Entré al salón y me senté en mi lugar habitual. Aún faltaban diez minutos para que iniciara la clase, por lo que el salón seguía casi vacío. Me pasé ambas manos por el cabello, por alguna razón me sentía nervioso, a pesar de que mi clase favorita iba a comenzar, por lo que no entendía ese sentimiento que me embargaba.
Mi mirada se dirigió a la puerta cuando Ian entró. Sus ojos se encontraron con los míos y una sonrisa curvó sus labios, le sonreí en respuesta. El rubio se sentó a mi lado y dejó caer su mochila al piso.
—Hola, Will— saludó
—Hola— respondí
—Me gustaría preguntarte algo, ¿puedo?
—Claro
— ¿Conoces alguna cafetería que sirva buenos pastelillos?
— ¿Pastelillos?— dije confundido
—Eso fue lo que dije
Me quedé callado unos segundos, con los ojos de Ian fijos en los míos. Asentí distraídamente mientras mi mirada se apartaba de la del rubio y bajaba a sus labios, quedándose ahí por un segundo. La sonrisa de Ian se hizo más grande, sacándome de mis pensamientos, sacudí la cabeza y miré al suelo.
—Sí... sí, hay una al otro lado de la ciudad, dicen que son los mejores pastelillos de la ciudad...— murmuré
De acuerdo, esa era una mentira, al menos en parte. Sí conocía una cafetería al otro lado de la ciudad y sus postres eran buenos, pero eso de ''los mejores pastelillos de la ciudad'' lo había inventado, había dicho lo primero que se me vino a la cabeza para que el silencio no se prolongara más.
— ¿Los mejores?— dijo Ian—tendré que comprobarlo... ¿puedes acompañarme?
Levanté la mirada, encontrándome con sus ojos azules.
— ¿Acompañarte?
—Sí, tú sabes dónde está la cafetería y eso, ¿mañana después de clases?
—Bien... claro, sí— solté rápidamente
Ian sonrió una vez más ante mi respuesta y yo supe que mi voz había sonado casi desesperada y que en ese momento me había sonrojado, de nuevo, todo gracias al chico frente a mí.
Miré la puerta otra vez, a tiempo para ver a un chico entrando al salón, que se acercó a nosotros rápidamente, o, mejor dicho, casi corrió hasta Ian. Llevaba un estuche de saxofón en la mano derecha, sus ojos eran grises y llevaba el cabello castaño desordenado; lo conocía, habíamos hablado en varias ocasiones, porque compartíamos varias clases, generalmente lo veía coqueteando con alguna chica mientras sonreía, pero en ese momento parecía cansado, incluso se podían ver las ojeras en su piel.
—Tony— saludó Ian
El chico se detuvo y habló rápidamente.
— ¿Has hablado con Joe?
—Mmm... ¿Ya conoces a Will?— preguntó el rubio
—Sí, lo conozco, ahora contesta la pregunta
—Bien, no, lo siento, no he hablado con él desde hace casi una semana, me imagino por tu expresión que volvió a desaparecer—Tony asintió—bueno... ¿ya lo buscaste en tu sótano?
El castaño puso los ojos en blanco y negó con la cabeza.
—La última vez se escondió ahí, así que es lógico que ahora va a buscar otro lugar
—Eso dijiste la vez anterior... y la anterior a esa—hizo una pausa, como si estuviera pensando— creo que está en tu sótano
—No lo está— aseguró Tony
Dio media vuelta y salió del salón justo antes de que el profesor entrara.
Joe... ¿era posible que se refiriera a....? No, no podía ser el mismo. Negué con la cabeza y miré al frente, tratando de prestar atención a lo que el profesor estaba diciendo.
—Muy bien muchachos, hay que comenzar a planear lo que se va a hacer para la presentación de este año, estaba pensando en hacer una exposición de fotografía, otra de pintura y una de escultura, para los músicos podría organizarse un pequeño concierto donde toquen algunas canciones. ¿Dudas?
— ¿Las exposiciones trataran un tema en común?— preguntó una chica
—No, será a su elección, pueden hacer una obra sobre el tema que gusten
— ¿Hay un límite de obras?
—No pueden exponer más de tres cada uno
— ¿Cuánto va a durar el concierto?— preguntó Ian
—Media hora, tal vez, no será muy largo
Así que Ian era músico, eso me tomó por sorpresa, aunque no estaba seguro del por qué.
—Y para que quede claro...— dijo el profesor—todos van a tocar juntos, como una banda, así que tomen en cuenta que tienen un saxofón cuando escojan las canciones
—No hay problema—aseguró Ian, sonriendo con confianza
Cuando las preguntas finalizaron el profesor inicio la clase, pero no podía concentrarme en lo que decía. Estaba tratando de decidir que pinturas exponer, o si era mejor hacer algo nuevo.
Miré de reojo a Ian, que parecía muy concentrado escribiendo en su cuaderno. Después de unos segundos dio vuelta a la página y siguió escribiendo, no parecía haberse dado cuenta de que lo estaba espiando, al menos eso creí hasta que se recargo en el respaldo del asiento, dejándome ver lo que había escrito.
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Aparté la mirada y tragué saliva, sintiendo el sonrojo apoderándose de mi rostro. Carajo. Ian hizo una seña, tratando de llamar mi atención, así que volví a mirar su cuaderno con disimulo.
¿Mañana en el estacionamiento cuando la escuela termine?
Terminé de leer y escribí una respuesta en mi propio cuaderno.
De acuerdo
Pude ver que el rubio sonreía levemente y entonces me di cuenta de lo que eso significaba, iba a tener una cita con Ian Veront.
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Cualquier Estupidez
RomanceWill nunca se preocupo demasiado por encontrar a alguien a quien amar, lo que más le importaba en su vida eran sus amigos y su arte. Sus sueños y metas eran simples, pero luego de un paseo con su mejor amiga se encuentra con alguien que se metera en...