Solo es sexo

Capítulo 14

Anastasia

Me abrocho el cinturón y cierro fuertemente los ojos. Christian me agarra fuertemente la mano, y se lo agradezco. Pero eso no quita lo furiosa que estoy con el. Nos dirigimos al aeropuerto de San Francisco, nunca he estado en esa maravillosa ciudad, pero ahora tampoco es el momento de visitarla.

Dios sabe que me opuse a este viaje. No podía dejar solo a Ethan, menos mal que entendió que tenía que hacer este viaje.

- Que sepas que aún sigo enfada contigo... - Le digo cuando el piloto ya anuncia que estamos en el aire.

- Lo sé, pero no voy a dejar que ese hombre se quede contigo, almenos por cuatro días, que durará este viaje.

Resoplo, no entiendo de donde saca tantos celos. No debería tener, lo nuestro solo es sexo, pero... Por otra parte me encanta que sea tan protector y controlador. Durante todo el vuelo, nos la pasamos trabajando, haciendo contratos para el terreno que quiere comprar el Sr Grey en Las afueras de San Francisco.

¡Dios... Dame paciencia con este hombre!

Al llegar al hotel y específicamente a mi habitación, me dejo caer en mi cama. Christian se ha quedado hablando con el dueño del hotel. Me meto en la ducha y dejo que el agua recorra mi cuerpo. Unos minutos después siento las grandes manos de mi amante. Me doy la vuelta y ahí lo tengo desnudo y con el agua recorriendo su esculpido cuerpo de dios griego.

- Te.. echado... de... menos... - Me dice entre besos. ¿Cómo rechazar a Christian? No puedo seguir enfada con él.

Le devuelvo los besos y acabamos follando en la ducha.

Salimos riendo del cuarto de baño y me paro en seco al ver sus maletas en mi habitación.

- ¿Que hace tu equipaje aquí?

- El hotel está lleno, y pensé que me podía quedar contigo... Si no te importa.

Mi corazón salta de alegría. Siempre he querido dormir con él... Bueno se que dormí una vez con él, pero eso no cuenta, porqué estaba borracha y no supe apreciar su compañía.

- Claro... Claro - Miré toda la habitación y solo encontré dos sillones pequeños. Quizás diría que dormiría en el sofá, pero no hay sofá. - Sólo te digo que yo duermo en la parte derecha de la cama...

Sonrió de lado y ese gesto valió para derretirme.

- Perfecto.

Acomode mis cosas en el armario y seguidamente él colocó las suyas. Siempre que podíamos nos regalabamos alguna que otra sonrisa... Me recordaba a cualquier pareja normal que se quiere... Pero nosotros no somos normales, ni pareja...

Bajamos a cenar a un restaurante cerca del hotel. Christian no me dejo beber vino, dijo que no quería que pasará lo que paso en Barcelona... ¡Por Dios... Ya soy adulta... No soy un niña pequeña, para que me digan lo que puedo y lo que no debo hacer!
Pero me miró con esa mirada intimidatoria y me quedé callada y me bebí toda el agua.

Me puse el pijama y me metí a la cama, cogí el libro que estaba en la mesita de noche y comencé a leer. Christian estaba dándose una ducha, a si que supongo que tenía una rato para mí sola. Estaba enfrascada leyendo mi libro cuando lo veo aparecer, con sólo una toalla alrededor de su cintura... Se me calló la baba... Literalmente.

- ¿Que lees? - Preguntó mientras abría un cajón y sacaba su pantalón pijama.

- Cumbres Borrascosas... - Mi voz sonó serena y me alegre que no notará que me había puesto nerviosa.