Capítulo 13

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     Cuando por fin llegó el fin de semana no tenía ganas ni siquiera para levantarme de la cama, quería quedarme ahí, envuelto en mis cobijas todo el día. El día anterior había salido con mi madre y habíamos hablado durante un par de horas, básicamente repitió lo que me dijo cuando fui a casa, que no importaba qué pasara, ella siempre me amaría.

     A pesar de eso mi ánimo estaba por el suelo, ni siquiera me sentía capaz de pintar algo, a pesar de que debía hacerlo, pues la presentación para mi clase de Estudio del Arte Contemporáneo era la próxima semana y no quería presentar ninguna de las pinturas que ya tenía.

     Mi celular comenzó a vibrar, maldije en voz baja y lo tomé. En la pantalla aparecía el nombre de Julie junto con una foto de ella y las opciones para contestar o ignorar la llamada. Suspiré y oprimí el botón verde.

— ¿Hola?— dije

—Will— respondieron en la otra línea

— ¿Ian?— pregunté confundido

—Ese soy yo

— ¿Qué haces con el teléfono de Julie?

—Me lo prestó para que pudiera llamarte, ya que nunca te he pedido tu número...— hubo una pausa— bueno, no importa, el punto de esta llamada es invitarte a salir con nosotros, Julie, Joe, Tony y yo vamos a comer y pensé que sería buena idea invitarte

—La verdad no...— comencé a hablar

—Dame eso— dijo Julie, su voz sonó un poco lejana, luego de una serie de ruidos volvió a hablar, supuse que le había quitado el celular a Ian— no puedes negarte, ya estamos afuera de tu departamento

—Julie...— murmuré

     El sonido del timbre me interrumpió, haciendo que maldijera una vez más.

— ¿Por qué están aquí?— pregunté con el ceño fruncido

—Sabía que te negarías y ya que Ian tiene auto se me ocurrió venir a recogerte

—Te odio— suspiré

—Sí, lo que digas, ahora abre la puerta— ordenó Julie, y cortó la llamada

     Dejé el celular en la cómoda y me levanté de la cama, me pasé una mano por el cabello mientras caminaba hacia la entrada. Cuando abrí la puerta Julie entró sin esperar una invitación y se sentó en el sofá más pequeño de la sala; Joe y Tony esperaron a que les hiciera una seña para que entraran antes de unirse a la pelirroja en la sala.

     Al pasar a mi lado Joe me saludó de la forma usual, con un abrazo y un beso en cada mejilla, Tony solo inclinó la cabeza como saludo y entró sin decir nada. Ian entró con una pequeña sonrisa curvando sus labios y se quedó a mi lado en lugar de caminar a la sala.

—Lamento haber venido tan repentinamente— se disculpó— pero Julie me obligó y creo que me habría asesinado si no hubiera seguido sus ordenes

—Está bien— dije— no es tu culpa

—Will— me llamó Julie— ya es hora de que te pongas pantalones, no puedes salir a la calle en ropa interior

—Nunca acepté salir con ustedes

— ¿Por qué no?— preguntó Joe— ¡será divertido!— aseguró— iremos por hamburguesas y tal vez al cine— suspiré

—No tengo ánimos de salir— confesé

—Entonces podemos pedir pizza y quedarnos a ver películas— propuso Julie

     Mi mirada se encontró con la suya y supe que no aceptaría un no por respuesta.

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