Capítulo 8—Decisiones. Parte I.
Despertó de golpe sobresaltado y empapado de sudor.
¿Cuánto había dormido? Dio un vistazo a su reloj y notó que ya era el día siguiente. No sólo le marcaba la hora sino la fecha y el año. ¿Había dormido un día completo? ¿Por qué no lo habían despertado?
Se levantó con un enorme dolor de cabeza. Había recordado la mayoría de las cosas. Como no pudo detener a Leo, ni a Marco, también su encuentro con Draxler y con sus padres. Había estado con ellos sólo unos segundos. ¿No los pudo salvar? No, esa no era la respuesta, él hizo lo que pudo. Por eso su promesa, por eso estuvo 3 años entrenando ese era el motivo por el cual no había ido al suceso definitivo.
El día de la muerte de sus padres, el día que Leo los asesinó.
Caminó por los pasillos, fue al comedor el cual estaba completamente vacío. Recorrió las instalaciones, no había ningún alma ahí.
¿Se habían esfumado? ¿Dónde estaban sus amigos?
Mapeó a varios lugares, pero no había señal de ellos.
Lo último que recordaba era que ellos habían ido a ver a Patrick. ¿Él les había hecho algo? Puede que tanto Bale y Patrick no les hayan creído cuando Megan y los demás fueron a dar las malas noticias. ¿Los descubrieron?
Eran tantas preguntas y no podía responder ninguna. Mapeó a la sala principal pero no había nadie. Todo estaba vacío. Todo FIC estaba deshabitado.
Volvió a su cama y recogió algunas de sus pertenencias, necesitaba escapar. Esto no pintaba nada bien. Tomó su mochila y estaba dispuesto a saltar cuando notó la presencia extra. ¿Cómo no pudo notarla? Ella estaba sentada al lado de la puerta, la oscuridad se fundía con ella. Alex apenas pudo notar su rostro.
No tenía ni la menor idea de quien era aquella persona. Era una mujer, de eso estaba seguro. Alex estaba calmado, él tenía la ventaja, podía ralentizar el tiempo y mapear si lo quisiera. Era algo fácil, pero no factible en ese momento.
—¿A dónde crees que vas pequeño? —dijo la mujer.
—No le importa saberlo, sólo sé que aquí no hay nadie y no quiero seguir estando en este lugar —la mujer cruzó las piernas y las manos.
Alex no podía distinguir con exactitud su rostro. Estaba vestida muy formal, un saco negro y pantalones de lana del mismo color, además de tacones. Supo que ella no estaba dispuesta a iniciar una pelea. Era inofensiva, hasta cierto punto.
—Mira, no creo que debas hablarle así a un superior.
—¿A un superior? Ni siquiera sé quién es usted señora.
—Señorita por favor. Y lo sé, nunca me has visto pero si has oído hablar de mí —la mujer se levantó del asiento y se acercó a Alex—. ¿Evangeline no te dice nada?
Él había escuchado ese nombre y... también lo había leído.
—Es la Directora de FIC, la que da órdenes— contestó de mala gana.
—Bravo, parece que no eres un estúpido crío.
—Y usted es más estúpida de lo que pensé —rezongó.
Evangeline le dio la espalda y caminó hacia la salida pero allí se quedó.
—¿Sabes por qué estoy aquí?
—No, y creo que debe de dejar todo este misterio. ¿Dónde están todos? ¿Dónde está mi equipo?
—Dónde siempre debieron de estar.
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Guardianes del Tiempo: Desastre Temporal.
Science-Fiction****Aviso de posibles spoilers*** Para leer esta novela es necesario que hayas leído la primera parte de la novela. Segunda parte de Guardianes del tiempo. Alex ha regresado al presente. Han pasado cinco años. Mapear era sólo el primer paso, ahora t...