Guardianes del Tiempo: Desastre Temporal.

Capítulo 21 - Sin nombre IV.

Capítulo 21.

No se dio cuenta que se quedó dormido hasta que despertó. Xiao estaba sentada junto a la puerta, él estaba en una cama y la única luz que había era la que emitían las llamas de unas velas.

¿En dónde se encontraba? Era la pregunta que se hacía.

─¡Leo!, Alex despertó ─dijo Xiao

─¿Dónde estamos? ─preguntó él aun sin estar seguro.

─Pregúntaselo a Leo, ya vendrá ─le respondió.

─¿No puedes hablar muy bien el español? ─preguntó en mandarín.

─Se me dificultan algunas palabras ─le respondió ella.

Leo atravesó la puerta y se sentó junto a él, dedicándole una amplia sonrisa.

─¿Ya descansaste, viejo.?

─Si, no entiendo por qué me quede tan exhausto.

─¿No lo sabes?

─¿Saber qué? ─preguntó con una mueca de confusión.

─Detuviste el tiempo ─agregó.

─¿Que? No lo creo.

─Si lo hiciste y no sólo eso, cuando lo lograste, te llevaste a Alex del futuro.

─Eso quiere decir que...

─Si, detuviste el tiempo, pero cuando lo hiciste lo tocaste, por lo que ambos quedaron exentos y libres para moverse. Mientras lo demás estábamos detenidos.

─No, pero... no, ¿cómo pudo suceder? Ni siquiera lo toque.

─Hmm, es lo único que explicaría tu cansancio, pero no estoy seguro. Es una simple teoría.

─¿Dónde estamos? ─volvió a preguntar.

─En algún lugar perdido de México ─respondió─, estamos planeando nuestro siguiente movimiento. Sólo que te tengo dos noticias.

─¿Una mala y una buena?

Leo sonrió al escuchar a su amigo.

─Si, la buena es que tenemos a Alexa, la mala es que, a partir de ahora, debemos de ser muy cuidadosos. No podemos usar nuestras habilidades, para nada.

─Ya entiendo y ¿Qué haremos?

─Ir a por tus amigos.

No se sorprendió estaba seguro que Leo quería encontrarlos tanto como él.

─¿Megan?

─Si, me imagino que sabes en donde se encuentran ¿cierto?

─En FIELDS.

Después de todo Alex tenía razón. No sólo con la ubicación de sus compañeros sino en que ellos nunca lo traicionaron. Se sintió alegre por aquella noticia, aunque significaba que sus amigos la estaban pasando aun peor.

─¡Leo!

Era la voz de Fev, desde otra habitación.

─Hay que ir, viejo. A ver a tu versión linda.

─Yo soy la versión linda.

Alex lo había dicho en broma.

─No lo creo, eres tan feo como una marmota.