9- Sorpresa, sorpresa.

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-¿Qué tal los novios? —Colton se acercó a mi oído.

Sabía por dónde venía esto. El siempre que me veía o hacíamos una salida como este trataba de ligar conmigo. Era su juego, el mismo desde la secundaria, el mismo en el que ya no caería.

-Están muy bien —enfatice la palabra.

-Así que tienes —me miró impresionado.

-Una chica siempre tiene a alguien más —me hice la desinteresada—. A diferencia de los chicos, nosotras lo sabemos ocultar —le Sonreí. Él sonrió, su sonrisa no había cambiado nada, seguía siendo juguetona, sexy y pícara.

-¿Te estas divirtiendo Naomi? —sentí una mano que no era la de Colton.

-Esta es mi chica —musitó Colton junto a mí.

Cuando las luces se aclararon un poco pude ver que era Mason de quien se trataba.

-Hola —le saludé.

-¿Lo conoces? —preguntó Colton.

-Amm, sí. Colton es el Mason y viceversa —se saludaron con sólo asentir con la cabeza.

-¿Qué haces aquí? —me acerqué a su oído para que me pudiera escuchar mejor.

-Te veo en la mesa cariño —Colton me dio un beso en la mejilla abrazándome por la cintura.

¿Cariño?

-¿Quién es ese tío? —se acercó a mi oído.

-Un amigo, un viejo amigo —respondí indiferente— ¿Qué haces aquí? —repetí.

-Vine a bailar con Leah, era una sorpresa, pero me sorprendí cuando ella dijo que no sabía bailar —gritaba en mi oído más de lo necesario—. Entonces estaba en el balcón bailando sólo como un idiota y te vi, y vine a saludar —hice una mueca de dolor. La música estaba alta era obvio, pero no tenía que reventarme el tímpano por eso.

-Oh ya veo —asentí—... ¿Y con quién más vini...? —Mason me interrumpió.

-Vamos a bailar —me tomó por los hombros me dio vuelta y me encaminó más adentro de la pista.

Comenzamos a saltar. Mason hacía gestos raros con la cara lo que me daba gracia. Decidí relajarle un poco a mi cuerpo, a un lado de nosotros pasó un tipo con un par de lentes en la cabeza, me miró de reojo y me regaló unos en forma del OVNI de los emojis de Whatsapp. Le agradecí dejándole una marca en el cachete de labial rojo.

Le dije a Mason que iría por unos tragos y él me dijo que en su mesa también tenía muchísimo alcohol.

-No puedo creer que Leah no sepa bailar —bufó molesto—. Y no entiendo cómo pudo bailar conmigo en la fiesta de la semana pasada.

-Es una chica rara —bromeé.

-Ni me lo digas —río.

Su mesa estaba junto a la mía y me encontré con la agradable sorpresa de Kris sentada encima de un chico mientras le besaba con pasión.

Leah estaba en el barandal con una copa que alumbraba en su mano izquierda.

Lily me hizo señas con la mirada que no entendí, Mason fue con Leah y yo me senté en el asiento negro junto a Adam.

-¿Viste? —se acercó Lily a mí.

-Lo sé, aún no llega Oliver —me incline a servirme un poco de alcohol.

-Eso no —masculló—. Eso.

Se hizo a un lado y pude presenciar que el chico que Kris besaba apasionada era Aiden.

Desventajas de ser alta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora