Capítulo 11 - Encuentro lineal.

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Nota: Este capítulo en orden lineal va después del prólogo :) y después del capitulo 18 o 19 aprox. (Aún no publicados)


Capítulo 11. Encuentro lineal.

¿Su nombre era Alex? No recordaba nada. Después de escuchar las escasas palabras de aquel hombre, quería escapar, pues él quería matarla.

Su captor se volvió a acercar y sacó un pequeño cuchillo.

─Sé que no recuerdas nada, debí de darte una verdadera paliza, lástima que no te acuerdes.

─¿Qué quieres de mí?

─Tu vida, ya te lo he dicho, es algo personal. Lo hago por el bien de la humanidad.

─¿Matarme, le hará bien?

─Oh sí, pero matarte, sólo eliminaría esta línea paralela. Estoy buscando una precisamente, pero tengo que deshacer las creadas.

─¿De qué hablas? ─preguntó secamente. En su mente se escuchó como si alzara la voz, pero en realidad fue como un susurro.

─No te quiero confundir más de lo que estas en estos momentos ─pasó suavemente el filo de aquella cuchilla sobre su rostro ─Creo que te lo enterraré en el cuello.

Alex tenía un plan, pero necesitaba que él, la liberase. Era inútil, aunque llegara a razonar con este tipo, seguro que no la dejaría libre.

De pronto la bombilla en el techo comenzó a tambalearse. El sujeto volteó hacia todos lados. Se escucharon ruidos, Alex miraba buscando de donde provenían, se oyó retumbar la madera de la puerta; alguien tocaba.

No vio lo que ocurrió después. Justo cuando su captor abrió la puerta Alex parpadeó y seguidamente, todo su alrededor había cambiado. Todo estaba hecho un desastre. Había algo aún más extraño, estaba junto a alguien.

Un chico la estaba liberando ¿Quién era?

—No te preocupes Alex, saldremos de esta ­—dijo el chico. Aunque estaba perdiendo la conciencia aun le quedaban fuerzas, el chico era rubio. Algo en ella le decía que ya lo conocía, pero no estaba segura.

—¿Quién eres? ─preguntó.

El chico parecía incomodo, bajó la cabeza. Su cabello ondeaba por la brisa, estaban en invierno quizá o sólo era el lugar.

—Soy Draxler, ¿no me recuerdas?

Alex negó.

—¡HAY QUE IRNOS! ­—gritó alguien a lo lejos.

Draxler ayudó a Alex a reincorporarse. Estaba muy débil como para caminar. Quiso darle las gracias, pero ya no podía siquiera emitir un sonido de sus labios.

—¿Es ella? —escuchó decir de alguien más. Era una chica.

—Si —le contestó el chico que la sostenía.

—¿Y Alex? ─preguntó de nuevo la chica.

—Se lo llevó —contestó otra persona, era una mujer, tenía un acento extraño.

—¿Leo, crees que estará bien? ─volvió a preguntar la chica. Aunque Alex estaba muy débil, por dentro se reía, aquella chica no se cansaba de preguntar, le estaba empezando a caer mal.

Alex estaba muy cansada, sus ojos estaban entrecerrados, necesitaba decirle a uno de ellos que la llevaran a un hospital, pero de nuevo se vio incapaz de hacerlo. De pronto una fuerte brisa se arremolinó entre ellos. Alex sentía mucho frio. Draxler la tapó con su chaqueta, dejándolo con una playera, quizá sufriendo por el frio. ¿Por qué se tomaba tantas molestias por protegerla?

Alex abrió los ojos, quiso hacer un último esfuerzo. Notó a un chico aparecer, estaba herido, tenía una espada en la mano, pero estaba débil, pues cayó en la nieve y la espada se incrustó en el suelo. Dos chicos se aproximaron a él y lo sostuvieron, alcanzó a ver que uno estaba calvo, pero el otro no. Se volvió a reír por dentro, cuando aquel, la volteó a ver. Era lindo.

El otro chico ─el que acababa de aparecer─ miró a uno de sus compañeros y luego la miró a ella. Pero apartó la mirada enseguida, él no era tan lindo, pensó Alex. Ambos estaban heridos era algo que compartían, pero aquel sujeto tenía algo familiar en él, aunque todos lo tenían.

Era una verdadera molestia no recordar nada.

—¡Hay que irnos! ─dijo el chico lindo.

—¿Sabes el punto de quiebre? ─escuchó decir a la preguntona.

—Si mujer, ya sé. Yo me encargo.

El chico miró a todos y se rascó la cabeza. Transmitía tranquilidad. Otro punto para aquel chico.

—Cielos, creo que son bastantes. Todos sujétense que será un viaje muy agitado.

¿Cuántos chicos eran en total? Volvió a pensar Alex. Eran dos chicas, cuatro chicos, dos chicos lindos, uno no tanto y, el chico calvo.

El que la había rescatado, Draxler, la sujeto muy firme con ambos brazos rodeándola, y de pronto la nieve empezó a elevarse, y arremolinarse en torno a ellos, era como si el viento soplará a una velocidad muy alta.

Se sentía tranquila, pues aquellos chicos no se veían tan hostiles como su captor. Alex se desmayó, su vista se nubló ya que no tenía fuerzas para seguir, decidió dejarse vencer. No podía seguir en la lucha, así que se dio por vencida.


Guardianes del Tiempo: Desastre Temporal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora