MI VECINO SEXY 2 (HOT) Daniel Oviedo y tú

Capitulo XXVIII

Dos años despúes.

-¡Por fin graduada! -grité tirándome a los brazos de Dani que me miraba con una sonrisa de orgullo y luego abracé a mis padres que los dos estaban con lágrimas en los ojos.

Busqué a Sandra que también estaba junto a su familia y la abracé.

-Estoy tan contenta por las dos. -me dijo mientras algunas lágrimas le caían por la cara.

-Es que míranos, antes éramos unas adolescentes súper locas y ahora mira, graduadas.

-¿Pues sabes qué? Voy a buscar al hombre de mi vida. -dijo firme y aplaudí contenta. -Es hora de empezar a hacer mi vida.

-¡Hasta que por fin levantas la cabeza! Pero, ¿te digo una cosa? No lo busques, espera a que la vida te lo encuentre por sí sola. Eso sí, si pasan más de 10 años y no lo has encontrado, empieza a buscarlo. -bromeé y ella empezó a reírse.

-Eso haré. -sonrió y le volví a dar un abrazo.

-Te quiero, putón. -reí recordando cómo nos solíamos llamar hace unos años.

-Y yo zorra, luego hablamos. -me dijo al escuchar que su familia la llamaba, asentí y me fui yo también con la mía.
Le dí dos besos a Eva y a Juan Carlos que acababan de venir, ellos eran los mejores suegros que se podría tener.

-La pequeña _____ ya graduada. -dijo Eva mirándome con una sonrisa.

-Y pensar que esta chica, bueno ya mujer, revoloteaba por los pasillos de nuestra casa de pequeña. -añadió Juan Carlos y reí.

Después de unas cuantas felicitaciones por parte de los maestros de la Universidad, mis padres me llevaron a un restaurante a celebrarlo.

El día lo pasé recibiendo a cada rato felicitaciones por mi graduación de amigos, familiares y conocidos.

Al final del día, ya por la noche, Dani me llamó.

-¿Princesa? -preguntó Dani por la otra línea.

-Dime, cariño.

-Mañana por la noche pasaré a recogerte, quiero que te pongas muy guapa, más de lo que eres, porque te llevaré a un restaurante muy lujoso, eh.

-Hala, ¿y eso? -respondí intrigada.

-Te quiero dar una sorpresa muy importante.

-¿Qué será? -pregunté soltando una risa y Dani rió.

-Aaaah.

-Ya podrías habérmelo dicho mañana por la mañana, ahora no podré dormir.

-Anda, anda, tú duerme. Buenas noches, mi amor.

-Buenas noches. -hice un beso sonoro y colgué.

Después de la llamada de Dani, me acosté en la cama. Admito que me costó un poquito dormir por la intriga pero es que cuando una duda me come solo pienso en eso.

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Me levanté de la cama bostezando y bajé para desayunar. Mientras desayunaba le mandaba whatsapps a Dani diciéndole que estaba deseando que llegase la noche.

Mi madre apareció por la puerta y me dió los buenos días. Le sonreí y ella empezó a prepararse el desayuno.

-Dani pasará esta noche a llevarme a un restaurante lujoso para darme una sorpresa importante. -le dije a mi madre y ella me miró sorprendida.

-Anda, ¿y qué será?

Por el tono en que preguntó mi madre me dió a entender que ella sabía algo, pero preferí callarme.