Capitulo 5

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La fría brisa batía las ramas de los árboles, y levantaba las largas cortinas, las cuales apenas llegaban al borde de mi cama, donde el frió no había llegado, ya que estos besos que Clint me brindaba eran cálidos. Me encontraba sobre él con ambas piernas a los extremos de su abdomen, no quería aplastarlo, sus manos daban caricias a mi espalda, mientras las mías jugaban con su cabello, el cual es suave y me encanta que mis dedos se enreden en ellos, son lisos y ese hermoso color rubio-castaño que están inusual pero atractivo. Quise aumentar el nivel de este encuentro así que, separe lentamente mis labios de los de él, pero por un raro impulso, tomé entre mis dientes su labio inferior, y lo solté delicadamente, ya que no quería causarle daño alguno, pero le cause una gran sonrisa.

Separe mis manos de su torso, y me decidí quitarle su camiseta que me estaba estorbando, el no se quejo, todo lo contrario, una vez que le quite esta la lanzó al otro extremo de la habitación, voltee y vi donde cayó, volví a ver su rostro ambos reímos, ahora era turno de quitarme la camiseta, el se sentó y levantó mis brazos y lentamente me iba despojando de mi prenda para luego ir bajando sus manos desde mi cuello, pasando por mi pecho y luego abdomen y por último el borde de mi mono, lo volví a pensar esta noche sera única, pasaba lentamente sus manos por allí, cada caricia era muy lenta, haciendo que temblara, me ponía nervioso, bueno mas de lo que estaba, pero no estaría mal hacerlo estremecer, pose mis manos en su cuello, y le clave un beso, mientras hacía esto, baje una de mis manos y la lleve al borde de su pantalón, y comencé a desabrocharlo, mientras el seguía besándome.

Mi mano esta en busca de su miembro, lo haría hacer gemir, tanto que se ahogaría de placer, bajaba con lentitud, tocando cada centímetro de su piel, hasta que llegue a donde quería, comencé a jalar pero sin mucha fuerza, en medio de aquel beso, apenas se pudo oír su primer gemido, comencé aumentar el nivel de mi fuerza, aleje un poco mi rostro del de él, pude observar cómo mordió su labio, me encanta cuando lo hace, me excita y mucho.

Decidí quitarle aquel pantalón de una, así que me levanté, él me miraba confundido, le fui despojando lentamente, mientras acariciaba sus piernas, esto hecho me quite los míos, de una me monte otra vez sobre él, pero no dure nada arriba, de una giro quede debajo de él, nuestras miradas se fusionaron, en ellas se encontraba ternura, pasión, lujuria. Clint comenzó a despojarme de mi ropa interior, y yo pues le ayude ambos estábamos completamente desnudos en esa gran cama, con una de mis manos lance sobre nosotros una sábana, no quería que ambos nos muriéramos de frió.

Con una de sus manos acariciaba mi mejilla, yo parecía un gato acurrucándome a él, nos dimos otro dulce beso, y de pronto me dijo acercándose a mi oído.

Clint; ¿Quiero hacerlo?

Pietro; No te detendré.

Clint; Hagámoslo.

Mis brazos los separe extendiéndose, el se levanto algo posando sus manos en el copete de la cama, y lentamente podía sentir una rara sensación, se que era, pero no la diré. El nivel de placer aumentaba en ambos, y sentí cuando me embistió por primera vez, fue duro, no lo niego, sentí dolor, no recordé su magnífica arquitectura que están impactante, una lágrima corrió por mi mejilla. Se separó y me tomo mis mejillas.

Clint; Lo siento, no quería causarte daño.

Pietro; No, no lo hiciste.

Clint; Mejor me detengo.

Pietro; No, no continua.

Clint; No quiero lastimarte, no seguiré.

Pietro; No lo haces.

Clint; Pero...

Pietro; ¿Sabes cuando desee este momento?

Clint; Pero...

Pietro; Hagámoslo.

Me volvió a embestir, esta vez ese dolor comenzó a transformarse, otra embestida, dos, tres, cuatro, siete. Ah, era yo el que se ahogaba en placer, apenas podía creer que estaba haciéndolo. Cada estocada mejor que la anterior, ese dolor era totalmente placer, ambos estamos excitados por completos, mientras lo hacia, yo pasaba mis manos por su pecho, en un momento su rostro estaba cerca del mío, solo a centímetros, comencé a dejar besos húmedos por su delicado cuello, mientras podía oír cómo gemía, no se que paso por mi mente que lo mordí, no gimió, chillo. Me excitaba mas, tenia miedo, no quería correrme aún. Nos encontrábamos abrazados, decidí girar, quede sobre, sus manos volvieron a jugar con mi cabello, me gusta cuando hace eso, me hace temblar, deje mi cabeza sobre su pecho, ese pecho también trabajado, moví mi cabeza para verlo, acaricie sus mentón, acerque mi cara a la de el, se que el sueño le estaba venciendo, me acerque a su cuello, lo olía con mucho despacio, ese aroma tan varonil que hace que cualquiera pierda la razón, así que me deje llevar también por el sueño, así fue esa noche, dormimos abrazados.


¿Sigues ahí? (2da Temporada) → HawksilverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora