Sonreí mientras veía a Julissa acercarse a mí. Era mi mejor amiga desde que teníamos once años, habíamos pasado tantas cosas que ni siquiera podía recordarlas todas.
—¿Qué tal tu fin de semana?— preguntó la chica, cuando estuvo frente a mí
La chica era unos centímetros más baja que yo, desde hacía un par de años había comenzado a teñirse el cabello de un color pelirrojo, sus ojos eran color miel y tenía facciones delicadas, además su piel era blanca, tal vez por ello me había recordado a una muñeca de porcelana cuando acabábamos de conocernos, aunque no tarde demasiado en darme cuenta de que su personalidad no se parecía a su delicada apariencia exterior.
—Mi fin de semana...— resoplé y miré el cielo— dejaron una nota en mi apartamento—dije, encogiéndome de hombros
— ¿Qué tipo de nota?—me cuestionó la pelirroja
—Nada importante— aseguré
La sonrisa de Julie se esfumó y frunció el ceño ligeramente, probablemente ya se imaginaba que tipo de nota había sido.
— ¿John?— inquirió la pelirroja
—No lo sé— mentí
La pelirroja me miró con los ojos entrecerrados y se cruzó de brazos.
— ¿Olvidaste que noto cuando mientes?
—Parece que nunca logro recordarlo— suspiré
—Es un idiota— dijo Julie
—Dime algo que no sepa
—Tu labio inferior tiembla cuando mientes
— ¿En serio?— Julie se encogió de hombros y comenzó a caminar dándome la espalda.
No tuve dificultad para alcanzarla rápidamente y después mantuve su paso fácilmente.
—Casi no se nota— dijo Julie
De repente la chica rió suavemente, como si hubiese recordado algo. La miré, confundido, y ella me sonrió.
—Escuché a Valerie y Wendy hablando...— puse los ojos en blanco y me quedé callado— de ti— continuó Julie— parece que tienes algunas admiradoras— se rió
—No es divertido— fruncí el ceño— ¿les podrías decir que no estoy interesado en ninguna?— pregunté
—Eso es asunto tuyo, Will, no voy a entrometerme— contestó Julie
Suspiré, no podía negar que la pelirroja tenía razón, sería infantil de mi parte enviar a Julie como mensajera.
— ¿Y si se molestan?— Julie volvió a reír.
—Creo que es más posible que se pongan tristes, y aunque se molesten— hizo una pequeña pausa— estoy segura de que puedes defenderte de dos chicas
—Hablo en serio, Julissa
—Oye— me hizo un gesto— sabes que no me gusta que me llames por mi nombre completo
Me quedé callado, sonriendo ligeramente ante la molestia de Julie. Después de unos minutos entramos a una pequeña cafetería que estaba en la esquina de la calle. Nos sentamos en una mesa, cuando la mesera se acercó pedí un café americano y Julie una botella de agua.
— ¿Vienes a una cafetería y pides agua?
—No me molestes, Will
La mesera llevó lo que habíamos pedido después de unos minutos.
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Cualquier Estupidez
RomanceWill nunca se preocupo demasiado por encontrar a alguien a quien amar, lo que más le importaba en su vida eran sus amigos y su arte. Sus sueños y metas eran simples, pero luego de un paseo con su mejor amiga se encuentra con alguien que se metera en...