Solo es sexo

Capítulo 12

Me arreglé el vestido, estaba nerviosa muy nerviosa. El ascensor se abrió dando lugar a un hermoso ático. Grande muy grande. Posiblemente la casa más grade que mis ojos habrán visto. Parecía una gran galería de arte, en un extremo del salón se hallaba un piano de cola. Taylor me saludo y me indicó que me sentará en el sofá. Me intimidaba un poco este hombre. Siempre iba serio y con un traje negro.

- El Sr Grey, vendrá ahora - Me aviso y se retiró.

Me dejo sola en la gran galería de arte que Christian llamaba hogar. Minutos después vi una sombra moverse desde el interior de una habitació. Era él. Iba impecable como siempre llevaba una carpeta en la mano y fruncí el ceño.

- Buenas noches Anastasia, ¿algo para tomar? -

- Si porfavor. - Se dirigió hasta la cocina. Y yo permanecí sentada en el sofá.

Estaba nerviosa hoy acordariamos nuestro trato de "negocios" por así decirlo. Volvió con dos copas de vino blanco y se sentó a mi lado. Abrió la carpeta y me entrego un papel donde ponía: "Acuerdo de Confidencialidad".
¿Que coño?

- Nadie puede saber nada de esto, es la mejor para ambos.

Me quedé perpleja, yo nunca diría nada de nada. Lo firme sin leer lo que ponía.

- Deberías leer antes de fir... - Le interrumpi.

- Deberías confiar en mí, pero si a ti te hace feliz y te sientes más seguro si firmó... Entonces ya está.

- Confío en ti, solo es que... - Le faltaban las palabras. A sí que volví a interrumpirle.

- Déjalo Christian. - Me volvió a entregar otros papeles. Me quedé perpleja. Podía entender lo del contrato de Confidencialidad, ¿pero y esto? - ¿Qué es esto, Christian?

- Nuestro acuerdo. - Comienzo a leer y me quedo con la boca abierta. Yo pensaba que esto lo haríamos de forma oral.

En el pone que no dormiremos juntos, que no habrá citas, solo nos podemos ver en su casa o en la mía, el sexo en la oficina decidirá el que cuando se hace... Entre muchas normas más.

- Tengo algo que objetar - Le digo. Alza una ceja y espera mi objeción. - Eso de tener sexo en la oficina... No me parece bien que lo decidas tú. Y además no se si estoy muy de acuerdo con tener sexo en la oficina... Alguien nos puede pillar y... Los dos podríamos tener serios problemas.

- Está bien, acordaremos los dos cuando tener sexo en la empresa. Y a mi tampoco me interesa que me "pillen" teniendo relaciones sexuales en la oficina con una de mis asistentes.

- Y otra cosa más este especie de contrato se acabara cuando me vaya de la empresa. A partir de ese momento no nos volveremos a ver. ¿Está bien? - Creo que es lo mejor para los dos. Puedo notar que en sus ojos pasa algo oscuro.

- Me parece perfecto.

- Y también quiero añadir, que si encontramos a alguien que nos guste y que veamos que podemos comenzar una relación con otra persona esto se acabará. - No se si pueda encontrar alguien que me guste más que Christian.

- Bien. Ana antes de que firmes, tengo que decirte una cosa. - Trago saliva, espero que no sea muy malo - Ana quiero que sepas que yo antes era... Practicaba el BDSM. Pero lo deje hace tiempo.

Mis ojos se abren, dios donde me he metido...

- ¿Eras un sádico? - Pregunto alarmada.

- No más bien un amo... Creo que debías saberlo...

- ¿Porque lo dejaste?

- Porque le hice daño a una de mis sumisas y bueno la cosa no acabo muy bien que digamos...