Destello jugaba en el corralito que su madre trasladó en la sala con la ayuda de su amiga. Su madre conversaba alegre sobre los planes del futuro noviazgo de su hijo con el demonio, pero para Destello esa temprana imposición no era de importancia, porque su interés estaba puesto sobre sus juguetitos. Su inocencia era adorable.
El tema de conversación, sobre la pomposa boda que se estaban inventando, se desvió a otro que las mujeres solían hablar con interés: Los fantasmas. La mamá de Destello empezó a quejarse de la molestia que el fantasma le causó cuando se puso a buscar niñeras. Todo un drama por querer evitar los cuidados que debía darle al hijo que tanto pidió.
—Esto no puede seguir así —dijo la amiga poniéndose de pie—. Ese fantasma tiene que cruzar el portal para seguir la luz o el infierno. Tiene que seguir su camino en el mundo de los muertos.
—Sí, pero ya ves que no se ha ido después del primer exorcismo. Ahora está más activo y descarado que nunca. Imagínate, incluso se pone a jugar con videojuegos.
—Que novedoso —la amiga miró el videojuego de Oro, el cual seguía enchufado en el televisor prendido.
—No le temo a los fantasmas, pero lo que me preocupa es que se le ocurra molestar a mi Destello. Los niños son los que salen más afectados en las películas. Eso es lo que más temo, que lastime a mi bebe.
—No te preocupes, Cielo, lo solucionaré. Sera necesario varias sesiones para poder librarnos de este molesto fantasma. Además, le haremos un favor guiándolo a la luz para que deje de penar.
—Estoy totalmente de acuerdo.
No era posible que tuviera que soportar un nuevo exorcismo realizado por una mujer que al parecer, yo estaba convencido totalmente, no sabía nada sobre brujería. Era una total charlatana. Lo gracioso era que esa humana se creía una verdadera madame de la magia. Nadie me iba a obligar a quedarme para presenciar el nuevo baile ridículo que involucraba movimientos de maracas anti fantasmas, pero mi decisión por quedarme junto a Destello era mucho más fuerte.
—Estas mujeres humanas no se cansan de tantas ridiculeces —dije exhausto de escuchar tanto parloteo incoherente.
—Eso te pasa por creerte un fantasma. Tú lo provocaste, Luna, así que no te quejes.
—Es que esas niñeras se lo buscaron por querer poner sus manos sobre Destello.
—Eres tan irritante — me dijo golpeando mi cabeza con una de las revistas que la niñera había olvidado.
La revista flotante llamó la atención de las mujeres, quienes se quedaron estáticas de inmediato, quizá para esperar un nuevo movimiento fantasmal. Sus expresiones fueron un poco alarmantes. Supuse que esa actitud se debió a que la revista flotó casi muy cerca de Destello, como si esta hubiera fallado el golpe dirigido al bebe de la señora Cielo.
—Esto es grave, no podemos esperar —la extravagante vecina se puso de pie.
—Es terrible —dijo la señora cielo cargando a Destello—. Hasta ahora nunca había ocurrido ninguna actividad violenta cerca de mi Destello, al menos no cuando yo lo cuido.
—Nos está declarando al guerra —su amiga dio un paso seguro—, pero no te preocupes, Cielo, hoy mismo realizaremos el ritual.
—Sí, estoy totalmente de acuerdo, tiene que ser hoy. Mañana ese fantasma podría ponerle las manos encima a mi Destello.
— No lo permitiré, no dejaré que ese fantasma lastime a mi yerno.
Ridículas. Todo lo que decían eran ridiculeces, porque yo nunca lastimaría a Destello ni tampoco permitiría que alguien se atreviera a hacerlo. Destello lo sabía. Desde que nació yo me dejé ver por Destello, por eso él solía mirarme con su grandes ojitos verdes como si supiera que yo estaba allí para cumplir sus planes. Me encantaba cuando me sonreía y también cuando estiraba sus manitos para intentar tocar mi cabello. Destello sabía de mí, aunque no razonaba como los adultos, él era capaz de sentir mis sentimientos sinceros.
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UNA ESTRELLA ENAMORADA |1ra parte|
FantastikUna noche Esteban conoce a un extraño muchacho en la playa quien dice estar enamorado de él a pesar de no conocerlo. El extraño es el espíritu de una estrella que observaba a Esteban todas las noches sin que supiera. Para estar junto al humano...