Capitulo 11

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Entramos a una nueva sala, supongo que seria como una enfermería o algo por el estilo. Sin darme cuenta Clint me lanzo sobre una camilla, ahora lo que me faltaba que me partiera la columna.

Clint; Esta es la enfermería.

Pietro; ¿Y..? -con los ojos cerrados-

Clint; No piensas decir más nada.

Pietro; ...

Clint; De acuerdo, te quitare ese pantalón para ponerte hielo.

Pietro; ¡ME PARTISTE LA ESPALDA!

Clint; No te quejes.

Pietro; ¿QUE NO ME QUEJE? -con las manos pues en la cabeza- ¡CREES QUE NO DUELE!

Clint; ¿Que hago?

Pietro; ¿Me odian cierto?

Clint; Nadie te odia, todo lo contrario.

Pietro; Ah, si eso es amor no quiero saber como es el odio entonces.

Clint; Bueno...

Pietro; ¿Bueno que? dale quitame el pantalon.

Clint; Vale, sí que te gusta ir rápido.

Pietro; ¡ME PARTÍ!

Clint; Okey, tranquilo.

Clint comenzó a desabrochar mi pantalón, mientras yo veía el techo, lo con tanta lentitud. Me safò de mis zapatos, para luego terminar de rodar mi pantalón, me quede tan solo con la camiseta y mi ropa interior, mientras él me regalaba una de esas hermosas sonrisas pícaras que hacen que me estremezca.

Clint; Creo que debería de quitar eso.

Pietro; Hazlo no te detendré.

En segundos está a plena luz de día mi paquete en exhibición a este rubio-castaño, que no podía apartar la mirada de mi.

Pietro; Creo que debes de hacer algo primero antes de colocar el hielo.

Clint; Enserio que tienes un bulto enorme.

Pietro; ¿Eh... esta... hinchado?

Clint; ¿Bueno que es lo que decías?

Pietro; Tu sabes que es lo que dije.

Clint; Está bien.

Este se desapareció unos segundos de mi vista, hasta que regresó con algo en las manos.

Clint; Pensé en untarte crema ahí, -señalándome- para bajar la hinchazón.

Pietro; Eso era justo lo que tenía en mente. -cara de pervertido-

Mentira, si supiera lo que realmente está pasando por mi cabeza. Clint destapó el frasco y comenzó a untarme la pomada, era fría, pero algo que no estaba bien era el hecho de de que sus manos acariciaban mi piel de una manera extraordinaria, tiene todo lo que cualquiera podría desear, se sentía tan bien, era un momento tan ahh no se como explicarlo, cerré mis ojos y me relaje, estaba acostado en esa rara camilla, pero de las rodillas para abajo estas colgaban, ah y por supuesto totalmente abierto, y en medio Clint parado con esas magnificas manos dándome placer pero tanto que había olvidado el hecho de que Nath me había partido, en momentos este subió el nivel de los masajes creo que se percató de mi expresión y comenzó a masajear con mas gracia mi miembro, no lo puedo negar dolía, pero no quise prestarle atención, se sentía único, esa rara sensación era perfecta. Pero todo lo bueno dura poco.


¿Sigues ahí? (2da Temporada) → HawksilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora