12- Me encantaría besarte.

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-¿Esto está bien? —preguntó Leah.

Traía un short de bolsillos a la vista, unas botas negras estilo militar y una camisa blanca holgada.

-Te ves bien —le sonreí.

-Tú en cambio debes soltar esos pantalones, dales un respiro —se sentó en su silla de escritorio—. ¿Porque no usas ese lindo vestido de flores?

-Porque no es una fiesta.

-Pero va a estar Aiden —cantó.

-¿Y? —fingí desinterés.

-No te hagas la que no te importa. He visto como lo miras —sonrió triunfante—. Y cómo él te mira a ti -—su mirada se suavizó—. No te lo pongas por él, hazlo para demostrarle a él lo sexy que puedes llegar a ser —su sonrisa creció.

-Lo haré para que dejes de sonreír como Colton —amenacé con el índice y ella se echó a reír.

[...]

-¿Qué es esto? —dijo Leah con asco al mirar la sala llena de chicos con comida, bebidas, formaban un círculo alrededor de dos personas que jugaban un videojuego.

-Frikis —bromeé.

-¡Que divertido! —dijo con sarcasmo.

-Ven busquemos a Natalie —rodeamos aquél círculo de gente caminando por lo que parecía un vestíbulo, llegamos a la cocina donde había mucha comida.

-¿Naomi? —reconocí la voz de Adam.

-Hola —le di un pequeño abrazo.

-Creí que no vendrían —dijo luego de beber de su vaso rojo— ¿Donde esta Natalie? —miro a los lados.

-Eso te iba a preguntar. Hace unos minutos me dijo que ya estaba aquí —me encogí de hombros.

-Seguro esta en las habitaciones de arriba —bromeó.

Reí sin ganas— No entiendo...

-Ya sabes, ella y Chester están saliendo desde hace como dos semanas —volvió a beber de su vaso.

-No. No tenía ni idea —dije molesta.

¿Mi mejor amiga me había estado ocultando una relación?

-Me voy, tengo que ver cómo van los puntos —dejo un beso en mi mejilla y se fue corriendo por el vestíbulo.

-¿Qué pasó? —preguntó Leah llevándose un bocado de papas.

-Natalie no me dijo que tenía novio nuevo —tomé la bandeja de nachos y comencé a comerlos.

-¿Eso es malo? —levantó una ceja.

-Por supuesto es mi mejor amiga de hace siete años —espeté.

-Quizás no es nada formal aún. Además ¿ella sabe de Aiden?

-No he podido hablar con ella —me encogí de hombros.

-Quizás a ella le pasa lo mismo —dijo con tono obvio.

Mi teléfono... Es decir, el teléfono de Aiden comenzó a vibrar en mi cartera marrón. Luego el sonido de la canción "Arabella" de Arctic Monkeys retumbó en la pequeña habitación.

-¿Aló? —contesté.

-Estamos fuera de la casa. Salgan —dijo una voz ronca.

-¿Quién habla? —dije nerviosa.

-Obama ¿cómo qué quién habla? Aiden ¿quién más? —dijo con tono de fastidio.

Antes de decir él algo más le colgué y le indique a Leah que me acompañara afuera. Al salir nos encontramos con los mismos autos que estaban aparcados afuera cuando llegamos. Con la diferencia que ya estaba un poco más oscuro el cielo. Caminamos un poco más hacia la calle y de un auto blanco de lujo salía un chico alto. Leah soltó un grito ahogado al reconocer que era Mason, corrió hasta él para luego darle un apasionado beso.

Desventajas de ser alta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora