiero decir, para preguntarte que tal vas con mi caso.

Ya, claro.

- Bien, bien, voy genial, ¿necesitas revisar los papeles? Ya están casi acabados.

- Por favor.

Me levanté, me despedí de mi madre y nos dirigimos hacia mi piso.

Llegué y llamamos al timbre, ya que estaba mi hermano dentro y nos abrió. Iba sin camiseta.

- ¡Hola! -dijo mi hermano alegre.

Pasamos, le di un beso en la mejilla (obviamente) y Daniel y yo nos dirijimos a mi despacho.

- Es guapo, ¿no? -preguntó Daniel un poco molesto.

- Si que lo es -dije y sonreí mientras recordaba a mi hermano de pequeño, cuando en el instituto tenía a todas las niñas detrás de él pero él siempre decía que yo era la más guapa de todas.

- ¿Cuanto tiempo lleváis juntos?

¿Eh emm? Es mi hermano, toda la vida obviamente.

- Pues desde siempre.

- ¿Saliendo?

- NOO, es mi hermano.

- Ahh..

- ¡Celoso!

+ 50 comentarios y sigo.

©His Lawyer | GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora