Cuatro días después de la graduación desperté con el sonido de la alarma, suspiré mientras la apagaba, me sentía más cansado que cuando me había acostado, probablemente porque solo había dormido unas dos horas.
Me senté y miré a mí alrededor, mi habitación se sentía vacía, ayer había terminado de empacar mis cosas en cajas, la mayoría terminaría en el sótano de mis padres, era obvio que no podría llevar todo a los dormitorios de la universidad.
Tardé un par de horas en prepararme para el viaje; tomé una ducha, desayuné, me aseguré de que mi maleta estuviera en orden y me senté en el sofá para esperar. Me puse de pie unos minutos después, cuando el timbre sonó e intenté no sentirme decepcionado cuando no vi a Ian.
Mi madre me abrazó antes de entrar al departamento, me hizo un montón de preguntas para asegurarse de que todo estaba preparado para el viaje y cuando estuvo satisfecha nos dirigimos a su auto.
El camino al aeropuerto me pareció demasiado corto, cuando llegamos Julie y Joe estaban en la entrada, no había rastro de Ian y los mellizos tampoco lo mencionaron, simplemente me abrazaron. Kris llegó unos minutos después, cuando ya estábamos sentados esperando que anunciaran mi vuelo para comenzar el abordaje. El castaño intentó aligerar el ambiente con la ayuda de Joe y Julie, me uní a la conversación, pero el nudo que se había formado en mi garganta desde que había despertado se sentía cada vez más apretado.
Los minutos seguían avanzando y yo seguía mirando a mí alrededor de vez en cuando, por alguna razón seguía teniendo la esperanza de ver a Ian cruzar la entrada del aeropuerto, pero no pasó, en su lugar escuché que decían el número de mi vuelo, seguido del anuncio para que los pasajeros comenzaran a abordar.
Nos pusimos de pie y comenzamos a caminar hacia la puerta que habían anunciado, al llegar a la revisión de seguridad nos detuvimos, a partir de ahí solo podían entrar los que iban a abordar. Primero abracé a mi madre, dejé que me besara las mejillas varias veces y fingí que no había notado sus lágrimas, la estreché contra mi cuerpo y besé su cabello.
—Te voy a extrañar— susurré
—Y yo a ti— respondió
Me dio otro beso en la frente antes de separarse de mí y se alejó unos pasos mientras se limpiaba las lágrimas sutilmente, Joe fue el siguiente, me abrazó con fuerza, casi colgándose de mí, cómo era su costumbre, haciendo que me fuera imposible no sonreír.
—No me eches mucho de menos o me sentiré mal— dijo
Solté una pequeña risa y negué con la cabeza.
—Será imposible no hacerlo— contesté, lo escuché reírse
En cuanto me soltó tuve los brazos de Kris a mí alrededor, suspiré y correspondí a su abrazo.
—Espero por lo menos un mensaje todos los días—murmuró cuando nos separamos
—Haré lo que pueda— prometí
Kris puso los ojos en blanco, pero se hizo a un lado para que Julie pudiera abrazarme.
—Voy a asesinarlo— susurró la pelirroja
No tuve que preguntar de quien estaba hablando, tragué saliva y la abracé con más fuerza antes de contestar.
—No es su culpa— mi voz sonó ahogada
Julie se alejó de mí y me miró con confusión, solo tardó unos segundos en entender lo que quería decir.
—No le dijiste— sonaba incrédula— no le dijiste que te ibas hoy
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Cualquier Estupidez
RomanceWill nunca se preocupo demasiado por encontrar a alguien a quien amar, lo que más le importaba en su vida eran sus amigos y su arte. Sus sueños y metas eran simples, pero luego de un paseo con su mejor amiga se encuentra con alguien que se metera en...