No sé si él es el indicado, pero lo deseo con desesperación. Nos besamos como si no hubiese un mañana. Mete su lengua dentro de mi boca. Y es como si estuviera en el séptimo cielo. Sus manos recorren todo mi cuerpo. Pongo mis manos sobre su espalda y rápidamente se tensa.- Sólo te pediré una cosa: no me toques... Por favor.
Asentí, si no quería que lo tocase, no le tocaría. Aunque quisiera preguntar porque. Pero preguntar, significaría saber más cosas de él, y mientras menos sepa, mejor.
Poco a poco quita mi camiseta, dejando mis pechos al aire. Me siento un poco extraña así. Se me queda mirando, mis mejillas están roja, yo me siento muy nerviosa. Sus manos apretan mis pechos,haciendo una especie de masajes, extrañamente esto me pone. Mis pezones se ponen duros, me muerdo el labio inferior, y seguidamente tengo otra vez sus labios sobre los míos. No se como se las apaña para quitarme el pequeño short que llevo como pijama. Quedo en bragas, él poco a poco se quita la camisa que lleva puesta, noto unas especies de cicatrices, en el centro de su pecho, quizás son de cuando tuvo la varicela o quién sabe...
- Te deseo Anastasia
- Y yo... Demasiado. - Vuelve a atacar mis labios. Creo que me podré acostumbrar a sus besos.
Poco a poco va bajando mis bragas, dejándo mi sexo libre. Sin apartar sus labios de los míos, su mano derecha recorre mi cuerpo hasta llegar a lo más profundo de mi. Primero mete un dedo, y lo mueve en círculos. Nunca había sentido tanto placer, doy un pequeño grito, cuando mete otro dedo. Vuelo a gemir y a pedir más. Pero Christian saca los dedos y poco a poco se va bajando los pantalones junto a los boxers. Me quedo mirándo su enorme, grande y largo pene. Trago saliva... ¿Eso entrará, dentro de mí?
- Tranquila, Ana tu te dilatas - ¿Y esas palabras deberían tranquilizarme?
Saca un condón del bolsillo de su pantalón, lo rompe y se lo coloca. Es la hora, voy a perder mi virginidad y con mi jefe. Ana, aún estás ha tiempo de decir NO. pero no lo haré, ya es hora de madurar.
Coloca su miembro en la entrada de mi vagina, pero sin meterla.
- Si quieres que no lo haga, dímelo ahora - Me lo dice mirándome directamente a los ojos
- Hazlo.
Y sin pensarlo dos veces, me penetra poco a poco. Lo hace delicadamente y se lo agradezco. Se mueve lentamente, y la sensación es brutal. Agarra mis manos y las coloca encima de mi cabeza. Y sigue penterandome, si antes el placer era máximo, ahora es el doble o el triple.
- Más rápido, porfavor. - Digo entre jadeos.
Va aumentando la velocidad y en la habitación solo se escuchan nuestros sonidos y los golpes secos que hacemos Christian y yo.
Siento que estoy apunto de llegar al orgasmo, mi cuerpo tiembla y mis piernas flaquean, él lo nota y vuelve aumentar más la velocidad, supongo que será para corrernos juntos. No aguanto más, me corro y dos embestidas más y se corre él. Christian se derrumba, quedando yo aplastada por él.
- Christian... Te importaría si te mueves un poco, me esta costando respirar - Él se da cuenta que tiene todo su peso encima mío, me da un beso en la frente y rueda hacia el lado derecho. Ahora si que puedo respirar bien.
- Ha estado muy bien, las señoras de la limpieza, tendrán mucho en que pensar...
Me tapo con las sábanas y Christian se levanta y comienza a recoger su ropa.
- ¿A donde vas?
- A mi habitación, - Mi cara se descompone, pensava que dormiría aquí conmigo - Verás Ana, yo no duermo con nadie, siempre he dormido solo. Y si lo hacemos así, será más fácil para nostros mantener esta relación.

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Solo es sexo
FanfictionAnastasia trabajará para Christian Grey, un empresario muy reconocido a nivel mundial. Su trabajo será temporal. Por eso llegarán a un acuerdo que se beneficiarán los dos. En su contrato la regla número es que no hay amor. Sólo sexo. ¿Quién será el...