Cualquier Estupidez

Capítulo 20

     Cuando escuché que tocaron el timbre decidí ignorarlo; cuando sonó por segunda vez me puse una almohada sobre el rostro, intentando acallar el sonido; cuando la persona que estaba tocando el timbre decidió oprimirlo sin parar por más de dos minutos me puse de pie, maldiciendo en voz alta, caminé hasta la puerta de entrada y la abrí.

     Kris me sonrió mientras quitaba su dedo del timbre, terminando con el molesto sonido.

—Te ves terrible— dijo el castaño

— ¿A qué viniste?— pregunté con irritación

—Julie me dijo que llevas dos días sin ir a la escuela, queríamos asegurarnos de que siguieras vivo— respondió, entrando al departamento

—Ya viste que estoy bien— cerré la puerta— ¿algo más?

— ¿Por qué no fuiste a la escuela?— cuestionó

—No me sentía bien— contesté, encogiéndome de hombros— necesitaba tomarme un descanso

— ¿En serio estás bien?

— ¿Por qué no lo estaría?

—Es solo...— se quedó callado— estoy seguro de que llevas días sin pintar— me sobresalté, preguntándome por qué Kris sabía eso

—No sé de qué hablas— mentí

—No tienes pintura en el cabello— señaló

—Se le llama tomar una ducha— respondí— deberías intentarlo

—Y...— agregó el castaño, ignorando mi comentario— la puerta de tu estudio está cerrada

—Eso no significa nada— aseguré— ¿cómo sabes que no la acabo de cerrar? Tal vez estoy trabajando en algo y como aún no está terminado no quiero que alguien lo vea

—Will... sé que eres un desastre cuando pintas, no sé a quién intentas engañar

— ¿¡Y qué importa?!— grité— ¿por qué es tan interesante el hecho de que no he pintado? ¿a quién le importa que no he tenido inspiración?— espeté— ¿o lo que importa es la razón de eso?— añadí, antes de que Kris pudiera hablar— probablemente sea porque siento que mi relación con Ian se fue a la mierda y tal vez sea mi culpa por no expresar lo que sentía de la forma correcta o quizá es su culpa por no entender lo que quise decir o simplemente nuestra relación estaba destinada a fracasar, pero no quiero pensar sobre eso porque me hace sentir aún más mierda

     Me mordí el labio inferior, con la mirada fija en Kris, pensando que había hablado de más, lo cual probablemente había sido un error, a juzgar por la expresión del castaño.

—Sabía que ese imbécil tenía algo que ver— murmuró— sabía que no debía confiar en él— Kris me miró, después de unos segundos suspiró y se cruzó de brazos— supongo que eso no es lo que necesitas escuchar en este momento— susurró— siéntate y busca alguna película interesante— dijo, señalando el sofá— yo prepararé palomitas

—Kris...

—Solo quiero hacerte compañía un rato, nadie tiene que hablar si no quiere, especialmente de rubios imbéciles

     No pude evitar sonreír, Kris entró a la cocina y lo escuché abrir ycerrar puertas de la alacena. Suspiré y me senté en el sofá para después tomarel control de la televisión.