1- La caminata de la vergüenza.

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Desperté envuelta en una sábana naranja con olor a comida, esta definitivamente no era mi sabana. La aparté de mi cara, y sí en efecto, no era mi cuarto. Giré mi cabeza y me encontré con el lado derecho de la cama vacío. ¿Qué coño? Al menos esperaba tener a una persona al lado que me pudiera decir que fue lo que sucedió.

Al levantarme de la cama me di cuenta que estaba vestida ¡Gracias al cielo! tenía puesto el mismo jean negro de anoche, una camisa manga larga roja a cuadros, incluso traía puesto mis converse. Espera, mi camisa no era manga larga roja a cuadros. Era blanca estampada y de tirantes.

-¿Dónde coño estoy? —me encontré con un reloj de mesa, 1:43 pm. ¡No jueguen! era la una de la tarde, mi mamá debe estar preocupada.

¿Y si me secuestraron?

Como loca comencé a buscar mi teléfono por toda la amplia habitación, un horrible olor provenía de una puerta, iugh, puaj, alguien comió frijoles... Pero podridos...

Lo encontré junto a mi camiseta que tenía ayer, ya no estaba tan blanca, tenía una gran mancha marrón.

¡Ah! ya lo recuerdo iba saliendo de la fiesta y un chico me vomitó... Idiotas de fratern... ¡Estoy en una puta fraternidad sin idea de lo que pasó con una camisa que no es mía!

Sí. Me drogaron y me violaron. Me vi en los periódicos "Chica rubia alta de 19 años de edad, fue violada en una fraternidad en el centro de los angeles, sus padres la echan de la casa. Se vuelve vagabunda y come lo que tiran en las papeleras de McDonald's" ¿Un poco largo, no?

Me tiré en el piso con frustración, retire mi cabello de la cara y encendí mi teléfono, revisé mis últimas llamadas, dos a mi mamá antes de la fiesta y una a las dos y media de la mañana... ¡Ay no!

Había llamado a mi ex de hace como cuatro años, bueno, no es mi ex, porque nunca fuimos nada... A ver supongamos, que hoy es hace cuatros años, un día como ayer me pidió ser su novia, tenía catorce a penas, le juré que le daría respuesta mañana (o sea el hoy en suposición) , le hice prometerme que no se molestara. Pero de nada sirvió, un día como hoy (en suposición) nos vimos y me dijo que nada sucedería. Eso me marcó de por vida. Sus amigos me decían que era porque yo era más alta que él, otros porque le gustaba una chica un año menor que él, y otros que porque era gay.

El que piensa pierde ¿No?

Le escribí un mensaje a Lily, mi vecina y mejor amiga, ya que con ella había venido. Espere unos segundos y nada, revisé su última conexión en WhatsApp y había sido ayer a las 10:56 pm.

Tomé mi blusa en manos, guardé mi teléfono en el bolsillo y decidí salir de esa habitación, no tenía maquillaje corrido porque no me había puesto, tan solo un poco de polvo y listo. La puerta era inmensa, blanca con muchos detalles tallados. La manilla era brillante parecía de oro, se veía demasiado cosotosa.

Cuando la abrí un chico alto, de espalda ancha, de buen trasero, vaqueros gastados y una sudadera negra, se dio vuelta. Al parecer estaba hablando con alguien de afuera.

¿Esta es la tierra prometida? ¿He muerto? A ver Dios dame respuestas, o me secuestraron o he muerto. No juegues así conmigo.

-Veo que ya despertaste —su voz salió gruesa y un poco ronca, acompañó sus palabras con una sonrisa ladeada.

Mi cara palideció, con un ademán me indicó que me hiciera a un lado para pasar. En ese instante tuve una guerra interna entre irme, e imaginarme que había entregado mi "pequeña flor" a un chico desconocido, de fraternidad en un fiesta; o quedarme a debatir quién era él y que hacia yo en su habitación, si es que era la de él.

-¿Te piensas quedar ahí? —dijo.

-Amm —miré a los lados nerviosa tratando de saber que responder—... Paz —salió mi acento británico más marcado de lo normal.

Vi que frunció el ceño antes de salir corriendo (literal) de ahí. Me encontré con un largo vestíbulo donde caminaban chicos tranquilamente sin camisetas con abdómenes de lavadero, otros hacían flexiones en el piso acompañados de un chico que le llevaba la cuenta, actuaban como si no hubiese habido una gran fiesta anoche, justo aquí.

Decidí caminar con la cabeza gacha hasta llegar a las escaleras, mi plan de no llamar la atención estaba funcionando, hasta que...

-Hey, rubia —escuché su voz a lo lejos—. ¡Esa es mi camisa! —gritó al ver que lo estaba ignorando. El silencio inundó el corredor. Chicos que subían las escaleras se quedaron mirándome, otros le murmuraban cosas al chico que tuvieran al lado.

Todo alrededor se detuvo, pero yo no lo haría así que baje las escaleras lo más rápido que pude, llegué al recibidor y abrí la puerta, la cerré de un portazo a mis espaldas. Afuera el pasto estaba lleno de vasos y botellas vacías, puedo jurar que incluso llegué a ver unos que otros condones.

No entiendo por qué el alboroto, no debe ser la primera vez que ven salir a una chica de ahí. Yo soy la que tiene vergüenza de haber sido esa chica.

Trágame tierra...

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Gracias por el apoyo (aunque sea chiquito) es muy lindo (no tienen idea cuánto) ver los votos.

Love u <3


-María Tabares ✌

Desventajas de ser alta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora