18- "Nos volvemos a encontrar"

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-Te extrañaremos —moví la mano despidiéndome.

-Adiós —dijo Leah con un puchero.

-Dejen el drama es sólo un cuarto —Mason ya estaba harto de cargar cajas y maletas al camión de mudanzas.

-¿Porque se mudaron tan lejos? —ahora era Aiden quien se quejaba.

-Es culpa de Marco, él escogió el departamento —levanté las manos haciéndome la inocente.

En realidad desde el primer momento en que entré, me enamoré perdidamente de él. Hablo del apartamento, para que conste...

-Tiene una semana y media de ser tu representante ¿y ya te controla? —A Aiden no le caía bien Marco porque era apuesto y del mismo alto que él, pero era viejo de unos cuarenta y algo. Y supongo que le da un poco de celos el que yo pase tanto tiempo con él últimamente.

-Es buena gente —rodé los ojos—, no lo molestes.

-¡Todo listo! —Resopló Mason— Necesito jugo de mango —con un ademán cargó las ultimas cajas.

-Las veo abajo —Aiden siguió a Mason con tres cajas en manos.

-¿Leah? —me había extrañado que por un momento de al menos tres minutos no dijo ni una palabra.

-¡Mi papá me va a devolver mi auto! ¿Puedes creerlo? ¡Ya no tengo que tomar más taxis ni autobuses ni pedir que me lleven! ¡Creo que voy a llorar de emoción! ¡Ahh! —habló tan rápido que sólo entendí: auto.

-¡Qué bien! —la seguí haciendo el mismo saltito, dos a la derecha uno a la izquierda.

-Le diré a Mason, estará feliz de ya no ser mi chófer —con un chillido salió corriendo como si su vida dependiera de ello.

-Suerte con ello... —solté un suspiro, es increíble cómo nos podemos encariñar con las personas y las cosas. Ahora iba a vivir en Hollywood Boulevard, un hermoso pent-house, con mis tres locas mejores amigas. La renta era un poco costosa, pero entre las cuatro no se hacía tan forzado— ¡Adiós cuartito! —con un ademán me despedí y con un suspiró cerré la puerta de aquella habitación.

-¡Felicitaciones! —escuché una voz masculina.

Al darme vuelta me encontré con Owen que traía un café de Starbucks en la mano— Owen ¿cierto?

-Él mismo que viste y calza —esbozó una sonrisa amable.

-Gracias... Por las felicitaciones —titubeé, no sé porque el estar cerca de él me ponía tan incómoda.

Quizás porque creíste que él te estaba coqueteando el primer día, pero luego vio a Leah y se enamoró de ella, al igual con Mason.

-Te vi en la portada de la revista, te veías muy hermosa —dijo sin dejar de sonreír.

-Gracias.

-No hay de qué, por cierto Anna salió si quieres le doy las llaves cuando ella vuelva.

-Amm... De hecho, creo que sería un poco irresponsable dejarla con un extraño y yo... emm...

-Creí que éramos amigos —pareció ofendido.

-No, lo lamento. No me explique bien...

-¿Qué quieres Naomi?

En ese momento la pregunta no me pareció fuera de lugar como luego de unos segundos después de responder—: Yo la traeré luego —sólo asintió y se alejó.

Desventajas de ser alta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora