After all.... (1D)

Need to know about you.

Se encontraba nerviosa. Nunca había hecho algo así. Las manos le sudaban, pero su conciencia le decía que era lo correcto, cierto? Llevaba 20 min. En su auto y aún no se decidía a bajar. Toda la situación le molestaba. Cómo había llegado a este punto? Como todo se le había escapado de las manos? Tomó su celular y marco un número. Se tardaron en contestar en la otra línea.
-Diga?
-Lo voy a hacer. Voy a a hacer lo correcto, y sólo te digo, que sí todo sale mal... Te culpó por haberme orientado a hacerlo.
-De que hablas?
- Lo averiguarás pronto.
Y colgó. Se armó de valor. Bajo del carro acomodándose el vestido. E hizo una pequeña oración, para pedir orientación. Dio unos pasos y timbro. No se tardaron mucho en abrir. Una joven cita vestida de mucama asomó su cabeza por la puerta.
-En que le puedo servir, señora?
-Se... Se encuentra el señor Horan.
-Oh, claro. Pase. En un momento la atiende.
Entraron a la enorme y bien adornada casa. Se sentía ageno el estar ahí. En otro momento se hubiera sentido como en casa, pero no era así. Maria notó que algo andaba mal. No había música como para una celebración. De hecho no se sentía el ambiente. Un par de pasos la trajeron de vuelta.
-Maria, que haces aquí?
-Bueno, en realidad vine a visitar. Pero creó que mejor vengó en otro momento. No quiero interrumpir nada.
-No, no. Adelante. Sólo decía que es raro el que reciba una visita tuya. Toma asiento.
-De hecho preferiría hablar en un lugar más, ya sabes, privado.
-Oh, entonces vamos a mi oficina.
Recorrieron el pasillo que dirigía al estudio. Y atravesaron la gran puerta de madera.
-Ahora sí, toma asiento.
-Gracias.
-Y, A qué se debe tu visita?
-Bueno en realidad yo quería hablar contigo sobre... Cosas. Muchas cosas. Cosas que son muy importantes, y que tenemos que hablar en persona.
-Y aquí estamos tu y yo. Solos. Para hablar de ESO.
-Eso suena muy sucio. No recuerdo cuando fue nuestra última llamada sucia.
Ambos rieron ante el recuerdo, que al principio los lleno de alegría, pero conforme lo compararon a sus realidades, dolió. Sesaron las risas y los recuerdos se vieron afectados por la realidad. La puerta se abrió interrumpiendo su momento previamente arruinado. Pero todo se volvió aún peor cuando la silueta de Clarisa se asomó por aquella puerta.
-Tengo que hablar contigo, Niall. Y mucho gusto Maria. No sabía que venías.
-Permiteme un momento Maria. Iré a atender los asuntos con Clarisa.
-Si, claro. Adelante.
- Ya sabes como son las bodas, Niall y yo apenas tenemos tiempo para descansar. Parece una carga, pero cuando te respalda tu futuro esposo, todo es mejor. Más ligero. Y vale la pena el resultado. El resto de tu vida con el hombre que amas. De seguro sabes de lo que te habló.
-No, en realidad no. Soy madre soltera.
Clarisa hizo un gesto de falsa  comprensión.
-Estoy segura de que algún día te pasará a ti también.
-Bueno, vamos Clarisa a solucionar aquello.
Clarisa salió primero, pero Niall se dio la vuelta para enfrentar a la chica.
-Vuelvo pronto.
Maria sólo asintió. Seguía sumergida en las palabras de Clarisa. Un gran dolor se apoderó de su pecho. Y si nunca encontraba a alguien más? Alejó esos pensamientos y tomó su celular.
-Me tendiste una trampa.
-De todas maneras tenías que decirle en algún momento. Y, qué mejor antes de que se case? Va a afectar su relación, su matrimonio y serían infelices. Terminarían divorciándose, y serían parte de las estadísticas. Es mejor ahora, antes de que los daños se profundicen.
-Pero, algo me impide hacerlo. Ya le he hecho pasar por mucho anteriormente.
-Sólo hazlo, no seas cobarde. Y me voy que tengo una cita con la señorita de trabajos sociales.
-Nos vemos, y Louisse.
-Si?
-Suerte.

-Con quien hablabas?
-Era Louisse, están por hacer los trámites para la adopción.
-Eso es algo bueno, seguro Harry está muy feliz.
-Ambos.
-Y bueno, cuál era el asunto?
-Ahh, si eso. Resulta que... Niall prometerme que lo que te vaya a decir no cambiará nada entre nosotros.
Niall, presentía que aquello que ella estaba por decir no era nada bueno. Su corazón se aceleró un poco. Y sus manos comenzaron a sudar. Él asintió y la chica asumió esa seña para proseguir.
-Te he mentido. Le he mentido a todos. Pero más a ti.
-Eso es algo que todos hacemos a menudo. Es parte de la supervivencia.
-No tiene que ser así.
La chica negó, y prosiguió.
-Mentí en el momento en que negué que sentía algo por ti. Y no debí hacerlo. Eso era algo de lo que debía estar orgullosa. Mentí cuando te pusiste esos jeans, no te veías tan bien.
Se rió entre lágrimas. Y siguió.
-Mentí cuando dije que estaría bien sin ti, el día que te mudaste a Londres. Mentí al querer dejarte ir por el bien de ambos. La verdad de porqué te dejé ir ese día en el instituto, no era por la fama. Tenía miedo, sabía sobre el embarazo en ese momento. Y no tenía por seguro quien era el padre. Pero lo presentía...
-Él.
Ella sonrió con los ojos hinchados.
-Cambie los resultados. Pero tengo que explicarte. En ese entonces tenía miedo de que el ser padre acabará con tu fama. O me obligarán a abortar. Y sé que no tengo porque pedir tu perdón, porque no lo merezco. No merezco nada más de ti, tu me amaste cuando nadie más lo hacía. Me amaste y yo te aleje. Así que me conformó con lo que me des.
-Yo... Yo. Por qué me hiciste creer que alguien más era el padre? No pasó por tu cabeza que tal vez tenía una ilusión de ser el padre? De formar parte de tu vida, aunque fuera un poco?
La cara de Niall lo decía todo. Decepción, tristeza, incredulidad en inclusive enojo. Y eso le dolió más a ella. No quería hacerle eso a él. Era la última persona a la que quería lastimar.
-Yo no quería que dejarás a Clarisa. No por mi, por lo menos. No quería ser la culpable de tu sufrimiento una vez más. Por favor prometeme que no cancelarás tu boda, porque no podría con la culpa. No está vez.
-No lo haría. Sabes, lo que vi en Clarisa fue su honestidad. Además de que es hermosa. Pero no te preocupes por mi. Estaré bien. Pero no te quiero ver ahí. Me duele como no tienes idea pero, no quiero verte ahí y pensar en lo que pudo ser. Diles que los niños se enfermaron.
Lo más duro para ella, era la forma en la que la veía. La indiferencia la obligó a tomar la última decisión. Ella volvería a donde se sentía como en casa. Y sería el mismo día de la boda.

Perdón por la tardanza estuve haciendo miles de cosas. Pero aquí tienen una vez más otro capítulo chan chan chan. Que va a pasar?
Voten, comenten y compartan la historia con sus amigos. Lots of love, yo.