III

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-Señorita despierte.-dijo Dong Yul tocando mi hombro.

Abro los ojos y me encuentro con la luz cegadora de la ventana.

-Buenos días.-dije poniédome de pie.

-Buenos días.-respondió sonriente.

Fui directo al baño a cepillarme los dientes, no pensaba llegar a Corea con mal aliento.

-Deja los nervios Alex.-me dije a mi misma luego de haberme cepillado.

No tenía ni idea de por qué estaba nerviosa, pero me calmé un poco y salí a sentarme de nuevo.

-Queridos pasajeros, ya vamos a aterrizar por favor abrochen sus cinturones de seguridad.-dijo el piloto.

Me abroché el cinturón y miré por la ventana, siempre me gustó hacer esto, ver al avión descender para luego caer suavemente en la pista de aterrizaje.

Bajamos del avión y fuimos a recoger nuestro equipaje, mis maletas salieron primero.

-Voy a salir, los espero afuera.-dije.

-Está bien señorita.-respondió Bon Hwa.

Salí y noté la diferencia de aire, esto es otro mundo, las calles estaban cuidadas, los taxis en perfecto estado, es un paraíso.

-Bueno.-dije en español y suspiré-. Estoy lista para esto.

Me gustaba hablar en español, es lo lógico, lo hablé por veinte años por suerte logré aprender coreano y muchos otros idiomas.

-¡Señorita Cusiack! -dijo Bon Hwa-. Por aquí.-señaló un carro negro mientras guardaba su equipaje y el de Dong Yul.

Me acerco al carro, Bon Hwa agarra mi equipaje para guardarlo y Dong Yul me abre la puerta.

-Gracias.-dije entrando al carro.

No quise preguntar a dónde íbamos, confiaba en los dos agentes que estaban conmigo, lo único que hice fue contemplar por la ventana lo que siempre esperé ver.

Nos detuvimos en frente de una casa, era muy bonita, ¿para qué me trajeron aquí? Tiene un carro estacionado en lo que parece ser un garaje, quiere decir que hay alguien en casa, Bon Hwa me abre la puerta esta vez.

-¿En dónde estamos? -pregunté.

-En su casa señorita.-respondió Bon Hwa.

¿Mi casa? Esto debe ser una broma.

-¿Y ese carro?

-Es suyo también.

Estoy realmente sorprendida, muy sorprendida para ser franca.

-Dong Yul.-dijo Bon Hwa-. Dame las llaves para que la señorita entre.

El chico le hace entrega de las llaves y me haces señas de que lo siga para mostrarme la casa.

Cuando entré quedé igual de maravillada que cuando llegué a Corea, pasé a la cocina, las gavetas eran blancas con granito negro, luego fui a la sala, había un mueble en forma de L color crema casi blanco con un televisor pantalla plana, no sabría determinar las pulgadas, el suelo era madera brillante un poco oscura, pero era hermosa, las paredes blancas, subí la escalera y en la planta de arriba habían dos habitaciones y un baño afuera, lo que quiere decir que sólo una tiene baño adentro, paso a la primera -que vendría siendo la mía- y observo todo, era igual de hermosa que la casa y el baño, ni hablar, después pasé al otro cuarto, era similar al primero y por último entré al otro baño.

-Esto es impresionante.-dije observando todo.

Cuando iba por el pasillo para bajar las escaleras apareció Dong Yul subiendo las maletas.

-Déjame ayudarte.-dije agarrando una y metiéndola en mi habitación mientras él metía la otra.

-Gracias.-dijo.

-No hay de qué.

Luego salimos y bajamos porque teníamos que ir a la empresa para conocer a mi nuevo jefe, no entiendo porque tenía tantos nervios pero le resté importancia. Pude notar que mi casa quedaba a unas cuantas cuadras del edificio de Jellyfish, por lo que podía irme a pie.

-Ya llegamos.-dijo Bon Hwa estacionando el carro.

Era muy evidente que era extranjera, no dejaba de mirar todo como si hubiera entrado en otro planeta, noté varias miradas extrañas gracias a eso.

Cuando por fin llegamos a la oficina, mis nervios estaban al mil, ¿y si le parecía muy rara? ¿Y si me rechaza por ser medio morena? Muchas preguntas rondaban mi cabeza, pero las dejé a un lado, respiré hondo y entré.

-Buenos días señorita Cusiack.-dijo el jefe extendiendo su mano-. Soy el señor Kim, un placer conocerla.

-El placer es todo mío.-respondí sonriendo aceptando su mano.

Empezamos a conversar, me explicó las cosas que necesitaba saber sobre la empresa para luego decirme un «bienvenida a Jellyfish Entertainment» y que me tomara el día para descansar y que viniera a las nueve de la mañana.

Cuando salí de la oficina del señor Kim, Dong Yul y Bon Hwa ya no estaban por lo que decidí pasear un poco por el edificio, no fue detalladamente porque recordé que debía cambiar el dinero que mi mamá me había dado, también porque me dio hambre -era la hora del almuerzo- así que salí a cambiar eso para luego ir a comer, siempre quise probar el ramen así que pedí uno, estaba delicioso, me costaba un poco agarrar los palillos pero eso no me impedía disfrutar de mi platillo. Al terminar de comer salí a caminar un poco, recordé que debía llamar a mi mamá pero mi línea aquí ya no servía así que pregunté en dónde podía comprarme una nueva línea y me dijeron que en Movistar, me sorprendí con eso pero pude comprar mi línea y colocársela al teléfono que por suerte yo lo tenía liberado, cuando lo encendí ya tenía la hora de Corea así que agregué la hora de Venezuela y al ver que no era tan tarde llamé a mi mamá y le conté todo.

-Es tal cual me lo había imaginado mamá.-dije mirando todo a mi alrededor-. Esto es impresionante.

-Me alegro que hayas llegado bien y que estés cumpliendo tu sueño.-respondió para luego dar un largo bostezo.

-Mami, mejor ve a dormir, me escribes cuando te despiertes. Buenas noches, te amo y te adoro.

-Está bien hija, yo también, buenas noches.-dijo y colgó.

Continué caminando, estaba oscureciendo así que vi la hora, eran las siete de la noche, no podía seguir caminando porque aún no conozco las calles, llamé a un taxi y le dije que me dejara en el edificio de Jellyfish ya que quedaba cerca de mi casa, no había problema.

Apenas llegué vi que Bon Hwa y Dong Yul estaban vaciando unas bolsas de mercado, por lo que me ofrecí a ayudarlos.

-¿Hay platos? -pregunté.

-Sí.-respondió Dong Yul ya que su compañero estaba ocupado.

Me indicó donde estaba todo lo que podía necesitar, platos, vasos, cubiertos, sartenes y ollas.

-Gracias por todo.-dije abriendo la puerta.

-No tiene que agradecernos, es nuestro trabajo. Por cierto señorita, aquí tiene nuestros números de teléfono y las llaves de su carro.-dijo Bon Hwa entregándome las llaves y un papelito-. Llámenos si necesita algo, nos vemos mañana.

Dicho eso, salieron y yo cerré la puerta para subir a darme un baño, ponerme el pijama, poner una alarma y caer profundamente dormida.

A Dream Come True (VIXX Ravi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora