Atrapado en el pasado

Capitulo 5

Oh si amenme ahrr Jajajaja
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-Oh por Dios... -Susurro. -No pensaba verte aquí.
-Un gusto. -Sonríe amablemente Ximena, extendiendo su mano para saludarme. -Tengo que decirte un par de cosas...
-No quiero problemas. -Musito a la defensiva. -
-Yo tampoco. -Ximena se encoge de hombros y toma su maquillaje y comienza a frotar la esponja en su cara. -Solo quería decirte que en verdad fui una idiota. ¿Está bien? Nicola no era mío...
-Tampoco mío.
-Si no quieres verlo, será mejor que te vayas Angie.
- ¿Él está aquí?
- ¿Dónde si no? -Ximena se encoje de hombros y se pasa su brillo labial por sus labios gruesos. Junta ambos para lograr un maquillaje uniforme y se vuelve hacia mí. -Él ha estado extraño. Sigue haciendo lo mismo, es un imbécil de mierda como siempre... pero por lo menos va a la universidad.
- ¿Él pregunta por mí? -Un aire de egoísmo me invade, intentando resolver todo con esa pregunta. Ximena no parece darse cuenta de lo que pienso... ella tampoco ha de pensarlo. -
-Yo no estoy para contártelo. Solo lleva ese culo tuyo con él y hablen. No tengo absolutamente nada que ver. Y te repito que lo siento. Yo arreglé mi problema, ahora hazlo tú.

Sonríe y sale del baño. Natalie rápidamente sale del cubículo y me abraza, pensando que estoy lastimada, cuando no es así. La verdad no pienso hablar con Nicola, tal vez no lo vea, pero Ximena me ha dicho algo importante. Él siguió adelante, justo como yo quiero hacerlo. Está muy bien. Y me siento en parte orgullosa de que haya conseguido entrar a la universidad.
Salimos de nuevo hacia la pista, y encontramos a Briggit con los chicos, bailando, pensando en la filosofía "YOLO" por primara vez en mi vida. ¿Qué más da? Esta vez Ximena contribuyó con mi buen humor, y no estoy bromeando.

***

La música es más fuerte desde aquí. Doy la última calada a mi cigarrillo antes de tirarlo al piso y pisarlo. Observo por el balcón hacia abajo, donde hay un mar de personas bailando. Es difícil distinguirlos. Hay pocos conocidos y me estoy aburriendo demasiado. El grupo de chicos, y también Jon, están pasando un buen momento, pero no tengo ánimos para nada. Ximena llega y se sienta a mi lado, algo nerviosa, jugando con sus nudillos.

-Acabo de ver a Angie en los baños. -Dijo en una voz casi audible y tuve que callarme varios segundos para procesarlo. -Búscala Nicola. Debe hablar de una jodida vez.

Me levanto rápidamente y me olvido de agradecerle su gesto. Un hueco en el corazón se extiende hasta mi garganta y mis ojos comienzan a arder. El odio, o el amor, o lo que sea me invade tanto, que uso esa energía para correr, bajar las escaleras y colarme con la gente que baila en la pista de baile. Busco a Angie solo a ella. Necesito dejarle las cosas claras de una jodida vez, como dice Ximena.

***

Angie baila sola con Natalie, pues Briggit y los demás se han ido. Por encima de su hombro echa una ojeada y su piel se queda helada. Nicola está a pocos metros de ella. Mirando hacia todas direcciones, con sus anteojos oscuros, como antes. Como siempre. Toma a Natalie del brazo y la jala hacia un lado de la pista

-Tengo que irme. -Le dice en un grito sobre la música. -De seguro Ximena le ha dicho.
-No huyas Angie.
-Creí estar lista, pero no lo estoy.

Suelta a Natalie y corre a la salida. Justo cuando lo hace, Nicola gira la mirada hacia allá y la observa correr. Se dirige hacia la otra salida, la que va al estacionamiento y saca rápidamente su auto, haciendo los neumáticos chirriar para correr hacia en frente del Club. Donde divisa a Angie caminando rápido por la acera. Acelera y se posiciona a su lado. Adopta una actitud natural con un ligero toque de sarcasmo. Decide esperar a que ella esté a punto de cruzar la esquina, para dar la vuelta y quedar justo frente a ella. Lo logra. Abre la ventanilla y la mira. Ella está con cara de pánico justo frente a él.

-Sube. -Ordena fríamente. -
-No voy a subir contigo.
-Por una puta vez en tu vida hazme caso y sube Angie. -Nicola sigue sereno y se quita las gafas, mirándola. - ¿Tendré que bajarme y subirte por la fuerza?
-Está bien. -Suspira Angie abriendo la puerta del acompañante y sentándose. -¿Ahora qué?
-Nos vamos de aquí, te llevo a un lugar tranquilo, y me explicas porqué me has dejado ¿Te parece? Muy bien.

No deja que conteste y acelera el auto, no sin antes poner seguro a todas las puertas. Enciende la radio a un volumen muy fuerte, con una canción escuchándose. Angie no se atreve siquiera a mirarlo. Está apenada, con miedo y... sobre todo... nerviosa. Él no ha cambiado nada. Se vuelve y ve a Nicola conduciendo con una mirada dura hacia el frente. Sus labios se curvan en una media sonrisa y se le cae el alma a los pies.
Se vuelve hacia la ventanilla y no despega la mirada del vidrio empañado hasta que el auto se detiene. Nicola baja, y rodea el auto, hasta que está de su lado y abre la puerta. Jalando a Angie del brazo. Forzándola a salir y observar el lugar en el que están.
De seguro esta vez no la dejará escapar. Están en su lugar especial, y nadie los puede interrumpir. El estacionamiento abandonado el cual ha sido cede de todas sus peleas, momentos felices y de decepción. Un hueco en el corazón de nuevo. Angie siente sus fuerzas caer al recordar la última vez que lo vio. Claro que le recordará todo.

-Puedo escucharte. -Nicola se cruza de brazos, expectante. -Comienza, pequeño desastre... tenemos toda la vida.